La mano genera luz. Debe ser lo más cercano a tener superpoderes que hemos llegado, si aún soñamos con eso. Aunque obviamente la base es científica: la temperatura corporal tiene el poder de generar electricidad. A partir de un fenómeno descubierto en el siglo XIX, una estudiante creó una gran solución: una linterna que se prende con tomarla. No más pilas, bien para el medio ambiente. No más gasto en pilas, bien para un acceso amplio.
Conoce acá el proyecto de la escolar que demostró que hoy en día los avances tecnológicos no son patrimonio sólo de grandes empresas.
Ann es una estudiante de secundaria canadiense y le impactaba la cantidad de pilas y baterías que se usan y desperdician contaminando el medioambiente. También el hecho de que en el mundo existan tantos jóvenes que no pueden estudiar en las tardes por no tener acceso gratis a luz. Entonces pensó en aprovechar la energía humana, específicamente el calor.
Sabía que como seres humanos, irradiamos un calor equivalente a una ampolleta de 100 watts, explicó en Mashable. Se preguntó, ¿Por qué no aprovechar eso? Conocía unas placas que replican el efecto Peltier, una propiedad termoeléctrica que permite generar electricidad a partir de la diferencia entre frío y calor. Ann decidió aplicarlo para resolver el problema.
Estas placas perciben la diferencia de temperaturas en su cara interior y la exterior. La estudiante las aplicó al cuerpo de una linterna y le agregó algunos componentes necesarios para generar la corriente y una ampolleta LED y voilá: una linterna que se prende con solo tocarla. La llamó "Hollow Flashlight" o linterna hueca, por su ausencia de baterías.
Al tomar la linterna, el calor de la palma de nuestra mano genera la electricidad y así es posible iluminar sin pilas ni baterías durante un tiempo considerable. Puede durar hasta unos 20 minutos encendida, según ha probado Ann. Ella aclara que el tiempo de duración depende de que se mantenga una diferencia entre la temperatura de medio ambiente y la mano. Y las manos a veces se enfrían.
Así que si un día gris y frío tenemos muchas ganas de hacer una excursión nocturna por un bosque, quizás sea mejor llevar una linterna convencional, pero para tenerla en el velador para una excursión nocturna al refrigerador, viene de perillas. Además, en ambientes más cálidos, la iluminación de la linterna probablemente sea menos brillante que otros más fríos, considerando que la temperatura del cuerpo se mantiene normalmente alrededor de los 35 - 37°C.
Ann asegura que este sistema se puede usar para otros dispositivos. Actualmente está trabajando para patentar su idea. Si logra ganar la Feria de Ciencias de Google este 23 de septiembre con este creativo y práctico invento, recibirá una beca de unos 25 millones de pesos y un viaje a las Islas Galápagos.