La pega de un líder de recursos humanos (RRHH), no es solamente seleccionar, contratar, formar, emplear y retener al personal de una empresa. También es mantener a quienes forman parte de ese grupo, felices.
Y aunque en plena era de la automatización del trabajo, creamos que una labor como esta en el futuro podrá ser administrada por un software o robot (como ya se hace en algunas empresas), siempre habrán tareas irremplazables; conversaciones y asuntos delicados que resulta inevitable y necesario tratar cara a cara. ¿Cómo compatibilizar unos recursos humanos asertivos y que mantengan tu negocio andando a toda máquina, con un grupo humano que se sienta pleno en su trabajo?
El sitio FitSmallBusiness, quienes proporcionan información útil para quienes tienen pequeñas empresas en Estados Unidos,preguntó a connotados profesionales de RRHH sus mejores consejos. Con ello armó una lista en la que valoramos algunos de los tips más destacados, combinándolos con otros dictados por expertos que encontramos en otros medios y sitios de negocios.
Para partir, debes entender el marco legal en que se moverá tu empresa, pues muchos de los errores que los dueños cometen, son simplemente por no conocer las normativas. Una vez que te manejes como pez en el agua, podrás empezar a nadar, flexibilizando o estructurando ciertas áreas. ¿En qué debes enfocarte?
Es importante que te manejes en la protección y seguridad de los empleados, en prácticas de contratación, compensación, beneficios, horarios de trabajo, tiempos de vacaciones y licencias. Si estás perdido, puedes partir hojeando las leyes chilenas sobre gestión de RRHH aquí.
Muchas empresas pequeñas o que están partiendo, tienden a relajar sus procesos de incorporación de nuevos empleados, pensando que por contar con un ambiente familiar y cercano, no es necesario crear protocolos rígidos. ¡Nada más alejado de la verdad!
Desde el primer minuto en que un profesional entra a una nueva pega, comienza a crearse impresiones sobre el ambiente de trabajo, y es importante que en esta etapa inicial entienda que las cosas aquí se hacen de determinada forma. Esto afectará su rendimiento y lo ayudará a desenvolverse en este nuevo y aún desconocido escenario sin inseguridades. Si necesitas consejos para generar un modelo de contrataciones, este link te puede servir.
Todos queremos trabajar junto a personas con las que nos sintamos cómodas. Y si estás iniciando tu pyme de compostaje urbano, no querrás contratar a quien le tenga asco a las lombrices. Contrata a quien esté en línea con el espíritu que anima tus ideas, que comparta tu visión de mundo, para que así, juntos, puedan remar en el mismo sentido.
Una buena idea es hacer una lista de los rasgos que más valoras en un ser humano y luego incluirlos en la descripción del trabajo, así estarás incorporando no solo a alguien efectivo en su pega, sino también que cuenta con cualidades propias de tu cultura empresarial.
Métete el ego al bolsillo. Si estás buscando a un director de marketing, asegúrate de que sea muchísimo más creativo que tú, que pueda cuestionar tus ideas de manera constructiva y que tenga habilidades que ni te sueñas.
Contratar rápido no es lo mismo que contratar bien. Entonces, date el tiempo de elegir a las personas justas para el cargo. "Una mala contratación es tóxica, no solo destruye su propio rendimiento, sino que también reduce el rendimiento, la moral y la energía de quienes lo rodean", señala Laszlo Bock, quien fue jefe de RRHH de Google.
Se ha escrito bastante (nosotros mismos lo hemos hecho) sobre la particular manera que tienen los millennials de trabajar; que son poco comprometidos, que lo único que quieren es tomar su mochila e irse a recorrer el mundo, etc. Pero la verdad es que pueden ser un gran motor de tu empresa si sabes manejarlos.
