*Esta nota fue publicada originalmente el 22 de agosto de 2018. Hoy la destacamos porque mañana, 8 de diciembre, Alyssa Carson se presenta en fiiS 2018 (Parque Araucano de Las Condes).
Alyssa Carson (17) todavía recuerda a los
Backyardigans vestidos de astronautas descendiendo hasta aterrizar en el Planeta Rojo, o como le dice ella, su casa. En ese episodio, que marcó la vida de la entonces niña de tres años, los amigos analizan la tierra de Marte, las rocas, las montañas rojas, viven una lluvia de meteoros e inspeccionan cuevas. Alyssa corrió a preguntarle a su papá sobre este planeta, y él le explicó que el humano solo había llegado a la Luna, pero que cuando ella creciera sí se podría ir a Marte. Que su generación sería la generación de Marte.
Buscó imágenes, videos y toda la información a la que podía acceder del planeta. Y con el tiempo y apoyo de su papá, Bert Carson, es hoy una de las
mejores candidatas para ir en la misión de la NASA en 2033. En El Definido llamamos por teléfono a Alyssa, quien nos contó de sus proyectos y su motor en la vida: pisar un día el Planeta Rojo.
Hace 14 años se entrena para ir a Marte
Alyssa no tiene una rutina específica. Siempre está haciendo cosas distintas, un día puede tener clases en el colegio y después ir a su casa a hacer sus tareas. “Otros días tengo clases espaciales en las tardes. A veces me tengo que ir de mi colegio e ir a otros a contarle a niños sobre mi experiencia para inspirarlos a que sigan sus sueños”, cuenta a El Definido. Si es que tiene que hacer entrenamientos más largos se va por una semana, más o menos, pero siempre está aprendiendo o entrenando para un día ir al espacio.
“Mi mayor motivación para ir a Marte en un principio era curiosidad, ir a conocer otro planeta, donde nadie nunca ha estado. Pero a medida que crezco me doy cuenta de la
importancia que significa para la humanidad, y lo que podemos ganar todos de la misión a Marte, por la investigación que requiere y los avances tecnológicos que se desarrollarán. Es por lo que siempre he trabajado, lo que me interesa y lo que me veo haciendo en el futuro”, nos dice Alyssa.
Desde que tiene siete años, ha estado construyendo un currículum para destacarse y ser una de las elegidas en un tiempo más. Sabe que ser astronauta es muy difícil, y más difícil aún que la seleccionen entre los
18 mil postulantes de la misión a Marte para 2033, de los cuales eligen solo a 12.
Tiene 17 y acaba de empezar su último año en el colegio Internacional de Baton Rouge, en
Louisiana, donde vive con su padre. En el colegio les hacen las clases en cuatro idiomas —inglés, español, francés y chino- y Alyssa habla todos de manera fluida.
“Es importante para los astronautas poder comunicarse en varios idiomas. En la
Estación Espacial hay astronautas de todas partes del mundo y es bueno ser capaz de conversar con otros en su lengua nativa”, nos dice Alyssa, también conocida como “Blueberry”, su nombre asignado por la NASA.
Además, ya ha pasado por cursos de nivel universitario en la
Academia Avanzada Espacial Possum (Polar suborbital science in the upper mesosphere o Ciencia suborbital polar en la mesósfera superior), donde fue aceptada a finales del 2016, convirtiéndose en la persona más joven del mundo en entrar al programa y graduarse. Esto la certifica como científica y astronauta entrenada, o sea que, a su edad, ya puede ir al espacio.
En Possum hacen diferentes entrenamientos y estudian lo que está pasando en la capa superior de la atmósfera. Tuvo que hacer entrenamientos de microgravedad, entrenamientos con el traje espacial, intentos de escape de cápsulas, clases de compresión y otros seminarios teóricos.
"
Diría que una de las cosas más difíciles que tuve que hacer, fue un entrenamiento de supervivencia bajo el agua. Estábamos en una cápsula, un prototipo de la nave de Orión, en la piscina. Equipados con los trajes espaciales que son muy pesados y teníamos que escapar. Empujarnos y salir de ahí con todo el peso, y en esos espacios bajo el agua no es algo fácil de hacer solo, requiere de mucha fuerza y harta motivación del equipo para seguir adelante”, nos cuenta Alyssa.
