¿Cómo te sentirías si no pudieras realizar acciones tan cotidianas como servir un vaso de agua? Este impedimento es parte de la vida diaria de las personas que necesitan una prótesis y no pueden costearla. Una opción más económica es aquella que brindan las impresoras 3D, pero sin un medio para poner en contacto a aquellos que necesitan las prótesis y quienes podrían fabricarlas, es difícil que se encuentren.

A raíz de esta preocupación que surge E-Nable: una comunidad online que conecta a fabricantes y diseñadores con personas que necesitan prótesis de manos, en su mayoría niños. Juntos, elaboran prótesis con impresoras 3D, minimizando los costos y poniéndolas al alcance de un gran número de personas.

Las prótesis producidas industrialmente pueden costar miles de dólares, estando fuera del alcance de muchos que las necesitan. En cambio, el valor de los materiales utilizados para hacer una prótesis con una impresora 3D podrían bordear los 50 dólares.

El fundador de E-Nable, Jon Schull, decidió crear esta comunidad tras ver un video que documentaba los esfuerzos de un carpintero de Sudáfrica y un titiritero de Washington que colaboraron para producir una prótesis 3D para un niño sudafricano de cinco años que nació sin dedos en su mano derecha.

"Esto me dio la oportunidad de hacer algo muy simple", dice Schull a Fast Company. "Creé un mapa personalizado en Google Maps. Luego dejé un comentario en el video diciendo 'si tienes una impresora y quieres ayudar, agrégate a este mapa. Si necesitas una mano, agrégate a este mapa".

Desde entonces la comunidad ha crecido y Schull estima que los 3.500 miembros de la comunidad E-Nable han impreso y entregado más de 800 manos y extremidades prostéticas a niños que las necesitaban.

Algunos voluntarios son personas motivadas que poseen impresoras 3D, mientras que otros son diseñadores, terapeutas ocupacionales y especialistas en prótesis. Combinando sus habilidad y gracias a la adaptabilidad de los diseños 3D, pueden colaborar en remoto para crear prótesis hechas a medida para cada individuo.

El próximo paso de E-Nable es expandir su presencia en el mundo. Si bien hay miembros de la comunidad pertenecientes a distintas latitudes, la gran mayoría de los beneficiados son niños en Estados Unidos, lo cual según Schull, se debe a que quienes más usan esta herramienta son, lógicamente, quienes han oído hablar de ella y ellos son, en su mayoría, personas de clase media en Estados Unidos y Europa.

Conscientes de que este es un porcentaje muy bajo de la población y no son necesariamente quienes más necesitan ayuda es que E-Nable busca llegar a otros rincones del mundo y a personas de distintos contextos socioeconómicos, por lo que un grupo de voluntarios de E-Nable viajó a Haití en diciembre, reuniéndose con especialistas en prótesis en el Hospital Albert Schweitzer en Descapelles, que ayuda a personas vulnerables en zonas rurales y compartieron ideas sobre cómo crear prótesis funcionales con impresoras 3D.

El caso que lo inspiró

El caso que inspiró a Schull fue el de Richard Van As, un carpintero sudafricano que perdió cuatro dedos en un accidente en 2011. Sorprendido por el alto costo de las prótesis, decidió fabricar una él mismo con la ayuda del artista de efectos especiales y titiritero de Washington, Ivan Owen, a quién encontró tras ver uno de sus videos en Youtube.

Cuando Owen viajó a Sudáfrica para terminar el trabajo, Van As recibió un llamado de una mujer que buscaba ayuda para su hijo de cinco años que nació sin los dedos de su mano derecha. Inmediatamente Van As y Owen se pusieron manos a la obra. Al regresar a Estados Unidos, Owen se preguntó si podrían fabricar las partes de estas prótesis con impresoras 3D. Llamó a la compañía de impresoras 3D MakerBot para preguntarles si los ayudarían y, en respuesta, la empresa les regaló una impresora 3D. Así fundaron Robohand y desde entonces no han parado de recibir pedidos.

Cómo la mano prostética llega a Chile

En la página de E-Nable se puede encontrar un modelo de mano prostética llamado "Cyborg Beast". Éste fue creado nada menos que por un chileno, Jorge Zúñiga, diseñador de la Universidad de Creighton y miembro de E-Nable. Los archivos para descargarlo y las instrucciones de uso están disponibles para que cualquier persona pueda acceder a ellos en el siguiente enlace.

Cyborg Beast no es el único modelo de mano prostética disponible en E-Nable, pero sí es el primero en aterrizar a Chile. Llegó a Fundación Teletón en septiembre de 2014 y el primer beneficiado fue Wlaldimir Silva de 22 años, quien tiene Síndrome de Poland, enfermedad congénita que afecta el desarrollo muscular y ha sufrido la amputación de varios dedos.

Wlaldimir usaba una prótesis que él mismo creó y llevó a Teletón para que los profesionales le ayudaran a adaptarla. Gracias a esto, fue seleccionado por Teletón como el primero de cinco pacientes en recibir las prótesis, con las cuales Teletón realizará una investigación y seguimientos que entreguen evidencia científica de su uso y su impacto en la funcionalidad.

Este tipo de iniciativas demuestra el gran potencial de las nuevas tecnologías que están llegando a manos de los ciudadanos, como la impresión 3D, los drones y el crowdsourcing, y sus infinitas posibilidades que estas ofrecen cuando se combinan, lo que nos lleva a preguntarnos ¿qué vendrá después?

¿Qué otros usos útiles se te ocurren para la impresión 3D casera?