Es una escena infaltable en películas futuristas: un claustrofóbico callejón oscuro, pobremente iluminado por letreros de neón que anuncian servicios en una lengua aun no inventada. La cámara enfoca hacia arriba, hacia un laberinto de concreto que deja entrever una rendija de luz, como queriendo decir "Allá es medio día, aquí da lo mismo".
Pese a que es ficción, no está tan lejos de la realidad de algunas ciudades actuales. La incesante migración a las grandes metrópolis, la caída de la mortalidad y el deseo de vivir cerca de la zonas céntricas producto de las dificultades de transporte, han provocado las tasas de densidad urbana más altas de la historia. La solución, actualmente, se enfoca al desarrollo de ciudades verticales. Un caso conocido es el de China, país con graves problemas de sobrepoblación, que cuenta con más de 140 ciudades con más de 1 millón de habitantes. Otra estadística que lidera, coincidentemente, es el número de edificios de más de 150 metros de alto, donde se estima que, para finales de 2015, 1 de cada 3 estará en el país asiático.
En Londres, mientras tanto, existen más de 230 proyectos de construcción aprobados de edificios de más de 20 pisos de alto, y en Chile, hay que decirlo, tampoco estamos tan lejos. Según un catastro realizado en 2014, existen más de 30 mil construcciones en altura en nuestros país, el 60% erigidos en la Región Metropolitana. Además, por primera vez en la historia, el número de departamentos en construcción rivaliza con el de viviendas (33.580 y 34.850, respectivamente).
Una de las consecuencias del desarrollo de ciudades verticales es la continua sombra que generan para el resto de los habitantes que no pueden competir con sus cientos metros de altura ¿Pero qué remedio puede haber? ¿Estaríamos dispuestos a renunciar a los edificios por un poco de sol? Gracias a una firma británica de diseño y arquitectura, podríamos tener lo mejor de ambos mundos.
La sede de londinense de la firma NBBJ es la responsable de un innovador diseño, el primero en su tipo, que consta de dos torres que reflejan la luz entre ellas para reducir hasta en un 50% la sombra que producen.
"Usando diseño computacional, desarrollamos un algoritmo que traza los ángulos de incidencia del sol durante cada día del año y convierte los resultados en forma de un edificio. Optimizamos esta forma mediante otros parámetros: distribución uniforme de la luz reflejada , vistas del río Támesis y un máximo de superficie reflectante" comentó Christian Coop, director de diseño de la firma. El resultado es este diseño de dos edificios llamados No Shadow Towers (las torres sin sombra), que fue desarrollado para el think tank New London Architecture.
Se trata de un proyecto bastante particular, porque, al depender de los ángulos de incidencia del sol, su forma variará dependiendo del lugar donde se construya. El diseño actual corresponde al meridiano de Greenwinch, latitud 51.4800° Norte, 0.0000° Oeste, aunque aseguran que se pueden adaptar a cualquier lugar: "Estas torres pueden ser desarrolladas en cualquier parte del mundo: el algoritmo puede adaptar la forma a cualquier sitio. Lo más importante es que las No Shadow Towers beneficiarían a las comunidades circundantes tanto como a las personas que viven y trabajen en ellas", agrega Coop.
La firma, que ha trabajado en proyectos para Google, Amazon y Samsung, asegura que, si bien la sombra norte no tiene solución, la idea es que refleje la luz hacia donde importa, en el espacio entre las torres, donde habría mayor actividad.
Cualquiera que haya trabajado en una zona de edificios con amplios ventanales estará familiarizado con el "efecto lupa". Esto sucede cuando los ventanales reflejan los rayos del sol hacia la calle, lo que básicamente convierte en una travesía por el desierto el caminar bajo ellos.
El caso más extremo sucedió en el mismo Londres, en 2013, cuando la luz reflejada por un edificio conocido como Walkie Talkie derritió un auto. A una de las firmas de diseño más respetadas no se les podía pasar ese detalle.
"A diferencia de otras torres reflectantes, que tienen superficies cóncavas que concentran los rayos solares como lupa, las No Shadow Towers reflejan panel por panel. Esto crea una fuente de luz solar y un juego de luces en el suelo, que reduce las sombras hasta en un 50%" comenta Coop.
Si bien se trata solo de un concepto, No Shadow Towers bien podría ser el punto de partida de nuevos diseños y tecnologías enfocadas en un crecimiento vertical, pero ahora más "iluminado".