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¿Malvados robots o superhéroes ambientales? 6 formas en que la inteligencia artificial puede ayudar al planeta
Puede que Terminator o Matrix te hicieran temer que los robots tomarán control del mundo, pero fuera de la ciencia ficción, la rebelión de las máquinas se acerca cada día más a la protección del medioambiente y la lucha contra los efectos del cambio climático.
“Tendremos comercio de energía entre pares e intercambio en la comunidad. Son lo que necesitamos para una red descentralizada y autónoma” (Celine Herweijer del Foro Económico Mundial).
Unos científicos realizaron hace poco un experimento que involucraba medioambiente y tecnología. Hicieron un robot capaz de trasladar larvas de coral resistentes al calor a un arrecife que estaba siendo afectado por las altas temperaturas del agua, producto del cambio climático, ayudando así a que el arrecife sobreviva. Éste es solo uno de los avances que involucra robótica e inteligencia artificial en los intentos de darle una mano a nuestro planeta.
Peter Harrison fue uno de los responsables de LarvalBot. El científico, director del Centro de Investigación de Ecología Marina en la Southern Cross University, recolectó larvas de coral que sobrevivieron a olas de calor el 2016, 2017 y 2018. La gracia es que estas no solo soportan el calor, sino que hasta se benefician de temperaturas altas. Ahí es donde entra el robot, para trasladarlas y dispersarlas por parte de la Gran Barrera de Coral australiana, el mayor arrecife del mundo.
“Miles de millones de larvas de coral son producidas durante desoves masivos de corales saludables, pero ya que la cobertura y la salud del coral ha disminuido al punto en el que sentimos que muy pocas larvas son producidas en las poblaciones restantes, necesitamos intervenir y dar una mano a la naturaleza”, dijo Harrison al medio EcoWatch.
Pero esta idea, aunque revolucionaria, no es la única que reúne tecnología y medioambiente. Un reporte del Foro Económico Mundial enumeró más de 80 posibles aplicaciones ambientales para la inteligencia artificial (IA). ¿Quieres conocer algunas?
Las energías renovables como la energía solar o eólica, sin lugar a dudas traen enormes beneficios. Lo mejor es que pueden ser instaladas en distintas partes del mundo ya que, mientras haya luz o aire, sus generadores pueden funcionar y ser situados tanto en medio de una ciudad como en una granja aislada o en una casa en la montaña. ¿Pero cómo se podrían coordinar todas estas instalaciones en una sola red energética, como nuestro sistema interconectado central? La IA puede tener la respuesta.
Un problema puede ser queel flujo de la energía renovable varía mucho dependiendo de las condiciones climáticas. Ahí es donde la IA puede ayudar, reaccionando al flujo de la energía y sus variaciones: coordinando, por ejemplo, los momentos en los que una fuente de energía se enciende y otra se apaga, o reaccionando cuando está aumentando la demanda de un usuario, mientras la de otro disminuye. Los sistemas de IA son flexibles y pueden hacer más trabajo y estar en más lugares que los humanos que manejan los sistemas interconectados, de acuerdo al reporte.
“Cuando tienes un sistema complejo con tantas fuentes de energía renovable, necesitan que ellas hablen entre sí, para que tú puedas hacer el almacenamiento y optimizar la carga”, dijo Celine Herweijer, una de las autoras del reporte, al medio Fast Company. “Eso no puede pasar sin que la inteligencia artificial permita que todas estas nuevas fuentes se unan. Esta habilitará nuevos sistemas donde tendremos comercio de energía entre pares e intercambio en la comunidad. Son lo que necesitamos para una red descentralizada y autónoma”.
Según el medio alemán Deutsche Welle (DW), los investigadores ya pueden descubrir el potencial de nuevos materiales con la ayuda de la IA y las bases de datos, ayudando así a disminuir nuestra dependencia a aquellos que hoy en día sabemos que causan gran daño al medioambiente, como el plástico o los combustibles fósiles.
La Base de Datos Abierta de Materiales Cuánticos (OQMD) es un ejemplo de esto, pues utiliza una base de datos abierta y herramientas computacionales para calcular las propiedades termodinámicas y estructurales de los materiales, con el fin de ayudar a enfrentar los desafíos energéticos, según explica su sitio.
