tiempo, descanso, trabajo, entretención, actividades, cansancio, stress,

Tiempo libre ¿para hacer o para detenerse?

El Barbón sigue en la lucha por utilizar bien su tiempo libre. En su columna de hoy, busca el equilibrio entre sus ganas de hacer cosas y su necesidad de descansar.

Por Alfredo Rodríguez @AlfreoRodriguez | 2013-09-03 | 09:31
Tags | tiempo, descanso, trabajo, entretención, actividades, cansancio, stress,

Vivimos la vida a la velocidad de la luz. Muchas veces sentimos que corremos sin parar, que necesitamos una vida más tranquila, pero ¿les ha pasado que cuando tienen un momento para parar ya están planeando en qué aprovecharlo? Al menos a mí me pasa, tengo esa irrefrenable necesidad de hacer cosas que sé que me lleva a realizar mil actividades que me encantan y disfruto, pero si me dejo llevar por esa sensación, terminaré consumido, sin energías y sumergido en el stress. Por otro lado, sí he intentado frenar, dejar de hacer, utilizar mi tiempo libre para reponerme y nada más, y la verdad es que empiezo a bajonearme porque necesito estar en movimiento. ¿Qué hacer entonces? ¿Cómo satisfacer la necesidad de hacer y al mismo tiempo la necesidad de descanso en nuestro tiempo libre?

Mi teoría antropológica.

La tensión entre descansar y hacer existe en distintos grados. Algunos, como yo, necesitan hacer mucho y les cuesta parar. A otros les nace detenerse y lo que les cuesta es hacer. De todas formas, me imagino que la tensión siempre existe en algún grado, pues venimos biológica y evolutivamente programados para conservar energía, pero a la vez, para superar desafíos, produciéndose una tensión interna entre estas dos fuerzas que se contraponen y que a veces parecen incapaces de convivir en paz. ¿Qué podemos hacer para equilibrarlas?

Un descanso productivo.

La sociedad en que vivimos premia los logros y nos exige estar en todas. Es por eso que es bien visto excederse en hacer y no en descansar. Recuperar las energías a diario es algo que parece imposible y vivimos el año estresados planeando vacaciones a las que llegamos en un estado deplorable.Y la verdad es que muchas veces ni siquiera sabemos descansar. A mí me pasa, muchas veces decido tomarme un sábado de descanso y no sé que hacer con él.

Es sabido que un buen descanso no necesariamente significa tirarse en una cama sin hacer nada, que hay que hacer cosas, pero otras. ¿Cuáles? ¿Cómo logramos que hacer cosas constituyan un descanso? Luego de darle varias vueltas, para mí, las claves de un descanso sano son tres:

1.- Hacer lo que sintamos deseos de hacer en ese momento, por gusto y no por responsabilidad, ya sea salir con amigos, dormir, leer, caminar, pensar, etc.

2.- Realizar la actividad a la velocidad que queramos, aunque se vuelva absolutamente improductiva, pues es la única forma de que hacer algo se transforme en un descanso.

Estos dos puntos son importantísimos porque son los que hacen que nuestro cuerpo y nuestra cabeza descansen, recuperen su energía y se liberen del stress ¿Y el tercer punto? Para mí es el menos intuitivo, pero es muy importante ¿Te ha pasado que se termina el fin de semana o se acaban las vacaciones y piensas “¡Noooo! ¡Que espanto volver a mi vida!”? Esa sensación es tan terrible que puede llegar a arruinar todo lo descansado, pero existe una forma de atenuarla, y es ahí donde surge el último objetivo de nuestro descanso:

3.- Darnos espacio para mirar nuestra vida, replantearnos las cosas y decidir qué cambios queremos hacer en nuestro día a día.

Si dedicamos parte de nuestro tiempo de descanso a replantearnos la vida, pueden pasar dos cosas: o nos damos cuenta de que estamos llevándola bien, y volver no es tan terrible, o nos damos cuenta que necesitamos hacer un cambio en ella, y regresar significa poder poner esos cambios en práctica. Si vemos que todo está bien, entonces es mucho más fácil retomar la vida cotidiana sabiendo que avanzamos por las metas correctas. Ahora, si nos damos cuenta que queremos hacer un cambio ¿Qué más motivante que volver a la vida a implementar los cambios y hacerla mejor?

El equilibrio.

Para mí, la única forma de saber a qué velocidad vivir mi tiempo libre es escuchando por igual al Alfredo que quiere parar y al Alfredo que quiere correr. Es imposible tenerlos a los dos 100% felices, así que estoy obligado a hacer que lleguen a acuerdos. No es algo fácil, porque no existe una fórmula, sino que implica estar haciendo ajustes a la vida constantemente, pero son esos ajustes los que nos darán luces de cómo mejorar nuestra vida. Si el que quiere correr ya no habla y el que quiere parar vive gritando desesperado por que lo escuchen, entonces algo no está equilibrado en nuestro día a día.

