¿Quién pone los límites en el humor? Lo más probable es que esta pregunta ha sido más de una vez tema de conversación en algún almuerzo familiar, el trabajo o en un carrete con tus amigos. Incluso los medios se dedicaron a discutir ampliamente el tema después de la matanza de Charlie Hebdo. Y es que la risa y el humor son elementos claves en la vida de cada uno y suelen jugar en el límite de lo correcto, por lo que establecer la delgada línea en que termina de ser inocente la diversión y pasa a ser burla ofensiva, es completamente subjetivo y, al parecer, la mejor manera de medirlo es a través de la reacción del público.
En nuestro país, por ejemplo, Yerko Puchento se ríe sin límites de los políticos y empresarios, y si bien ha sido bastante criticado por sus comentarios subidos de tono, sus repertorios alcanzan el rating más alto de la semana en Canal 13. ¿Qué significa esto entonces? Probablemente, que la gente lo quiere y que al chileno le gusta el humor “a calzón quitado”.
Si bien no es el mismo caso, en Brasil está pasando algo similar, eso sí la temática escogida para hacer humor es bastante más cruda y violenta. Samuel Silva y Alexandre Ferreira son dos jóvenes actores de un complejo de favelas de Río de Janeiro llamado Complexo do Alemão, conocido como uno de los lugares más violentos y peligrosos de Brasil. Eso sí, la diferencia entre Yerko y esta pareja de jóvenes, es que estos últimos buscan llevar el humor a episodios cotidianos de las favelas, ridiculizando estereotipos y exagerando las crudas realidades, con el fin de hacer reír a la gente que sufre, mostrando que se puede estar peor y que no todo es tan negro como lo muestran los medios.
¿Cómo lo logran? A través de su programa online“Las aventuras de 100 gramos y Jurubeba”, que consta de videos humorísticos cortos que comparten en su cuenta de Youtube, y que narran la historia de dos personajes que viven las típicas realidades de los habitantes de las favelas brasileras. La serie es completamente casera y sin fines de lucro, y su único fin es alegrar un poco la vida de los vecinos y mostrar que Complexo do Alemão no sólo está habitado por narcos y criminales.
Este complejo de favelas, ubicado en la zona norte de Río de Janeiro, que cuenta con cerca de 70.000 habitantes, es considerado un punto neurálgico para la policía y el crimen organizado de Brasil.
Hasta el año 2010 el lugar era controlado por los narcotraficantes, específicamente por la organización Comando Vermelho, siendo casi inaccesible para las fuerzas de seguridad. Pero desde ese año, el Ejército decidió ocupar el complejo de favelas, pasando así la dirección de Alemão al Gobierno, recuperándolo en un operativo de guerra con helicópteros y blindados, en busca de la “pacificación” de Alemão, la que no ha sido fácil.
Desde entonces el sector se ha visto afectado por constantes tiroteos entre traficantes y la policía, muchas veces a plena luz del día, ataques que han dado muerte a cientos de civiles, incluidos niños.
Los capítulos en Youtube ya suman más de 5.000 visualizaciones desde febrero, que fue cuando se lanzó el programa y los actores dicen que en Alemão ya están siendo reconocidos por los nombres de sus personajes: 100 Gramos, que alude a la delgadez y Jurubeba, que es una hierba medicinal.
Comenzaron la serie grabando con sus celulares, pero después del primer episodio y de la respuesta que tuvo la iniciativa por parte del público, los jóvenes recibieron una invitación para trabajar con la productora Sem Roteiro Producciones, creada por otros dos jóvenes de la favela: Leonardo Franca y Bruno Alcántara.
Además cuentan con una página de Facebook en la que van subiendo los capítulos y otro tipo de contenido, y la comunidad ya es cercana a los 1000 seguidores.
La serie presenta distintos temas sensibles y cotidianos que los habitantes de Alemão deben vivir a diario. La manera en que exageran la realidad que afecta a los más de 70.000 habitantes del Complexo do Alemão, es lo que provoca que la gente se identifique con los protagonistas y se ría de su propia desgracia.
Por ejemplo, un capítulo muestra la rutina mañanera de Jurubeba para llegar a su lugar de trabajo. En el trayecto se presenta con numerosas dificultades, como tener que escalar una montaña empinada, pasar barreras, saltar un muro, abrirse camino en plena selva tropical con machete en mano, todo para poder llegar a tiempo a su trabajo, ya que el transporte público es nulo.
El capítulo "Gringo" muestra a un extranjero que va a la favela en teleférico, con lentes de sol y cámara de fotos. Cuando 100 Gramos y Jurubeba se le acercan, huye despavorido creyendo que van a robarle. Pero ellos sólo querían preguntarle la hora.
"Dicen ahí afuera que en la zona sur de las favelas sólo tenemos traficantes, criminales, adictos a drogas…, pero no, en las favelas también contamos con gente creativa que lucha para vencer pese a todas las dificultades", señala Samuel Silva, estudiante de teatro de 19 años que interpreta a Jurubeba.