En Culiacán pareciera que todo es narco. Está la narcocultura, donde la principal fuente de ingreso es el narcotráfico. Está el narcotour, donde a los turistas se les muestran sitios donde se han producido tiroteos o las mansiones de quienes se enriquecen con este negocio. Y están las víctimas del narcotráfico. Casi un millón de habitantes que viven inseguros y escondidos de lo que pasa en las calles. La ciudad mexicana, que hace noticia por ocupar el puesto 16 en el ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo, hace poco, logró ocupar un espacio en los medios por algo distinto. Por algo que demostró que en Culiacán, no todo es narco.

Hace poco más de un año, un grupo de 30 jóvenes, compuesto por músicos, literatos, bailarines, artistas, estudiantes, se cansaron de ver a los niños de Culiacán matar el tiempo en sitios erizaos o lugares abandonados que se utilizan para comprar y vender todo tipo de drogas. Se cansaron de escuchar que cuando grande ellos querían ser sicarios como sus papás o de verlos cantar todo el día Calle 13 lamentando la vida que les tocó vivir.  Por eso, decidieron hacer algo al respecto. 

El grupo de jóvenes creó "Recuper-ARTE". Una iniciativa que se dedica a detectar lugares abandonados e "infectados" por el narcotráfico. Luego invita por Facebook a los vecinos a juntarse para limpiar la zona, donde lo único que tienen que llevar son las ganas de ayudar, ya que los utensilios los ponen ellos en base a donaciones o colaboraciones de otras instituciones.

El primer lugar que arreglaron y convirtieron en centro cultural fue la Caseta de la colonia 10 de Mayo, una de cuyas paredes muestra la imagen de Genoveva, una voluntaria de la Cruz Roja que fue asesinada cuando regresaba al lugar para ayudar a un herido que estaba atendiendo en medio de una balacera. Esa es la historia que esconden los muros de Culiacán, pero que Recuper-ARTE quiere transformar en un futuro distinto para los niños a través del arte. 

El objetivo de cada lugar que intervienen es devolvérselo al barrio y que se use como centro cultural, donde se impartan talleres, se monten obras de teatro, exista un espacio como biblioteca, salas de lectura, etc. Que la gente salga de sus casas y los niños tengan actividades que hacer sin miedo a que están traficando al lado. Como los mismos vecinos valoran que esto suceda, una vez que limpian e intervienen el lugar, son ellos mismos los que se preocupan de mantenerlo bien. 

Para los integrantes de Recuper-ARTE, los centros culturales y los talleres que organizan en estos son sus armas para combatir el narcotráfico y la violencia que está asociada a éste. “Nuestra visión generalizada es que se hace necesario tener un contrapeso a la violencia y la narcocultura, algo que está influyendo gravemente sobre todo en los más pequeños. Creemos que el conocimiento y la cultura son los mejores métodos para pelear contra eso”, dijo Dante Aguilera, uno de los artistas que pertenece a la iniciativa, en una entrevista a Yorokobu.

En el año de vida que llevan, ya han intervenido una decena de colonias que actualmente tienen un centro cultural donde se hacen talleres de pintura, títeres, teatro, etc. y han logrado que se sumen al proyecto otras iniciativas sociales, haciendo de esta idea un colectivo en el que participan cientos de personas.

En definitiva, con un grupo motivado, capaz de organizar a una comunidad que tiene una necesidad, es posible cambiarle la cara a la historia para darle otra alternativa a los niños, sin necesidad de tener un gran presupuesto. Se trata de hacer algo al respecto y no ver desde la ventana como los polos negativos se toman nuestros espacios.