Algunos nos dan miedo por “razones evolutivas”, como las arañas, de quienes siempre nos hemos alejado debido a un auténtico instinto de supervivencia. Pero el origen de la tenebrosidad de los búhos, gatos negros y sapos, está en historias que surgieron en la época medieval, de la mano de presagios siniestros y brujas. Estas son las extrañas historias detrás de estos animales, símbolos de Halloween.
Aunque la mirada de los búhos sea penetrante y sean capaces de dar vuelta sus cabezas en 270 grados, estas no son las únicas razones de por qué este animal es uno de los símbolos de Halloween.
Hace siglos, en la Antigua Roma y en la Europa medieval, se decía que las brujas se transformaban en estos animales nocturnos para volar en la noche. Esas mujeres que antes del desarrollo científico eran consideradas culpables de las tormentas, pestes, mal clima y muchos otros sucesos negativos, también tenían esta curiosa capacidad, en el imaginario popular.
La brujería ha sido parte de la historia de casi todas las sociedades, incluyendo Asia, Europa, y muchas colonias de América. Eran consideradas personas que practicaban la brujería, hacían hechizos mágicos y pedían ayuda a los espíritus. Incluso se creía que la mayoría de ellas eran paganas y hacían el trabajo del diablo.
En varias culturas también ha existido la creencia de que las brujas tenían poderes de transformación, adoptando la forma de distintos animales y, al parecer, el búho era uno de sus disfraces favoritos.
En México les dicen “tecolotes” y normalmente cada vez que veían pasar uno, para ellos era realmente una bruja en el cuerpo de un búho. Si se veía uno atravesar la luna en el cielo, algunos decían que recitar el Padre Nuestro al revés, lo hacía caer... Así se salvaban del macabro objetivo que tenían entre manos, como secuestrar a los niños en la noche, a quienes sacrificaban en honor a sus dioses (o demonios), según la cultura popular. A veces, se creía que tenían otro objetivo o negocio, como vengarse de sus rivales por la noche, cuando las brujas estaban enmascaradas.
"Cuando el tecolote canta, el indio muere”, dice un popular dicho de la cultura mexicana. Se creía que el chillido del búho anunciaba la muerte, por lo que la gente temía cada vez que lo escuchaba, o también si simplemente los visitaban a sus casas. Así que crearon un dicho para alejar a los búhos: “Tecolote mal formado, que cantas toda la vida, cántame el alabado, de la inmácula concebida”.
Un análisis de este dicho explica que había una percepción tétrica de este animal y que se sentía la preocupación constante de que la muerte podía estar cerca. “...Cántame el alabado, de la inmácula concebida”, tiene que ver con el reconocimiento de la impotencia humana ante la muerte y así, la necesidad de apelar a la protección divina, como describió Arturo Ortega, investigador del lenguaje.
Pero no solo en México se creía en esta superstición, sino que en Roma también. Según la folklorista e historiadora de la ciencia antigua, especialista en mitos precientíficos y tradiciones orales, Adrianne Mayor, las muertes de los emperadores Romanos, Julio César y el Emperador Augusto, fueron anunciadas por el canto de un búho.
Para evitar este presagio de la fatalidad, los romanos clavaban búhos muertos en la puerta. Esta creencia persistió en el siglo XIX en Inglaterra y, en parte, hasta ahora, porque aún en el 2018 nos imaginamos tenebrosos escenarios con el grito o la sombra de un búho nocturno.
En la época medieval, también se tenía una mala imagen de los gatos negros. No como ahora que algunos tratan de alejarse de ellos por la superstición mundial de que si se cruza por tu camino te dará mala suerte, sino que se creía que eran cercanos a las maléficas brujas de ese entonces e incluso a Satanás. De hecho, si veían a personas con gatos negros eran castigados o simplemente asesinados. Algunos los veían como mitad demonios y mitad hechiceros.
"Se creía que los gatos, especialmente aquellos tan negros como la noche, eran los compañeros de las brujas en la Europa medieval; algunas personas incluso pensaban que las brujas renacían como gatos negros", dijo Adrianne Mayor a National Geographic.
Estas supersticiones incluso llevaron a algunos grupos a matar gatos negros y quemarlos en hogueras, al igual que a las brujas, en algunas partes de Europa.
Y una de las razones de por qué los pobres gatos negros quedaron con esta mala imagen, tiene que ver con la forma de sus ojos. Todos los gatos tienen pupilas con forma vertical, lo que es una característica común de los depredadores nocturnos que cazan cerca del suelo, al igual que las serpientes(las que también suelen ser relacionadas con el diablo). Incluso se ha demostrado que los animales de color negro, son más rechazados y menos adoptados que animales de otro color.
Por esta relación entre los gatos y el diablo, la iglesia católica también condenó a estos felinos. Según The Washington Post, se creía que los gatos negros eran Lucifer disfrazado, por lo que en esa época los animales fueron quemados y lanzados desde campanarios. Esta práctica aún es recordada en Bélgica en un festival pero, menos mal, solo se lanzan gatos negros de peluche.
Los sapos también tienen orígenes mitológicos que los llevaron a ser relacionados con la tétrica festividad del 31 de octubre. No solo por ser considerados criaturas poco atractivas con una piel verrugosa, sino que se sabía que sus cuerpos contenían toxinas, lo que acrecentaba las creencias que los demonizaban, explicó Mayor.
Además, según la experta, se creía que los sapos eran parte de los ingredientes de las pociones que hacían las brujas en ese entonces. "Los antiguos griegos y romanos creían que los sapos tenían dos hígados, uno lleno de veneno mortal y el otro que contenía un antídoto. Por eso se usaban a menudo en hechizos mágicos y brujería desde la antigüedad hasta la Edad Media, e incluso más allá, en Europa”, agregó.
También se usaba a los sapos para hacer rituales satánicos en Francia en el siglo XVII. “Estas asociaciones con el veneno y la brujería, dieron a los sapos una reputación infame que todavía se aferra", dijo Adrianne Mayor.
Muchos otros animales son relacionados a la noche de brujas. Arañas, murciélagos y cuervos, han entrado a esta categoría. Algunos por mitos antiguos que surgieron a causa de la misteriosa vida de estas criaturas, en su mayoría nocturnas.
Y no solo han estado envueltos en supersticiones e historias antiguas, sino que también han inspirado la creación de nuevas criaturas mitológicas y tenebrosas que solemos recordar en Halloween. Por ejemplo, la estirge, un ser volador de la mitología romana que fue inspirado en el búho nocturno, en los cuervos y en los murciélagos. Un tenebroso animal de ojos rojos o amarillos, con forma de pájaro y cuatro patas con las que se decía que agarraba a sus víctimas.
La leyenda decía que había que matar a la estirge antes de que atacara, porqueuna vez que se agarraba a su víctima, era imposible despegarla de su cuerpo, hasta que terminara de succionar su sangre, y quienes eran atacados por el animal morían rápidamente.
Cuervos, búhos, ancas de rana, sangre de araña y escupo de murciélago. ¡Que tengan un siniestro Halloween esta noche!