El primer paso para que un niño salga de la pobreza extrema, lo tiene que dar con zapatos. Pero más de 300 millones de niños en el mundo no tienen, lo que tiene como consecuencias infecciones, lesiones, y en vez de estar saludables y fuertes para estudiar o ayudar a sus padres, quedan marginados de la marginalidad. Por esto es que el norteamericano Kenton Lee, cuando vivía en Kenia, decidió poner sus esfuerzos en solucionar este problema y vaya que tuvo una buena idea.
Seis meses aproximadamente es lo que les dura un zapato donado a los niños de África. Ya sea porque se deterioran o porque les queda chico, teniendo muchas veces que cortar la parte de adelante para seguir utilizándolos, muchos prefieren ir a pie pelado, ignorando los riesgos que corren al hacerlo. El proyecto de Lee fue hacer un zapato de cuero, caucho comprimido y broches de fácil lavado, que se ajustara y ampliara al pie de la persona a medida que este creciera.
"Con la ayuda de broches y correas ajustables, puede crecer hacia el frente, hacia atrás y hacia los lados para adaptarse a cinco tallas diferentes. Y gracias a los materiales de calidad, tienen una duración de cinco años, a pesar del uso intensivo", ha explicado públicamente Kenton
Por ejemplo, si el niño necesita un zapato talla 6, los broches y correas ajustables se adecuan a eso, y si en unos meses su pie requiere talla 8, se "sueltan" un poco los elementos y el zapato vuelve a quedarle bien.
The Shoe That Grows (el zapato que crece) es parte de Because International, plataforma que fundó Lee en 2009, con el objetivo de buscar soluciones caritativas prácticas para poblaciones que viven en extrema pobreza.
La iniciativa funciona desde enero de 2014 y han sido miles de niños los que han conseguido sus propios zapatos que crecen gracias a ONGs y particulares que compran los calzados y hacen que lleguen a los lugares donde se requieren. Se pueden adquirir a través del sitio web, pero el éxito ha sido tal que en este momento no quedan disponibles hasta julio, cuando contarán con 5.000 nuevos pares.
Un par cuesta US$ 30, cinco pares US$ 125, 50 pares US$ 750, y así por cada monto mayor, el precio por par disminuye. También hay bolsos que distribuyen ellos mismos, donde caben 50 pares y se puede contribuir a llenarlo por US$ 10 el par.
Niños de Ecuador, Haití, Ghana, Kenia, entre otros, se han visto favorecidos por este invento.