Hoy por la mañana en Holanda, se vivió un momento histórico, cuando la Corte Internacional de La Haya ordenó a Japón cesar de una vez por todas con la caza de ballenas en el océano Antártico.
"Como una actividad comercial disfrazada de científica" fue catalogada esta actividad que distintos organismos medioambientalistas como Greenpeace han luchado por años.
Hoy, la corte falló a favor de las ballenas por 12 votos a favor y 4 en contra. Australia fue el país que llevó el caso ante la corte en 2010 y Japón, el país acusado, aseguró que respetará la decisión de los jueces. De no hacerlo, podría sufrir diferentes presiones de otros organismos internacionales.
"Pueden haber más sanciones porque se depende de otras instancias. Si no se respeta el fallo, puede ser revisado en otro foro como las Naciones Unidas y otros tratados internacionales. Entonces se tiene un espectro de presión mucho más amplio", asegura a El Definido, Samuel Leiva, jefe de campañas de Greenpeace Chile.
Por lo mismo, explica, la organización internacional celebró el fallo desde sus diferentes sedes alrededor del mundo.
"Celebramos la medida. Es algo que hemos venido denunciando hace mucho tiempo. Pero hay que ser prudentes, esperamos que el gobierno japonés haga oídos a este llamado y no trate nuevamente darle una vuelta y seguir con su programa de cacería. Queremos que desista definitivamente de este uso ilegal", asegura Leiva.
La decisión de hoy no significa que se prohíba la matanza de ballenas para la investigación científica, sino que el programa de caza de Japón en el Océano Austral no persigue los fines científicos que asegura y no respeta el reglamento de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
La CBI (organismo encargado de la administración y conservaciones de las ballenas en el mundo) tiene jurisprudencia en aguas internacionales, por lo que Japón al estar cazando ballenas en el santuario ballenero austral ha cometido un acto ilegal. "Japón tiene algunas comunidades costeras que tienen la autorización por parte del gobierno, es una caza nativa aborigen en función de las tradiciones de ese pueblo", explica.
Japón declara que sus actividades son científicas, pero no oculta que la carne de estos animales capturados termina luego en los mercados del archipiélago.
El país abandonó la caza de ballenas en 1986 por una moratoria internacional pero la retomó bajo un programa con fines científicos (JARPA) autorizado por la Comisión Ballenera. Australia basó su demanda en la Convención Internacional para la Reglamentación de la Caza de Ballena, creada para promover la conservación de estos mamíferos.
“Es un día muy especial para el futuro de las ballenas; necesitamos terminar con la caza comercial, así podemos poner el foco en otras graves problemáticas ambientales que afectan a las ballenas y los océanos, como la sobrepesca, la contaminación y el cambio climático” expresó Matías Asún, Director de Greenpeace en Chile.
¿Crees que se deba permitir la caza de ballenas con fines científicos?