Tomamos agua todos los días. Ya sea directamente, como también desde nuestros alimentos y otros líquidos. Incluso a veces nos damos el lujo de tomar agua embotellada. Sin embargo algo que para nosotros es muy común, no lo es para millones de personas en el mundo.

De acuerdo a cifras publicadas por la organización sin fines de lucro water.org, 884 millones de personas en nuestro planeta no cuentan con acceso a agua limpia y potable y según sus cálculos también, cada 20 segundos un niño muere por complicaciones relacionadas a la falta de agua potable o al consumo de agua contaminada.

Es tan urgente este problema que el acceso universal al agua potable está incluido en los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas.  

Por eso mismo, el agua es un tema que ronda los pensamientos de distintos inventores. Uno de ellos es Dean Kamen, más conocido por inventar el Segway (entre muchas otras cosas).

Algunos expertos aseguran que el mayor problema no es precisamente la falta de agua, sino que ingeniárselas para convertir aquella que está contaminada o salada, en agua utilizable para el consumo humano. Todo esto de manera más o menos económica y también eficiente.

Siguiendo esa línea, este empresario estadounidense presentó, junto a su compañía Deka Research and Development, el primer destilador de agua de bajo costo que de ponerse en producción podría facilitar el acceso a agua potable a los millones de personas que carecen de él: el Slingshot.

La gracia de este dispositivo es que permite obtener agua destilada a partir de prácticamente cualquier cosa que contenga algo de humedad: agua de mar, orina, un charco de agua, etc. Todo esto sin la necesidad de filtros o productos químicos y con necesidades de mantenimiento mínimas. Tampoco importa cuán sucia esté el agua.

Este destilador cuesta unos US$ 1.500 y utiliza un proceso de compresión de vapor que puede purificar más de 250.000 litros de agua al año, satisfaciendo las necesidades de alrededor de 300 personas.

Como fuente de energía, este destilador necesitaría de un generador basado en el motor Stirling, que cuesta US$ 3.700 y que sería el complemento ideal para el depurador.

Si este invento funciona podría ser una forma relativamente barata de solucionar un gran problema mundial o al menos de enfrentarlo en alguna medida.

Este producto, parece un pequeño refrigerador de color negro. En su interior, utiliza un simple sistema de destilación para purificar el agua. Más que su funcionamiento, este proyecto brilla por su bajo consumo, un problema habitual en otros sistemas parecidos. Para hacerse una idea, el Slingshot consume lo mismo que una secadora de pelo convencional.

Otros sistemas diferentes también se han intentado, pero todas mostraban problemas o no eran capaces de purificar completamente. Además, el Slingshot lo hace de manera barata, como decíamos anteriormente: dos centavos de dólar por cada litro de agua.

Inventarlo es una cosa, distribuirla es otra

Por un tiempo su problema más que nada fue de distribución, pero luego Kamen firmó un acuerdo con Coca-Cola para comenzar a distribuir el Slingshot en algunos de los lugares más remotos del globo. La bebida más famosa del mundo cuenta tal vez con el mejor sistema de distribución del planeta y ya antes ha sido utilizada como vehículo para repartir remedios, como les contamos hace un tiempo en este artículo.
 
El invento promete, pero como tantos otros que han quedado en el camino, debe pasar la prueba de fuego: la realidad. Mano de obra poco calificada para reparar fallas, falta de repuestos, ausencia de energía o combustible, entre muchos otros factores, suelen echar por tierra este tipo de soluciones tecnológicas. ¿Será esta la excepción? Sólo el tiempo dirá.

¿Conoces otro sistema eficiente de purificación de agua?