Si tenemos que pensar en personas que explican constantemente, lo primero que se nos viene a la mente son los profesores (o El Definido, ¡claro!). Prácticamente son unos verdaderos expertos en esto, pero no solo a ellos les toca esta difícil tarea. Quienes son padres también tienen que estar respondiendo a las preguntas que les hacen sus hijos, los periodistas explican lo que sucede en el mundo, los científicos también intentan hacer lo mismo e incluso los médicos tienen que dedicarle tiempo a esto cuando informan a sus pacientes el diagnóstico. ¡Prácticamente a todos nos toca ser “explicativos” en algún minuto de nuestras vidas!
Y no es algo que a todos les resulte fácil, o que todos hagan bien. ¿Quién no tuvo en el colegio un profesor al que nunca pudo entenderle? ¿Oquién ha intentado explicar algo complicado y ha terminado más enredado que cachipún de pulpo? Probablemente a varios nos ha pasado.
Captar lo esencial con… ¡poesía!
Explicar no siempre es simple, pero afortunadamente hay pequeños trucos o técnicas que hacen que podamos lograr el objetivo. Utilizar la poesía es uno de ellos. ¿Has oído hablar de los haikus?
Se trata de un tipo de poesía japonesa que se caracteriza por la simpleza y a la vez intensidad de su mensaje, mediante solo tres versos. Por ejemplo, acá hay uno publicado por el escritor argentino, Jorge Luis Borges:
Hoy no me alegran
los almendros del huerto.
Son tu recuerdo.
Ya… ¿Pero qué tiene que ver una cosa con la otra?
La poesía y en particular los haikus son una herramienta que nos permite resumir y simplificar al máximo una idea o concepto. El objetivo es lograr explicar con tan solo unas pocas palabras, algo que normalmente nos puede tomar más tiempo. Es un ejercicio que vale la pena hacer, sobre todo para aquellos que suelen irse por la ramas. Intentar esto te obligará a concentrarte en lo esencial de tu mensaje.
Para tener una idea más concreta sobre cómo funciona esto, a continuación te presentamos un ejemplo para que te quede claro como el agua.
Como menciona el sitio Quartz at Work, el oceanógrafo Gregory Johnson, escribió e ilustró una serie de haikus científicos para resumir un informe de la ONU sobre el cambio climático publicado en 2013 (sí, esta técnica funciona hasta para cosas que parecen tan complejas como esta). Su idea era poder difundir información importantísima para todos los habitantes del mundo, pero de una forma distinta, más creativa y fácil de digerir que un informe denso de cientos de páginas.
En español:
Aumenta el carbono:
El aire se calienta a través del siglo pasado.
Más fuertes lluvias caen.
Gracias a este breve y sencillo haiku, la idea central del informe queda clarísima, por nulo que sea el entendimiento de los detalles.
Como él, varios científicos se han animado a utilizar este tipo de poesía para encantar a un público que muchas veces no lee artículos técnicos, porque utilizan un lenguaje que no siempre es fácil de entender. Han descubierto que la poesía les da la posibilidad de poder jugar con el lenguaje y de captar más lectores.
Por ejemplo, el sitio Conservation Haiku reúne varios haikus científicos y, junto con ellos, publica explicaciones más detalladas sobre cada tema para aquellos interesados en profundizar. Aquí algunos ejemplos (están traducidos del inglés al español y suenan mucho mejor en su idioma original):
Glaciares -cruciales para
los paisajes, sistemas vitales, recurso
clave -bajo asedio.
Compartiendo nuestros espacios
la naturaleza, un vecino pasa por
fuera de nuestra ventana.
La vida, el don de la vida,
los polinizadores otorgan a
plantas, humanos, vida salvaje.
Algo similar han aplicado en algunas escuelas, donde los profesores están recurriendo a la poesía para que sus alumnos logren aprender química.
Así como la poesía está ayudando a que entendamos más sobre ciencia, nosotros también podemos utilizarla para intentar explicar cosas que son complicadas. La idea es que con este ejercicio poético, logremos transmitir lo más importante con un lenguaje sencillo, cercano y creativo. ¿Te animas a hacerlo?
Ideas claras conservan la amistad
Pero como en El Definido sabemos que no todos tenemos nuestro lado poético tan desarrollado, también te queremos dar otros tips para que puedas ser claro en tus explicaciones, ya sea frente a tus amigos o a una gran audiencia.
1. Actitud ante todo:
Como explica la científica inglesa,Emily Grossman, nuestros cerebros tienen "neuronas espejo" que nos hacen copiar las emociones de las personas con las que nos relacionamos. Entonces, si mientras explicas una idea estás feliz y relajado, lo más seguro es que tu público también se sienta de esa manera y, además, tendrás más probabilidades de que absorba la información.
Como recomendación, prepárate todo lo que puedas antes de tener que explicar algo complejo a alguien, así te sentirás seguro y lucirás relajado, lo que transmitirá confianza a tus interlocutores.
2. No le temas a las explicaciones simples:
A veces, creemos que usar un lenguaje más elevado o técnico le dará más importancia a nuestro tema, pero lo cierto es que si queremos que no queden dudas, el lenguaje sencillo (que cualquier niño entendería) es clave para lograrlo.
Las palabras más técnicas o complejas, déjalas solo si son un aporte y nunca te olvides de explicarlas, para que nadie quede marcando ocupado.
3. ¡Que entre por los ojos!:
Una imagen vale más que mil palabras, dice el dicho popular. Y es muy cierto; si tienes material visual para poder explicar tu idea, siempre será un aporte.
4. Clave saber con quién hablas:
Tu público es crucial para saber cómo presentar tu idea o explicación. Niños, jóvenes y adultos, utilizan distintos códigos y les llaman la atención distintas cosas. De hecho, entre personas de la misma edad, también puede haber un mundo de diferencia. Por ejemplo, si planeas usar un meme para explicar algo, probablemente tu público es joven, pero quizás no sea efectivo con mayores de 50 años.
5. Una cosa memorable:
Quizás el trabajo más importante que debes hacer antes de comenzar con tu explicación, es preguntarte qué es lo que que te gustaría que recordara tu audiencia si solo pudiera recordar una sola cosa de todo lo que dirás. También es bueno tener claro por qué quieres que recuerden esa cosa. Pon énfasis en eso y asegúrate de que nadie lo pase por alto.
Por último, es ultra mega importante evitar la “maldición del conocimiento”, es decir, asumir que tu audiencia sabe cosas que no tiene por qué saber si no está tan involucrada en el tema como tú. Esto puede hacerla sentir incómoda y obviamente afectará tu explicación.
¿Tienes algún otro consejo para compartir?
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