“La mente liberada es lo suficientemente abierta para ver muchas posibilidades, suficientemente humilde para aprender cualquier cosa y de cualquiera, lo suficientemente tolerante para perdonarlo todo, suficientemente perceptiva para ver las cosas como son y lo suficientemente razonable para juzgar su valor verdadero”.
¿De quién es esta iluminada cita? De Konosuke Matsushita, el visionario creador de Panasonic sobre quien hoy te contamos su historia.
Panasonic, una gran y exitosa empresa que tiene un impacto global, alguna vez fue apenas un pequeño emprendimiento… Fue fundada por un jóven ingeniero de 23 años que trabajaba en una empresa de electricidad. Su nombre era Konosuke Matsushita, quien un día tuvo una idea que su inquieta mente no dudaría en llevar a cabo: fabricar un nuevo tipo de soquete para ampolletas.Hizo un prototipo y se lo presentó a su supervisor: le dijo que no servía y que nada obtendría de su invento.
Pero fue tan grande su convicción de que podría vender el soquete, que decidió dejar su trabajo y convertir una casa en una fábrica: los primeros tres empleados de la empresa que algún día se convertiría en Panasonic, los componían él, su pareja de 22 años y su cuñado de 15. En sus inicios el nombre de la empresa era Matsushita Electric.
Su fábrica estaba situada en tres habitaciones de la casa, donde había un par de prensas para moldes y otras herramientas. Difícil era sospechar que el jóven Matsushita un día sería fundador de una empresa con más de 250.000 empleados y una persona reconocida a nivel mundial, tanto por su ingenio como por su manera de llevar el negocio.
El jóven emprendedor estaba convencido de que los accesorios eléctricos para el hogar eran una gran oportunidad de negocio: su olfato comercial no pudo ser más acertado. Así como él muchos otros emprendedores sembrarían semillas que darían grandes frutos y la ingeniería japonesa seduciría a las masas.
Matsushita se quedaba hasta altas horas de la noche pensando y rediseñando sus productos: logrando crear incluso un soquete para dos ampolletas. Su manera de hacer las cosas y el alto nivel de exigencia que imponía en sus productos, harían destacar enormemente su mercancía por sobre la competencia: era de mejor calidad y entre un 30 y 50% máseconómica, una combinación letal para quien se le impusiera en el camino.
La gran creatividad del fundador le obligaba a tener lápiz y papel en su velador, a fin de anotar las ideas que se le ocurrían mientras dormía. Su nuevo acierto sería para un problema que le afectaba con frecuencia: la lámpara de su bicicleta se agotaba rápidamente y muchas veces le abandonaba cuando más la necesitaba.
Trabajó durante 6 meses en varios prototipos, hasta que logró una lámpara con batería que podría durar entre 30 y 40 horas, 10 veces más que una convencional. Luego, a fin de vender con mayor facilidad su invención, dejaría varias muestras en las tiendas, y su lámpara se transformaría en un éxito.
La gente comenzó a valorar los productos producidos en la pequeña fábrica, lo que obligó a Matsushita a incrementar cada vez más la producción; a cuatro años de su precario inicio, tuvo la capacidad de construir su propia fábrica y sobrepasar los 50 empleados.
Llegó la famosa Gran Depresión de 1929 y la creciente fábrica tuvo que superar una dura prueba: las ventas caían y otras empresas comenzaban a despedir a sus empleados. El ingenioso Matsushita no permitiría que eso le ocurriese a sus trabajadores; optó por mantenerlos a todos trabajando media jornada en la fábrica y además ayudando a vender los productos.
Su original idea les permitió superar los difíciles momentos que se vivían y dar el ejemplo a otros empresarios. Acorde a la filosofía de Matsushita, todas las personas son como reyes, seres únicos y magníficos; ello hacía que intentase cuidar de sus empleados, dejando como última alternativa despedirlos.
A inicios de los 30s, Panasonic comenzaría a producir sus primeras radios, luego seguirían los motores, las lavadoras, los televisores y decenas de otros inventos. La compañía lograría levantarse de duros golpes después de la Segunda Guerra Mundial y conquistaría el mercado norteamericano.
El fundador de Panasonic parecía ser un hombre muy adelantado a su época: implementó una jornada de cinco días laborales, cuando normalmente eran seis, y además sostuvo igualdad de salarios entre hombres y mujeres. También fomentó la meditación y el deporte al interior de su empresa. Acorde a la visión de Matsushita, la misión de una empresa de manufactura era derrotar a la pobreza produciendo una abundante cantidad de bienes a bajo costo.
La inusual manera de pensar del joven inventor, elevaría tremendamente a Panasonic, pues la empresa funcionaría con destacable eficiencia y sus productos llegarían a ser utilizados en todo el mundo. Además de crear una gran compañía, Konosuke fue capaz de sintetizar parte de su pensamiento en variedad de libros, como por ejemplo: Not for Bread Alone, donde comparte interesantes pensamientos acerca de cómo se debería administrar una empresa.
Panasonic comenzó vendiendo soquetes de ampolletas y lámparas de bicicletas… Cien años más tarde, haría desde robots hasta vehículos. Nació en un mundo totalmente diferente, donde unos incipientes aparatos electrónicos tímidamente comenzaban a acercarse a la vida de la gente.
El fundador de Panasonic tenía una mente tan aguda, que fue capaz no solo de crear útiles inventos, sino que también de inspirar y construir una empresa donde el ingenio florecería. Su forma de ver los negocios era muy avanzada para su época. Konosuke Matsushita fue un visionario, cuya huella en el mundo persiste hasta el día de hoy.