Desde tiempos inmemoriales la botánica y la medicina han estado ligadas íntimamente. Detrás de muchos de los remedios más populares, se hallan compuestos que hace algunos siglos, antes de que comenzaran a sintetizarse en laboratorios, se extraían directamente de la naturaleza. El principio activo del antipirético que conocemos hoy como Aspirina, sir ir más lejos, se extraía de la corteza del sauce.
En base a ello, no nos debería sorprender oír de tratamientos y remedios en base a, por ejemplo, marihuana y algas, que los hay varios. Claro que si nos dicen que es posible tratar fracturas y curar heridas con ellas, eso es otro tema. Claramente se trata de una tomadura de pelo ¿no?
Resulta que no lo es, y que están más prontos de ser realidad de lo que creeríamos.
VetiGel se llama un producto desarrollado por Joe Landolina, un joven de 22 años que comenzó a experimentar con las bases de lo que hoy es el gel cuando tenía apenas 17.
El producto está basado en polímeros naturales de algas que, ante una hemorragia, forman una estructura de malla que detiene el sangrado en segundos y acelera la cicatrización:
Esto que parece magia es posible gracias a que la "malla" que forman los polímeros actúa como adhesivo sobre la herida, manteniéndola unida, y luego ésta misma "actúa como andamio para ayudar al cuerpo a producir fibrina (proteína que permite la coagulación de la sangre) en la superficie de la herida", explica Landolina.
Actualmente VetiGel ya se encuentra disponible para pre-comprar, aunque su uso sólo se ha aprobado para animales. Landolina espera tener permiso para realizar ensayos clínicos en humanos este año.
Hasta entonces nos queda otra solución, llamada QuikClot, aunque su uso no es tan sencillo. Este vendaje utiliza un desecante llamado caolinita, que requiere previamente aplicar presión sobre la herida por varios minutos. Frente a una hemorragia grave, creo que preferiríamos la primera opción.
A los usos medicinales ya conocidos de la marihuana, principalmente en enfermedades oculares, se podría sumar uno más, como tratamiento para nada más que menos que fracturas óseas.
Esto en base a un estudio publicado por investigadores de la Universidad de Tel Aviv, quienes probaron un componente de la marihuana llamado cannabidiol (CBD), en forma de inyección, en el proceso de curación de fracturas en ratones, logrando resultados significativos.
Los resultados obtenidos por el equipo israelí sugieren que el compuesto no solo aceleraría el proceso de curación, sino también fortalecería los huesos, que serían menos propensos a romperse en el futuro.
"Encontramos que el CBD hace más fuertes a los huesos durante el proceso de curación, mejorando la maduración de la matriz colagenosa, que provee la base de la nueva mineralización del tejido óseo", explica el doctor Yankel Gabet.
La inyección, por cierto, no tiene efectos alucinógenos, ya que el compuesto fue aislado del principal constituyente psicoactivo, el tetrahidrocannabinol.
Aún faltan las pruebas en humanos de rigor, pero el potencial del cannabidiol, para el equipo, es innegable. "Otros estudios han mostrado que el CBD es un agente seguro, lo que nos hace creer que deberíamos continuar esta línea de estudio en ensayos clínicos, para evaluar su utilidad en la curación de fracturas en el humano", dice Gabet.
Eso sí, se comprueben sus beneficios en humanos o no, el tradicional vendaje de yeso seguirá siendo indiscutible.