De acuerdo a El País, estas bases de datos se basan en una innovación bastante revolucionaria. Como muchos saben, los bits de la computación actual operan la información en dos estados: cero o uno. Sin embargo, la tecnología cuántica trabaja también con la superposición de ambos, lo que recibe el nombre de qubits, aumentando con ellos de manera exponencial el procesamiento de datos.
Gracias a este tipo de bases de datos, los investigadores ya estarían descubriendo varios nuevos materiales, como óxidos de metal que podrían mejorar la eficiencia de las celdas solares para capturar la luz del sol y convertirla en energía.
¿Autos voladores como en los supersónicos? No precisamente, pero sí se trata de vehículos autónomos guiados mediante IA, que podrían ayudar a que la movilidad de las personas funcione acorde a su demanda. ¿Qué quiere decir esto?
Que, al optimizar las rutas y el tráfico en las ciudades, el transporte urbano se volvería más eficiente, teniendo un impacto final en una reducción de los gases efecto invernadero. Los servicios para compartir vehículos también podrían optimizarse con ayuda de la IA, generando algoritmos que ayuden a que el transporte sea de la mayor eficiencia y ambientalmente amigable, según el Foro Económico Mundial.
Cuando ocurren desastres naturales, la toma de decisiones se ve limitada por la información disponible para agencias gubernamentales o grupos de rescate, como en casos de evacuaciones por tsunamis o huracanes, por ejemplo. La falta de coordinación afecta la posibilidad de salvar vidas, viviendas y vida salvaje.
Los sistemas autómatas pueden analizar la información en tiempo real, como la generada por redes sociales. “No tenemos datos inteligentes para responder en tiempo real a desastres naturales”, señaló Herweijer a Fast Company. “Necesitamos alianzas público-privadas que reúnan a las agencias humanitarias y a grandes compañías satelitales que nos indiquen dónde empezar”.
Lo interesante es que hay formas emergentes de inteligencia artificial que no solo procesan grandes cantidades de datos. Hay técnicas como el deep learning o aprendizaje por refuerzo profundo, que requieren nada o casi nada de datos iniciales, ya que permiten que los robots vayan aprendiendo solos, como un niño, mediante ensayo y error, siendo recompensados cuando tienen éxito. ¿Da miedo?
Sí, un poco, pero el reporte del Foro Económico Mundial es optimista respecto a que esta tecnología pueda ser usada para el bien, y averiguar cuáles son las mejores estrategias para responder eficientemente a desastres naturales.
De hecho, la Universidad de Alberta ya está trabajando en un sistema para predecir, mediante datos meteorológicos históricos y una red neuronal artificial, dónde puede haber incendios forestales, ayudando así a prevenirlos, según cita la revista Forbes. Esto ayudaría también a predecir condiciones atmosféricas extremas –causantes de incendios- ayudando en general a una mejor predicción meteorológica.
Una agricultura más sustentable
La Inteligencia Artificial también es capaz de mejorar la producción de alimentos recolectando datos e imágenes de manera automatizada, para luego tomar decisiones y corregir acciones logrando así monitorear y controlar enfermedades que afecten a las cosechas, programar la alimentación del ganado y tomar otras medidas que ayuden a que se reduzcan los requerimientos de agua, fertilizantes y el uso de pesticidas, que estarían generando daños ambientales. De este modo, la comida que llega a nuestra mesa, podría ser obtenida de manera más eficiente y con menor contaminación asociada a su producción.
Así es como nuestras amigas máquinas lejos de volverse malvadas y tomar el control, podrían beneficiar a nuestro planeta dándole un merecido respiro y generando formas de vida más sustentables. Será decisión de los humanos si aprovechamos estos usos que la IA puede llegar a tener para ayudar al medioambiente. Mientras algunos son más negativos, otros mantenemos el optimismo al saber que siempre hay mentes trabajando para intentar crear la tecnología que nos ayude a lograrlo.
¿Conoces otros usos de la IA para colaborar con el medioambiente?
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