Tal vez dos de las mejores cosas que un alumno puede hacer por su futuro son leer y hacer ejercicio. Es por eso que el colegio Ward Elementary de Winston-Salem, en Carolina del Norte, decidió probar con realizar las dos actividades, pero al mismo tiempo.

Detrás del recinto hay un tráiler y en él sólo bicicletas estáticas con diferentes libros en ellas. Esto es parte del programa "Read and Ride" y consiste justamente, como su nombre lo dice, en leer y andar en bicicleta. Los profesores llevan a sus alumnos usualmente por 15 minutos, para quemar energías y leer diferentes libros.

La iniciativa también busca encontrar otras maneras de incrementar la productividad. Un estudiante primario tiene que estar en promedio alrededor de seis horas sentado en un escritorio y mientras crecen las preocupaciones por los daños que tiene para la concentración y la salud el estar sentado muchas horas, esta opción se ve como un posible escape.

Ya habíamos escrito sobre otras iniciativas similares, que buscan romper el esquema de los estudiantes y hacer el ejercicio como un aliado en la enseñanza. Un ejemplo son los escritorios de pie, de los que hablamos en esta nota.

El programa comenzó hace cinco años. Esta sala de clases está equipada con bicicletas y los profesores traen a sus alumnos a diferentes horas del día. La premisa es simple: mientras pedalean, también leen.

Se comenzó a realizar con la idea de quemar calorías. Pero resultó que los alumnos además de hacer ejercicio, aprendían más. La misma escuela analizó los datos al término de ese año escolar y llegó a la conclusión de que los alumnos que habían estado más tiempo en ese programa, habían alcanzado mayor habilidades de lectura en un 83%, mientras que los que pasaron menos tiempo en el programa, sólo tuvieron un 41% de mejora.

Incluso algunas salas comunes y corrientes del colegio tienen una bicicleta extra en la esquina, para que lo niños que son más inquietos y no pueden estar quietos, puedan usarlas.

"Las bicicletas de ejercicio hacen que la lectura sea entretenida para muchos niños que se frustran cuando leen", aseguró a Fast Company Scott Ertl, uno de los educadores que comenzó el programa. "Tienen una manera de liberar esa frustración mientras andan en bicicleta".

Los profesores explicaron que esa misma frustración para muchos no era fácil liberarla por ejemplo en las clases de gimnasia, porque muchos estudiantes con sobre peso tienen que lidiar con deportes y actividades en las que no quieren fallar o pasar vergüenzas. En cambio, en las bicicletas estáticas son capaces de encontrar su propio nivel y superarse individualmente, sin compararse con el resto.

También sirve para incentivar la lectura. Estar sobre una bicicleta le da la sensación a algunos niños, de que un libro puede leerse en cualquier lugar.

"Muchos alumnos asocian el leer con estar sentados en un escritorio", aseguró una profesora de ese establecimiento. "De alguna manera les abre los ojos y les enseña que ellos pueden sacar un libro y acompañarlos a donde sea".

Es por eso que Read and Ride se ha extendido a otros 30 colegios de Estados Unidos.

¿Crees que esto funcionaría en el país?