Si te ha tocado trabajar con personas de esta edad (nacidos entre 1981 y 1996), de seguro habrás sido testigo de su nivel de compromiso cuando una pega los entusiasma, sus ganas por formar lazos más allá de lo profesional, por hacer las cosas de manera correcta y sin pasar a llevar a nadie, su intención de aprender y su mente creativa; todas cualidades de las que te podrás beneficiar.
Intenta no ser prejuicioso y, para sacarles el mejor provecho, combínalos con los baby boomers (aquellos nacidos entre 1946 y 1964) para que se produzca una sinergia de fortalezas.
Anda ahora mismo a tu repisa y traspasa toda esa información impresa sobre papel amarillento, a un formato digital. Si eres un profesional de los RRHH, ¡no puedes seguir utilizando esa noventera impresora!
Necesitas incorporar un software de extremo a extremo a través del cual puedas mantener actualizados los datos de tus empleados: asistencia, licencias, impuestos, vacaciones, isapres y más. Te ahorrará un enorme tiempo y le hará la vida más simple a todos (aquí puedes encontrar las descripciones de algunos de los más utilizados).
Y en esto quedan fuera los pitutos, nada de contratar a la hermana de la mejor amiga, porque finalmente tendrás una empresa en que todo el grupo de trabajo esté compuesto por verdaderos clones. Busca a personas distintas, con ideas diversas que contribuyan a tus objetivos desde diferentes flancos.
Como consejos: utiliza un lenguaje neutral respecto al género en todas tus publicaciones, organiza comidas en que todos participen, celebra los días de las minorías en la empresa y dale una revisión a todas tus imágenes corporativas, ¿podrían estar ofendiendo a alguien?
La retroalimentación es fundamental para el crecimiento de cualquier profesional y, de paso, para el desarrollo de tu empresa. Un buen café para felicitar a un equipo de trabajo, un mail de agradecimiento o una simple nota en el puesto, pueden hacer una enorme diferencia. Por otra parte, si es necesario corregir un trabajo, tampoco hay que guardárselo, pues el aprendizaje es parte de una saludable cultura laboral.
Y con retroalimentación nos referimos a una evaluación del trabajo en ambos sentidos: desde los empleados a los superiores y viceversa. Hacerse de este tipo de herramientas, como encuestas y formularios creados a través de Google, te permitirá ver los resultados con inmediatez y poder administrar cambios a tiempo.
Si con estos consejos te estás imaginando a un "jefe mejor amigo", no es precisamente lo que se busca. Es importante ser accesible y cercano pero, si estás a cargo de los recursos humanos, debes mantener una distancia profesional, recuerda que muchas veces serás tú el que deba comunicar las decisiones más difíciles de la empresa.
Los empleados requieren de reglas y estructura, lo que no significa ser frío, sino certero a la hora de indicarles el camino a seguir.
Como señala el ex jefe de RRHH de Google, "pon a tus mejores personas bajo un microscopio". Esto quiere decir, descubre sus habilidades más específicas; no solo tiene una excelente pluma (en el caso de un periodista), sino que se destaca especialmente cuando escribe sobre temas de ciencia, por ejemplo. Tú mismo aprende de él y permite que se convierta en un modelo para el equipo.
Y sobre los que están siendo calificados como "los peores", recuerda que fuiste tú mismo el que lo puso en ese cargo. Lo ideal es ser compasivo y ayudarlos a buscar nuevos roles. Sin embargo, si tampoco cumplen con las expectativas de la empresa, es importante que el despido se haga lo antes posible.
Esto debiese estar escrito con letras de oro sobre el escritorio de muchos jefes. Si estás exigiendo que las reglas se respeten, entonces tú mismo debes ser el primero en dar el ejemplo.
Volviendo al primer punto, para esto es importante conocer la ley y el reglamento de la empresa cabalmente: ¿llevas un control de las horas trabajadas?, ¿estás pagando correctamente por esas horas extra? Mantén los registros actualizados, cumple con tus empleados y colaborarás a un ambiente empresarial más sano y feliz.