¿Alguna vez pensaste que la construcción de un muro fronterizo que parecía una “loca idea” del candidato presidencial Donald Trump, podría concretarse? Muchos no lo creyeron real (al igual que el empresario pudiese ganar las elecciones). Pero henos aquí, ad portas de que el sueño del magnate de cercar Estados Unidos, comience a concretarse. Tras declarar en febrero emergencia nacional, consiguió los primeros fondos para la construcción del muro en la frontera sur.
Por otra parte, la otra pesadilla recurrente de Trump, que lo rondaba desde las pasadas elecciones presidenciales, al fin dejó de atormentarlo, ya que se dio a conocer tras dos años de investigación, una carta que lo exonera de las sospechas de intromisión rusa en su campaña presidencial. El fiscal general William Barr entregó las conclusiones del informe Mueller el pasado domingo, en las que el presidente es declarado “inocente” de toda conexión con Rusia e interferencia alguna para las elecciones.
En El Definido te contamos con detalles lo que acaba de ocurrir en esta buena racha para el mandatario de cabello dorado, y sus implicancias para Estados Unidos y el mundo.
Trump libre de polvo y paja
La Trama Rusa es la investigación en la que algunos acusaron a Rusia de influir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre de 2016. En ella participaron el FBI, comités del Congreso y el fiscal especial Robert Mueller. En pocas palabras, se acusó a Rusia de robar correos electrónicos del Partido Demócrata y distribuirlos a través de Wikileaks, justo en los días previos a las elecciones en que Hillary Clinton enfrentaría a Donald Trump. Esto, con el objetivo de ayudar a este último a ganarlas, por lo que se investigó si existió coordinación alguna entre el equipo del empresario y el gobierno de Putin.
El supuesto objetivo de todo habría sido difamar a la candidata demócrata para que no ganara las elecciones, y no solo eso, se ha dicho que la estrategia habría comenzado en 2014 para desestabilizar el sistema político estadounidense y la confianza de las personas en él. De esta forma, utilizando las redes sociales y las tan conocidas fake news para atacar a Clinton y apoyar a Trump, confundir a los usuarios de internet y a los electores.
Entre esta serie de hechos encadenados, en septiembre del año pasado el exjefe de campaña de Trump, Paul Manafort se declaró culpable y decidió cooperar con el fiscal que lideraba la investigación a cambio de una pena más baja. En noviembre, Trump forzó al fiscal general, Jeff Sessions, a renunciar. Posteriormente, el exabogado del presidente, Michael Cohen, admitió haber mentido al Congreso sobre esta causa. Y en diciembre, Trump nombró fiscal general a William Barr (quien ya había ocupado ese puesto con Bush padre).
Y así la novela continuó. En el mismo mes, se le dio una pena de tres años al exabogado del magnate por pagar para silenciar los adulterios cometidos. Ya en enero de este año, el fiscal acusó a Roger Stone, excolaborador de Trump, de siete delitos; entre ellos declaración falsa, obstrucción y manipulación de testigos. Luego, el 8 de marzo, Manafort fue condenado a 47 meses de cárcel por fraude fiscal y bancario.
Finalmente, el 22 de marzo de 2019, el fiscal especial Mueller entregó el informe sobre la Trama Rusa y el día 24 se dio a conocer su resolución: no encontró pruebas de conspiración, es decir, sin imputados del círculo del presidente por colusión y sin conexión entre Trump y Rusia (sin embargo, el resumen del fiscal general William Barr no es concluyente en cuanto a si Trump obstruyó la justicia). Y el mundo quedó en un “chan!” generalizado.
Sin duda, este resultado ha generado diversas reacciones; los demócratas piden que se haga público el informe lo antes posible y los republicanos por el contrario, han celebrado la exoneración del presidente y lamentado la supuesta “perdida en vano” de tiempo y dinero de los contribuyentes. El presentador de televisión, Chris Matthews preguntó a un periodista de NBC: “¿Cómo pudieron permitir a Trump salirse con la suya?”.
El muro va y antes de lo que pensábamos
Y aquí viene la segunda noticia que tiene Trump con la sonrisa pegada esta semana: hace dos días, el Pentágono notificó al Congreso la autorización de 1 billón de dólares (cerca de 700 mil millones de pesos) en apoyo al Departamento de Seguridad Interior (DHS) y la Patrulla de Aduanas y Fronteras para la construcción de vallas fronterizas en el límite sur con México. Las 57 millas de “muro” (92 kilómetros), de 5,5 metros de altura que se podrán construir con este dinero, se ubicarán en los sectores de Yuma y El Paso.
Luego de que Trump declarara emergencia nacional el 15 de febrero, una opción para concretar esta promesa de campaña surgió con claridad. La idea original del magnate era solicitar 5,7 billones de presupuesto y posteriormente 8,6, lo que terminó en el conocido “shutdown”, es decir, el cierre del gobierno por parte de Trump ante la negativa de parte importante del Congreso de aprobar su presupuesto para la construcción del muro. Sin embargo, esto vio, en parte, luz verde, con la aprobación del primer billón, y a la espera de lograr autorizar los fondos completos para construir antes de las elecciones de 2020, 722 millas (cerca de 1.200 kilómetros) de vallas que cerquen la frontera.
El presupuesto inicial de 1 billón de dólares será obtenido de una reprogramación de fondos del Pentágono y se indicó que se utilizará para la construcción de cercas, carreteras y otras medidas de seguridad en la frontera sur. El DHS autorizó a comenzar la planificación y construcción del proyecto el lunes y el Gobierno dijo que planea autorizar un billón y medio más en un futuro.Estos fondos que inicialmente fueron para políticas antidrogas, pasarán del Departamento de Seguridad Nacional al Cuerpo de Ingenieros del Ejército para comenzar la construcción.
Por supuesto, la oposición demócrata no tomó esta noticia de la mejor manera y algunos senadores firmaron una carta para el secretario de Defensa Patrick Shanahan, en la que se oponían al movimiento de esos fondos, reprogramación que él mismo había anunciado también por carta. Este gasto fue justificado por la Ley Federal, en que el artículo 10 del Código de Estados Unidos autoriza al DHS a construir rutas, barreras e iluminación con tal de impedir el tráfico de drogas fronterizo.
Pese a los esfuerzos de la Cámara de Representantes, no se logró anular el veto de Trump que declaraba emergencia nacional. Aunque aún no está todo escrito, ya que el Congreso podría intentar dejar la decisión del Pentágono sin validez y no reprogramar los fondos.
En cuanto a la exoneración de Trump de la Trama Rusa, esto recién comienza, ya que el informe completo no ha sido liberado aún y según una encuesta realizada por CNN, seis de cada diez estadounidenses quieren que el Congreso continúe la investigación. ¿Podría ser solo suerte pasajera? Probablemente lo sabremos en los próximos días.
¿Estás de acuerdo con los sucesos de esta semana?
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