Son milenarios y son chinos. Los fuegos artificiales, según calculan los expertos, están ligados al nacimiento de la pólvora en la región oriental hace unos 2000 años. Los árabes los trasladaron a Europa usándolos como armas (muy poco eficientes, por lo demás) y finalmente comenzaron a utilizarlos con fines lúdicos. Y fueron los italianos quienes le pusieron más color al asunto. Antes los fuegos artificiales eran blancos y algunos naranjos, pero alrededor de 1830, los herederos de Roma comenzaron a jugar con diferentes combinaciones para lograr darle tonos a estas brillantes luces. Pero ¿Cómo funciona todo y qué hay detrás de esas explosiones?
Cada fuego artificial es un cilindro que sube como un cohete al cielo y luego explota en colores y formas variadas. Dentro de su carcasa incluye distintos elementos para que se produzca la combustión: un agente oxidante, un agente reductor, un agente colorante, etc. Es en palabras simples, es una reacción química metida dentro de un tubo. Su materia prima principal es la pólvora, que es la que hace detonar el cohete, pero las llamadas estrellas y otros tipos de cometas son los que le otorgan los colores y variedad de estallidos. Mientras más grande sea la carcasa cilíndrica, mayor se verá el fuego artificial.
Los diseñadores de fuegos artificiales o pirotécnicos construyen una cadena de dos explosiones. Primero una base, con explosivos para impulsar el cohete a subir por los aires y luego un segundo momento, cuando estalla el espectáculo en las alturas. El trabajo de construcción de los fuegos artificiales debe ser muy cuidadoso, porque cualquier chispa estática los puede encender fácilmente, por eso se hace con ropas de algodón o guantes antiestáticos. El tiempo de demora en la preparación se ha calculado en unas dos horas de trabajo de un hombre para un minuto que vemos de explosiones, en un espectáculo normal.
Los colores en los fuegos artificiales dependen de las sales y elementos metálicos que se combinen en cada uno. Por ejemplo, comúnmente para el azul se utiliza cobre; para el verde, bario; para el naranjo, calcio; para el rojo, sales de litio y sales de estroncio; etc. Las reacciones químicas que produce cada elemento en la combustión, son las que nos permiten ver esa variedad, según la cantidad de energía que se libere en cada caso.
Es común y admirable ver estelas que explotan en naranjo y acaban en unos puntos morados. Esto se logra creando fuegos que tengan un núcleo con componentes diferentes. Entonces se quema primero la capa exterior con un color específico y luego la combustión alcanza el núcleo, lo que hace que tenga un terminado diferente.
Las formas de los fuegos, en cambio, dependen directamente de cómo se ordenan los elementos dentro de la carcasa que explota en el aire (cometas y estrellas). Julie Heckman, director ejecutivo de la Asociación Americana de Pirotecnia, explica que "todo se reduce a la construcción de las carcasas aéreas (…) Si se coloca un pedazo de cartón en la cáscara y luego se colocan las estrellas en un patrón alrededor de ese, el inserto de cartón obliga a las estrellas a explotar hacia el exterior en ese mismo patrón". Esto se da porque la mayoría de los fuegos estalla al mismo tiempo, simétricamente. Fuente: Imgur
Las “caritas felices”, estrellas y corazones que vemos en algunos casos, son una réplica de lo que ordenó el fabricante en la carcasa. Pero muchas veces vemos que se ven al revés o un poco inclinadas. Esto es porque no han encontrado aún una forma para controlar totalmente la dirección que toma el cohete que explota en las alturas.
Ahora, las variaciones de sonido, estelas y estallidos van a depender nuevamente de las composiciones químicas de cada fuego artificial. Es por eso que las palmeras estallan diferente de los crisantemos y de otras especies.
Fuente: Fireworks.com
Mira estos enormes y llamativos fuegos artificiales en Japón:
Para conocer los lugares cercanos en todo Chile, donde puedes ver esta noche los fuegos artificiales, puedes entrar a este mapa especial que realizó MapCity.