Elegida como la Capital Verde Europea 2014, Copenhague podría considerarse como el paraíso de la sustentabilidad y del cuidado del medio ambiente. Entre sus logros se destaca que el 55% de su millón de habitantes utiliza la bicicleta como medio de transporte, el 90% de los residuos de la construcción son reutilizados, el haber reducido en un 24% las emisiones de carbono entre 2005 y 2012 y que el 96% de la población vive a menos de 15 minutos de algún parque, entre otros datos notables de la capital de Dinamarca.
Como si esto no fuera suficiente, la lucha de Copenhague por ser cada vez más ecológica ha logrado un nuevo hito: promulgaron una ley que obliga a poner vegetación en las azoteas de los edificios. De esta forma se unen a Toronto (Canadá) que ya tenía una legislación de este tipo y Suiza, donde las edificaciones nuevas deben tener cubiertas verdes.
Los techos verdes son azoteas que están adaptadas para plantar vegetación. Antes de la construcción se debe considerar el peso, la filtración del agua y materiales anti crecimiento de raíces. Las cubiertas, por su parte, se pueden adaptar a las paredes y también en el techo, pero son superficies de pasto o flores que pueden crecer verticalmente.
Los beneficios de tener árboles en los techos
Una de las características de los techos verdes, es que absorben hasta el 80% de las aguas lluvia. De esta forma, se disminuyen las posibilidades de inundaciones en caso de lluvias intensas, algo frecuente en Copenhague. El agua demora mayor tiempo en llegar hasta el sistema de alcantarillado, evitando su colapso. También sirven como protección contra los rayos UV.
Otro beneficio es que mantienen estables las temperaturas de los interiores del edificio. La vegetación actúa como un aislante, reduciendo las oscilaciones bruscas de temperaturas. Cuando hace mucho frio, los techos verdes evitan que al interior la temperatura baje mucho, gracias a la inercia térmica de su capa vegetal. Por el contrario, en caso de calor, se logra evitar un alza de la temperatura. Gracias a esto se logra una reducción importante en el consumo energético provocado por la calefacción o el aire acondicionado.
Por otro lado, las ciudades son llamadas “islas de calor”, ya que debido a la contaminación y a los gases de efecto invernadero producidos por sus vehículos y otras fuentes contaminantes, sumado a los kilómetros y kilómetros de pavimento y concreto que la cubren, hay un alza de varios grados en la temperatura general. Sin embargo, al haber una gran cantidad de vegetación, como sería en el caso de las azoteas verdes, la temperatura se mantiene a niveles más normales.
Otra razón importante para tener techos verdes es la disminución de CO2. Gracias al trabajo de las plantas y los árboles, hay una limpieza mayor del aire y una mayor producción de oxigeno. Esto va de la mano con la meta que se planteó la capital danesa de ser carbono-neutral para el año 2025. Esto quiere decir que la cantidad de carbono producida es igual al nivel de absorción de carbono.
Como si fuera poco, las azoteas verdes sirven como barrera para la contaminación acústica, lo que reduciría notablemente el ruido al interior de los edificios. Por último, se pueden utilizar para plantar y cultivar alimentos, como frutas o verduras, además de dar cobijo a las aves e insectos, como las abejas.
En vista de todos sus beneficios, más que ser una rareza, la obligatoriedad de los techos verdes debería ser más bien la norma.
El caso de Toronto
La ciudad canadiense es la más grande de su país y también es su centro financiero. Desde el año 2010 la ley obliga a todos los edificios nuevos, cuya superficie sea superior a 2.000 metros cuadrados, a tener techos verdes. La norma se aplica para todas las edificaciones, ya sean residenciales, comerciales, institucionales o industriales.
Gracias a la implementación de esta medida, ahora Toronto tiene 1,2 millones de metros cuadrados de techos y cubiertas verdes y han generado un ahorro energético anual de alrededor 1,5 millones de kWh en estos edificios.
Antes de poner en marcha esta ley se le encargó a la Universidad de Ryerson que realizara un estudio para establecer los beneficios de los techos verdes. Los resultados demostraron que, como dijimos antes, se logra un importante ahorro energético y sobre todo una gran reducción del efecto “isla de calor” lo que finalmente motivó la aplicación de la medida.
Los techos verdes en Chile
Investigadores de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica, a través del Laboratorio Live, están trabajando para obtener soluciones que permitan el desarrollo de cubiertas vegetales sustentables en la ciudad de Santiago.
Actualmente en Chile y según datos de Live, hay 50 mil metros cuadrados de techos y cubiertas verdes. De esa superficie, 45 mil se encuentran en la Región Metropolitana y el 60% en las comunas de Providencia, Vitacura y Las Condes. La mayoría de los edificios que tienen vegetación son comerciales, oficinas y de salud.
“La tendencia muestra que para el año 2020, en Chile deberían existir cerca de 250 mil metros cuadrados de cubiertas y techos vegetales, esto sin la aplicación de políticas públicas al respecto”, asegura Sergio Vera, ingeniero que lidera la investigación en el Departamento Ingeniería y Gestión de la Construcción UC.
Uno de los grandes problemas para los techos y cubiertas utilizados en Santiago, son las condiciones climáticas, específicamente la falta de agua. Al estar diseñados en otros países, las cubiertas vegetales están adaptadas a otro tipo de clima, por lo que en Santiago tienen problemas para sobrevivir.
“Gran parte de las cubiertas verdes que se utilizan en nuestro país son importadas desde Europa y Estados Unidos, por lo tanto vienen confeccionadas para que funcionen en dichos climas. De ahí la importancia del trabajo que llevamos haciendo hace un año en el laboratorio, en la búsqueda de diferentes soluciones para que estas cubiertas funcionen en nuestro clima (como ver la manera de adaptar la flora autóctona a los techos y cubiertas)”, señala Sergio Vera.
Además de buscar la manera de establecer techos verdes en nuestra capital, el propósito del Laboratorio Live, es cuantificar los beneficios que tendrían las cubiertas y techos verdes en la capital y cómo estos podrían ayudar a disminuir la contaminación. De esta forma, es posible crear conciencia respecto al tema y quizás originar y motivar políticas públicas o leyes, como en Toronto y Copenhague, que fomenten la instalación de techos verdes.
¿Crees que los techos verdes son una solución viable en Chile?
leído
