La mayor preocupación de esta joven de 23 años siempre ha sido el medioambiente y su cuidado, y hasta hace dos años pensaba que llevaba una vida acorde a estos valores; cursando estudios medioambientales en la Universidad de Nueva York, Estados Unidos. Pero un día se dio cuenta que su refrigerador estaba repleto de envases de plástico, y así notó que lo que predicaba era una contradicción; decidiendo, de un día para otro, renunciar para siempre y por completo a este material.
Empezó a investigar sobre cómo hacer realidad la idea de no generar basura y encontró la página web Zero Waste Home, de una familia de California que ya desde hacía bastante tiempo vivía sin usar plástico ni generar basura alguna. Así fue como Lauren se entusiasmó al ver cómo una familia de cuatro integrantes era capaz de vivir sin generar residuos y decidió crear su propio blog Trash is for Tossers que se podría traducir recatadamente como “la basura es para flojos” (o, de manera menos elegante "para pajeros") el que además de explicar su forma de vida, expone sus ideas y ofrece las alternativas a lo desechable que ha ido descubriendo: cepillos de dientes de bambú, copas menstruales en vez de tampones o toaliitas higiénicas, utensilios de cocina de madera en vez de plástico, entre otras.
La basura de cuatro meses de Lauren consiste en cuatro adhesivos que traían las frutas orgánicas y todos sus desperdicios de dos años caben en un frasco pequeño de conserva. ¿Cómo lo logra?
De a poco y tras mucho tiempo estudiando el tema, Singer empezó a acostumbrarse a una nueva vida bajo el lema "Cero Residuo”. Lo primero que dejó fueron los productos envasados. Dejó el auto y se traslada a pie o en bicicleta. Comenzó a salir a todas partes con bolsas de tela, a comprar ropa usada, a fabricar sus propios cosméticos y productos de limpieza y a comprar productos orgánicos y a granel.
En su blog comparte dos simples pasos para lograr cero residuos:
1. Evaluar tu rutina diaria y hacerte preguntas como ¿cuánta basura estoy produciendo y de qué tipo?, ¿cuál es la razón por la que quiero disminuir mi impacto?, ¿qué productos uso de los cuales podría optar por alternativas más sustentables?, ¿cuánto y qué es lo que necesito para ser realmente feliz?
2. Deshacerse de las cosas innecesarias, a través de distintos tips, como llevar una bolsa reutilizable a todas partes, deshacerse del plástico, reciclarlo y cambiarlo por vidrio, acero inoxidable, algodón orgánico o madera. Donar, vender o intercambiar lo que ya no usas y conseguir lo que te falta de segunda mano. Comprar comida orgánica, local y a granel (sin envases).
Lauren cuenta en su blog que la basura orgánica, incluido el papel higiénico,lo lleva una vez a la semana a un lugar donde la transforman en compost, y que cuando su ropa, sábanas o telas están muy viejas, las lleva a un lugar donde las reciclan.
Por otro lado, cuenta que tras mucho estudio, ha ido aprendiendo recetas para todo, que comparte paso a paso en su blog. Fabrica pasta de dientes, crema para la piel, jabón, detergente para la lavadora, etc. Y que por ejemplo, para el detergente sólo se necesitan tres ingredientes: bicarbonato de sodio, carbonato de sodio y jabón de castilla, el que fabrica para uso personal y también lo comercializa, a través de su compañía recién creada, The Simply Co.
Además de entregar todo tipo de alternativas a lo desechable, Lauren comparte todas las tiendas que va conociendo en las que venden los productos sustentables alternativos, como por ejemplo la página web Life Without Plastic, en la que encuentras todo tipo de alternativas para los clásicos productos plásticos de uso diario como cucharones de palo, cubetas de hielo de acero inoxidable, cajas para sustituir los tappers, cremas, shampoos, etc.
Además de beneficiar al medio ambiente al no generar basura, la joven cuenta que al optar por productos orgánicos y a granel, come mucho mejor y de manera más sana; al optar por reciclar y por comprar ropa y artículos de segunda mano, ahorra una cantidad de dinero asombrosa, y al no tener basura ni deshechos, su hogar está libre de infecciones y toxinas. Al menos, de aquellas provenientes de la basura.
Lauren cuenta que hace dos años que cambió radicalmente su vida para mejor y que se siente feliz y útil. “ Empecé a vivir una vida que haría feliz a cualquiera. Esta es la mejor manera de conocerse a uno mismo. Algunas restricciones que aparecen al principio después inspiran.Y, además, por supuesto, estoy ayudando a salvar el planeta”.