Graduados de Possum completan primeras pruebas espaciales de escape en naves y escenarios de supervivencia en el agua. Fuente: Project Possum
|
Y no solo hacen entrenamientos físicos para prepararse para ir al espacio, algunas de las clases que tienen que pasar son: introducción a la ciencia atmosférica, a la
mesósfera, a la ciencia de la nube noctilucente (nubes que se forman al borde del espacio, en la mesósfera), a la dispersión atmosférica, introducción a la fisiología de los viajes espaciales, los efectos fisiológicos de los viajes espaciales, efectos de la hipoxia, sistemas de soporte de vida espacial, entre otros.
El currículum de la perfecta marciana
Astronauta en entrenamiento con Possum Academy, oradora global y future Mars walker (persona que pisará Marte), es el resumen de su currículum de seis páginas.
La Academia Possum no es el único entrenamiento espacial que la joven ha tenido. Ha visto despegar tres
transbordadores espaciales (nave espacial de la NASA), ha ido al Campamento Espacial siete veces, a una Academia Espacial tres veces, fue a una academia de robótica y a múltiples campamentos Sally Ride.
En estos campamentos pasa por distintos simuladores que demuestran cómo es la vida en el espacio, por ejemplo, en cuanto a su gravedad. También ha tenido que construir cohetes desde cero manteniendo a un huevo intacto dentro, entre otros desafíos.
Por si fuera poco, en 2012 y 2013 fue al Campamento Espacial de la Nasa en Turquía y Canadá, por lo que
es la primera persona que ha ido a los tres campamentos de la NASA en el mundo. También es la única persona que ha completado el programa Passport de la NASA, o sea que estuvo en los 14 centros de visitantes en nueve estados.
Cuando tenía 12 años, la NASA la invitó a discutir en un panel sobre las futuras misiones a Marte. Era en vivo y a través de la televisión de la organización espacial. “Los otros panelistas eran profesionales con PhDs y un astronauta. Fue increíble que ellos quisieran saber de mí, mi trayecto hasta ese entonces, sobre mi sueño de ir a Marte y cómo planeaba hacerlo realidad”, dice.
Y no solo tiene posibilidades de ir a Marte con la NASA.
Mars One es un proyecto privado internacional que también planea una misión al Planeta Rojo, solo que ellos harían solo un viaje de ida para quedarse a colonizar. Alyssa dice que, si puede elegir, preferiría volver a la Tierra, pero si esta se convirtiera en su única opción, igual se iría, quedándose para siempre en Marte. Hoy es una de las embajadoras de Mars One.
“El día en que Alyssa se vaya va a ser agridulce. En parte voy a estar orgulloso porque ha alcanzado sus sueños,
pero también va a ser un día muy triste porque podría no volver a verla”, dice Bert Carson, conteniendo las lágrimas.
Ha dado múltiples conferencias, incluyendo una
TEDx a los 13 años y otra para X-STEM, en la Convención Internacional de BBYO, entre otras. Aunque Alyssa es muy joven, realmente está cerca de cumplir lo que siempre ha querido. Sus charlas se tratan principalmente de inspirar a jóvenes a seguir sus sueños y hacer todo lo posible para alcanzarlos. También suele recalcar la importancia de ayudarnos entre todos a cumplir nuestras metas, porque dice que ella no estaría donde está sin ayuda de su papá y muchos otros.
Por lo mismo creó la Fundación Blueberry: “realmente quiero que otros niños tengan las oportunidades que yo he tenido y que puedan ir a campamentos espaciales, que por lo menos a mí me mostraron que sí puedo vivir mi sueño. La experiencia también me sirvió para darme cuenta sobre lo que más me interesa del espacio. Quiero que la gente tenga la oportunidad de interesarse en la ciencia y en el espacio, encontrar sus sueños y ayudarlos a que se hagan realidad”.
Tiene un certificado de buceo y está tratando de sacar licencia de piloto, entrenamiento que aún no ha completado, pero dice que sí ha volado pequeños aviones. “Es importante saber bucear, porque gran parte de nuestro entrenamiento es bajo el agua, pues es lo más cercano que tenemos al espacio”, nos dice Alyssa.
¡¡Fue un día muy entretenido, hablé con niños para inspirarlos y tuve una clase de vuelo!! Fuente: Instagram @nasablueberry
|
¿La elegida?
“La NASA se toma a la gente como Alyssa muy seriamente.
Está en la edad perfecta para algún día convertirse en una astronauta y viajar eventualmente a Marte. Está haciendo exactamente lo que debería, tomando el entrenamiento correcto y siguiendo buenos pasos para realmente convertirse en una astronauta”, dice Paul Foreman, de la NASA.
