Se terminó la temporada 2013 de la premiación más reconocida a nivel mundial: El Nobel, galardón que se entrega desde 1901 a personas que hayan aportado el mayor beneficio a la humanidad. Esta insigne práctica, sin embargo, nace de la culpa. El sueco Alfred Nobel, inventor de la dinamita, sentía una gran responsabilidad porque su hallazgo le había permitido enriquecerse en base a una industria cuyo mercado además de ser la minería, también era la guerra. Por eso, en su testamento destinó gran parte de su fortuna a la Fundación Nobel, que sería la encargada de otorgar los premios.
Los campos a los que está orientado el reconocimiento y las respectivas instituciones responsables de la decisión son: Física (Real Academia Sueca de Ciencias), Química (Real Academia Sueca de Ciencias), Medicina (Instituto Karolinka), Economía (Banco de Suecia), Literatura (Academia Sueca) y la Paz (Comité Nobel del Parlamento Noruego).
Este año los anuncios de los ganadores la medalla de oro, el diploma y los US$1,2 millones trajeron varias sorpresas. Pero entre tanto nombre y descubrimiento, se nos pueden haber confundido u olvidado algunos de los premiados. Acá está la lista de los ganadores con su respectivo reconocimiento:
El británico Peter Higgs (84) y el belga François Englert (80) se adjudicaron el premio. Ambos fueron los responsables principales en el hallazgo del bosón de Higgs, popularmente conocido como "la partícula de Dios". Esta es una partícula subatómica que explica el origen de la masa y por ende, de la existencia misma del Universo que conocemos.
A pesar de que la existencia del bosón de Higgs fue formulada teóricamente en 1964, fue sólo en julio del año pasado cuando se logró confirmar gracias a las investigaciones realizadas en el Gran Colisionador de Hadrones, el acelerador de partículas más grande del mundo, ubicado bajo tierra entre Suiza y Francia.
El austriaco Martin Karplus (83), el británico Michael Levitt (66) y el israelí Arieh Warshel (73) fueron los acreedores del galardón. Ellos desarrollaron en la década del setenta la química computacional avanzada que permite simular en computadores reacciones químicas complejas, incluso sistemas biológicos.
La Real Academia Sueca aseguró que estos científicos sentaron las bases de los potentes programas que se utilizan para comprender y predecir los procesos químicos. "Los modelos computacionales que imitan la vida real son cruciales para la mayoría de los avances de la química actual", señalaron al anunciar los ganadores.
Los estadounidenses Eugene F. Fama (74), Lars Peter Hansen (61) y Robert J. Shiller (67) se llevaron el premio este año. El reconocimiento se debió a sus análisis empíricos sobre los precios de los activos, como acciones, bonos soberanos y bienes inmobiliarios.
En el anuncio de la academia se señaló que, a pesar de que no hay forma de predecir los precios de acciones bonos en el corto plazo, es "ciertamente posible predecir el curso amplio de los precios en períodos largos de tiempo entre tres o cinco años".
La canadiense Alice Munro (82) se convirtió en la decimotercera mujer en llevarse este galardón a casa, en los 112 años de existencia. Además, es la primera persona de Canadá en ganar esta área. Munro es considerada una de las voces más importantes de la literatura en lengua inglesa y se la reconoce por su armonioso estilo de relatar sus cuentos de forma clara y con realismo psicológico.
La "maestra del relato corto contemporáneo" como la definió la academia, anunció su retiro de la literatura este año. Los temas que suele tratar en sus textos son los problemas, amores y tragedias de mujeres en pequeños pueblos.
Los estadounidenses James E. Rothman y Randy W. Schekman y el alemán Thomas C. Sühof ganaron el Nobel en esta oportunidad. Ellos revelaron el misterio del "tráfico celular". Sus publicaciones respecto a los principios que determinan cómo las moléculas producidas por las células, son entregadas en el lugar y en el momento correcto.
La exacta organización de las células para transportar con precisión su material fue el descubrimiento de los ganadores. Esto ha permitido entender por qué ocurren enfermedades como la diabetes o trastornos inmunológicos. "Sin esta exacta organización maravillosa, la célula podría caer en el caos", dijo la fundación al anunciar los ganadores.
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) se llevó el premio. Su labor, desde 1993, es buscar la eliminación de las armas químicas. En las últimas semanas la organización ha tenido los ojos del mundo encima por estar supervisando la destrucción del arsenal químico en Siria.
El secretario del Comité Nobel, Thorbjorn Jagland, aseguró que la situación reciente que se vive en Siria "ha puesto de nuevo de manifiesto la necesidad de incrementar los esfuerzos para eliminarlas". La OPAQ tuvo harta competencia, siendo este año el récord histórico de candidatos por el premio, con 259 candidatos, de los cuales 50 fueron organizaciones.