Un tiempo de descanso bien empleado es una excelente guía para saber cómo nos gustaría vivir nuestra vida. Tratando de implementar pequeños cambios para que nuestra vida cotidiana se parezca cada día más a nuestro tiempo de descanso. Ahora, encontrar qué pequeños cambios hacer es todo un trabajo. Y lo más irónico es que el mejor momento para realizar ese trabajo es durante nuestros descansos.

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Comentarios
Guillermo Pandelara | 2013-09-03 | 10:15
0
Buen articulo Alfredo, es súper fácil identificarse con él ya que también soy de los que no quiere parar... siempre con ganas de hacer algo en el tiempo libre, por lo cual termino hecho bolsa el fin de semana y no quiero volver a trabajar el día lunes, lo único que logro es intensificar las sensaciones de felicidad y tristeza los días viernes y domingo respectivamente. Para qué hablar del día antes de regresar de vacaciones, se provoca una depresión post-vacaciones que cuesta un mes quitarse de encima.
Es frustrante esa sensación de secuestro laboral, donde sientes que eres poco más que un esclavo a sueldo y pones tu vida en stand by para "arrendar" ese tiempo; y cuando tienes tu tiempo libre es volver a poner play a los proyectos que si te importan.
Tomaré tu consejo con lo del punto 3, me parece que es el más importante.

Observación: Desde Siento y Miento tenía entendido que el Barbón y Alfredo eran 2 personajes distintos (o no equivalentes), si presentas el articulo como la lucha del barbón por su tiempo libre, al final no debería ser el barbón quien realice lo siguiente: "escuchando por igual al Alfredo que quiere parar y al Alfredo que quiere correr."

Excelente articulo para empezar más motivado el día!!!
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Marco Canepa | Editor | 2013-09-03 | 11:06
3
¡El Barbón también se llama Alfredo! Son tocayos ;)
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Guillermo Pandelara | 2013-09-03 | 11:38
0
Buena razón!!!
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-09-03 | 11:47
1
Iba a decir lo mismo xD
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Paper Luis | 2013-09-03 | 11:45
2
Para poder descansar hay que tener paz interior, sino jamás de la vida lograrás poder llegar al relajo. Me explico:
Cuando uno anda "ocupado" por la vida, es generalmente porque uno no quiere escuchar el yo interno, que quien te dice realmente si las cosas van bien o no. ¿Por qué creen que la mayoría de la gente se conecta a los audifonos? Es para no escucharse, porque asusta lo que puedes encontrar.
Plantearse preguntas como "¿Vale la pena trabajar 12 horas?" da miedo, porque cuando encuentras la negativa, dices "Es que no se que haré con mi vida" y allí el tema se vuelve caótico.
Otra cosa que ayuda mucho al descanso es tener una parte agradable donde llegar.¿A quien le gusta llegar a un sitio donde lo único que escuchas son peleas o el silencio? (por eso amo a mi esposa y a mi pequeño =)
Saludos
@paperluis
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Patricia Cornejo | 2013-09-03 | 17:49
0
100% de acuerdo contigo.

"No quiere escuchar el yo interno", eso es bastante común y esa lucha, entre el yo interno que quiere hacerse escuchar y su dueñ@ que lo quiere mantener callado es lo que causa mayor cansancio y stress. Lo interesante es que, si bien escuchar al yo implica hacer esfuerzos para realizar los cambios necesarios y esto requiere energía, el cansancio que produce es del tipo satisfactorio que se pasa durmiendo, a diferencia del cansancio producido por la pelea interna constante.

Saludos

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Patricia Cornejo | 2013-09-03 | 17:52
1
Un punto importante, creo yo, es aprender a escuchar y mantener el contacto constante con nuestro cuerpo, pues la sabiduría que posee hace más fácil elegir entre hacer o no hacer, y si optamos por lo primero, nos indica qué podemos hacer.

Saludos :)
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Marco P | 2013-09-05 | 11:17
0
Personalmente tengo una formula: Dormir los viernes de 18 a 21-22. Por que al igual que la mayoria de los jovenes que trabajamos, el viernes no es un día común, el viernes es SAN VIERNES. Aprovecho de descansar y de reunir energias necesarias para la noche de viernes, día sábado y su noche, para luego descansar y ver fútbol el domingo (un día sagrado por el fútbol, que es mi religión).
Creo que cada uno tendrá su formula y que es normal que nos urja aprovechar el tiempo libre pero creo que el punto más importante es el de hacer cosas que al mismo tiempo nos relajen y nos permita descansar, sin sentir esa sensación de tiempo perdido.
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