Nathalie Kosciusko-Morizet es una de ellas y dentro de sus proyectos culturales quiere hacer algo bajo tierra. La popularmente conocida Ciudad de las Luces tiene un metro envidiable con 133 kilómetros de línea que corren bajo las calles, pero no toda su estructura se aprovecha, existiendo espacios que hace años perdieron su utilidad. La amplia red tiene cerca de 16 estaciones de metro fantasmas. Estaciones en desuso que alguna vez se pensaron, pero que finalmente quedaron fuera de ruta.
Para iniciar el cambio, la candidata Kosciusko-Morizet, abrió un concurso, donde parisinos pueden proponer lo que les gustaría ver en la estación de Metro Arsenal que no se usa desde 1939 y, en un futuro, ampliarla a otras más.
Las propuestas que se han hecho conocidas son las de los arquitectos Manal Rachdi de OXO Architects y Nicolas Laisné, quienes imaginaron diferentes lugares para darle sentido a estas bóvedas vacías: un teatro, un lujoso restaurante, una discoteque o incluso una piscina. La candidata a alcaldesa y exministra de Medio Ambiente señaló que estos proyectos, son un ejemplo del campo de posibilidades que existe para darle vida a estos espacios. Éstas son las imágenes de los proyectos:
Piscina pública
Teatro
Restaurant
Área verde
Discoteque
Imágenes: Manal Rachdi oxo architects/ Nicolas Laisne, vía DailyMail.
Agregó que en una era tecnológica y de alta conectividad, hay que pensar la ciudad según la revolución digital, que finalmente impacta en la planificación de esta: "París debe adaptarse a nuestra era, demostrar su capacidad de transformar con el tiempo. Amamos nuestra ciudad, su arquitectura, su urbanismo antiguo, es una cualidad... Pero la belleza no se debe detener allí".
La candidata se comprometió a escuchar el voto del público en estos diseños que se presentarían en caso de ser elegida y a ampliar la idea a algunas de las otras estaciones de metro abandonadas de la ciudad. Aunque, según CNN, Kosciusko- Morizet sigue estando muy por detrás de la socialista Anne Hidalgo, favorita en la carrera y protegida del actual alcalde, Bertrand Delanoe . Aún así, esta iniciativa motiva el debate entre profesionales y ciudadanos sobre cómo pueden ser aprovechados los espacios que son vistos como inútiles, transformándolos en lugares al servicio de la comunidad.
Esta idea de revitalizar espacios se puede observar en muchos rincones del mundo. El éxito que han tenido varios proyectos, ha llevado a que arquitectos y autoridades de distintas ciudades, a que cada día piensen más de qué forma rescatar lugares que se consideran perdidos. Aquí dos ejemplos del valor que puede adquirir una estructura en desuso, cuando es repensada con ingenio.
Una vía de tren abandonada era todo lo que veían los vecinos de Manhattan cuando la llamada High Line perdió su utilidad en 1980. Las ruedas ya no corrían por ahí y solamente quedó una gran estructura de 1.6 kilómetro de largo que amenazaba con ser demolida.
Pero en el 2000 la organización Friends of the High Line, realizó una campaña para que fuera conservada y reutilizada como espacio público. La petición fue acogida y se lanzó el concurso de ideas Designing the High Line, donde resultó ganador el proyecto de transformarla en un parque por James Corner Field Operations y Diller Scofidio + Renfro. Gracias a eso, hoy los neoyorquinos cuentan con un increíble jardín y paseo que les permite observar la ciudad desde las alturas.
Imagen: Luca Nebuloni/Flickr
Richard Ballard y Steven Dring son dos empresarios que decidieron darle vida a un refugio antiaéreo de Londres y convertirlo en un huerto urbano. Estos túneles se hicieron entre 1940 y 1944 y se ubican a 33 metros de profundidad bajo la línea norte del metro, a la altura de la estación Clapham North.
Con la extensión, cabían 8.000 personas en las 2,5 hectáreas, pasando a convertirse en el espacio para desarrollar el proyecto Growing Underground. Para más información puedes entrar a su página web o a este artículo de Plataforma Urbana.