<p>Depende de la comuna, el horario, el tipo de plaza y otros factores para ver quiénes las ocupan pero lo que es seguro es que un perro y/o niño estarán ahí.</p><p>Yo siempre fui de casa, con patio y los perros afuera, excepto cuando mi mamá salía porque ahí los dejaba entrar y veíamos tele en el sillón, por lo que mi primer bando fue el de "Los Papás" (con la llegada de mi más hermoso error). Tener un hijo es la prueba máxima de paciencia, es un trabajo 24/7 y mientras yo paseaba en modo zombie miraba con envidia y rabia a los Perrunos que los veía jugar y correr vitales con sus animales y lo único que pensaba era que es muy fácil tener una mascota y me gustaría verlos con hijos para pasar con el mío ya grande y reírme de sus estados deplorables con ojeras, sin plata y muertos en vida. Si, como papá me sentía superior.</p><p>Ahora mi cabro chico vive con su mamá en otra ciudad, está grande y soy un "Perruno". Realmente es mucho más fácil, osea, si quiero salir a tomar simplemente le dejo agua fresca y comida y chao pescao y a lo más si llego muy tarde le dejo un diario en el piso de la cocina para que vaya al baño; por supuesto los cuidados de vacunas y baño mensual, paseos diarios pero mayor problema no hay, se adopta una rutina que es simple y la mayoría de las veces fácil. La cultura de la mascota está muy integrada en la vida citadina y salir con bolsas para la caca es algo automático, no como las bolsas del super que siempre se olvidan, no, las mascotas ya tienen un lugar muy importante y se las cuida.</p><p>Las plazas son un lugar común, podríamos pensar que los niños juegan con los animales y estos los pasean y lamen y hacerles cariño y tirar la pelota y todo eso de series gringas, pero no!, me he paseado por millones de plazas (falso pero por muchas) y en todas veo un patrón: a cierta hora están llenas de niños y luego se van para dar paso a los animales, ya sea por horario o comodidad el asunto es que la poca mezcla se nota y cuando la hay ambos bandos se miran feo! y desde lejos!!!,...creo que hay muchas razones: que los niños son asquerosos, que los perros se hacen caca al lado, que el cabro chico grita como animal, que tu perro le comió la pelota, que tu hijo es horrible (sorry), que tu perro es hediondo y al parecer sólo vemos lo malo porque de 4 años viviendo frente a una plaza a los únicos papás que conocí fue a unos que tenían perros. Obviamente hay excepciones pero son muy fomes para comentarlas.</p><p>Esto es sólo una observación, se entiende que uno se junta con aquellos con los que tenemos más en común pero veo una actitud, en las plazas, dominada por el ego, dejamos que lo que uno tiene o está pasando nos separe, el ego nos hace "creernos la raja" y olvidamos ver lo positivo en el otro. Tu cabro chico hiperquinético puede pasar 30 minutos jugando con mi perro hediondo y así ambos quedan cansados y los papás pueden descansar porque cayó a dormir temprano y los perrunos aliviarse porque el perro no va a ladrar en el depto.</p>