Si todo sale bien, la misión se hará en 2033, porque en ese preciso año el Sol va a tener menor cantidad de radiación y Marte estará más cercano a la Tierra de lo que ha estado en miles de años, dice su padre.
También tendrán la tecnología perfeccionada para que exista la máxima seguridad y todo salga en orden. “Si fuera unos años mayor o unos años menor, esto no funcionaría, pero la manera en que las puertas se han abierto para ella…
es definitivamente el destino ayudando, porque esta niña está destinada a ir a Marte”, dice Bert.
Y aunque este sueño lo concibió a los tres años, sus ganas no han cambiado. Ha seguido consejos de astronautas sobre qué tiene que hacer para que la elijan para ir a Marte y constantemente busca y realiza cosas para sobresalir. Hoy es
considerada una de las mejores candidatas y realmente cree que podrá lograrlo, si sigue trabajando como lo ha hecho.
La joven también tiene planeados sus próximos pasos. Aún no puede postular al
programa de astronautas de la NASA, porque los requisitos son tener un título universitario y experiencia laboral en su especialidad, sin embargo, Alyssa planea ir a la universidad y sacar un PhD y un Master en Astrobiología. ¿Y por qué? Porque lo que más le gustaría hacer en Marte, es investigar señales de vida bacteriana.
“En 15 años desde ahora estaré en casa, parada sobre arena roja, mirando hacia el cielo despejado, buscando un punto pálido en el cielo, buscando nuestro planeta Tierra”, dice Alyssa, con confianza en que logrará ser parte de la misión a Marte.
La misión a Marte en 2033
“Siempre me preguntan por qué deberíamos ir a Marte y cómo esto va a ayudar a cambiar el mundo. Lo primero que se me ocurre cuando escucho esta pregunta, es un proverbio griego: ‘
Una sociedad se vuelve grandiosa cuando los viejos plantan árboles sabiendo que nunca se podrán sentar en su sombra’. Esto nos enseña sobre la importancia de planear a futuro para otras generaciones. Nuestros ancestros han explorado y han hecho nuestro mundo un mejor lugar para vivir. Y la misión a Marte hará lo mismo”, explica Alyssa.
La joven promesa de la NASA dice a El Definido, que está demostrado
que las especies que solo se quedan en un planeta, se extinguirán, por lo que es importante que nos sigamos moviendo. En un principio, solo se hará investigación en el planeta para analizar si sería posible terraformarlo (volver el planeta habitable para seres humanos) y posteriormente es posible que muchos puedan ir a vivir allá o incluso vacacionar en Marte, un día no muy lejano.
Se espera que la primera misión dure alrededor de tres años, si se hace a través de la NASA. Tomaría más o menos seis meses llegar allá, se quedarían un poco más de un año esperando que los planetas se vuelvan a alinear en un punto cercano y después tomaría alrededor de nueve meses volver a la Tierra.
Nos cuenta que sabe que existe la posibilidad de que sus planes cambien de acá hasta que tenga 32 años, pero
hasta ahora su pasión por ir a Marte solo ha ido en aumento, y dice que cualquier otra cosa que quiera hacer tendrá que ser después. La NASA busca gente que no haya formado una familia porque significa una distracción y es importante que los astronautas estén completamente concentrados en la misión.
Este no es su único sacrificio. Cuando vuelva de la misión a Marte probablemente necesite ayuda de un kinesiólogo para volver a caminar normalmente, ya que tanto tiempo en el espacio puede atrofiar los músculos. Por lo mismo, aunque Alyssa ya está certificada para ir al espacio, no cree que vaya a hacer alguna misión antes del 2033, o ninguna misión larga. Esto porque al ir allá los músculos se debilitan y se pierde
densidad ósea, ya que no hay gravedad.
“¿Y te asusta el viaje a Marte?”, le preguntamos.
“La verdad es que no, he visto a quienes trabajan en la industria y todo lo que hacen para que la misión sea lo más segura posible.
Eso me da confianza y me siento en buenas manos”, nos explica.
Aún queda mucho tiempo, pero cuando se trata de la NASA, prepararse con años de anticipación es lo más importante. Se necesita de gente con experiencia para lo que muchos consideran “el futuro de la humanidad”, y a los 17 años nadie tiene más experiencia que Blueberry.
¿Conoces alguna otra historia como la de Alyssa?
leído
