Es el verano de 1983 en un lugar al norte de Italia. Los frutos maduros están en su punto, hay mucho calor por las tardes, los almuerzos familiares se alargan con conversaciones de sobremesa, y hay un extraño aroma a nostalgia en el aire...
Elio Perlman (Timothée Chalamet), un precoz chico italoamericano de 17 años pasa los días en una casa de campo, transcribiendo música clásica, leyendo y saliendo a carretear por las noches con sus amigos. Todo cambia cuando Oliver (Armie Hammer), un encantador estudiante estadounidense, llega como residente de verano, y es cuando entre ambos comienza a despertar un romance que cambiará sus vidas para siempre.
Oliver tiene una voz grave, es locuaz, inteligente y mino. Elio, por su parte es la esencia misma de la inexperiencia, quien desde el primer momento se ve inevitablemente atraído hacia la figura de Oliver.
Una de las cosas geniales de Call Me By Your Name es que uno puede percibir que la relación entre Elio y Oliver es un reflejo de esos amores de la antigüedad. Casi como una relación grecorromana de esas que uno ve en los libros de historia universal y que sabemos que fueron censuradas por años desde el renacimiento.
Alejandro Magno y Hefestión, por ejemplo, fueron dos compañeros que habrían sido amantes. Luego de que uno de ellos muriera, el otro cayó en un vacío emocional que lo llevó a la muerte, según se cree. Call Me By Your Name hace un eco de esta y varias historias de romance, pero desde una perspectiva mucho más amable, tierna, hermosa, respecto al deseo y la torpeza del primer amor. Detalle que el mismo Sufjan Stevens plasma en la canción principal de la película que se titula Mystery of Love (y que también está nominada a los Oscar).
Así es Call Me By Your Name, la nueva película de Luca Guadagnino (A Bigger Splash), basada en la novela del mismo nombre de André Aciman que constituye una historia sensual y trascendente sobre el primer amor. Ese amor que nunca se olvida, y que en este caso resulta ser una historia que va mucho más allá de una "simple historia de amor gay".
Siendo honesto, no soy de la idea de encasillar esta película dentro del género LGBT, porque esta película es casi una celebración de amor para cualquier tipo persona. También porque evoca cosas que probablemente no se encuentran en otras películas de romance. ¿La melancolía del primer amor?, ¿el entorno de los protagonistas?, ¿la naturalidad con la que evoluciona la relación amorosa entre Elio y Oliver? Yo creo que todo y más.
En lo que es contingencia: Call Me By Your Name llega en un momento clave de la historia en que la gente está comenzando a abrir sus mentes, y también en que los espectadores chilenos –por ejemplo– ya no tiene miedo de ver una película en donde dos personas del mismo sexo se besan en el cine (¿se acuerdan de Secreto en la Montaña cuando la Iglesia hizo un llamado a no ir al cine?). Estamos en otra época, y creo firmemente que hacen falta películas como Call Me By Your Name que hacen sentir que el amor es parte de nuestra naturaleza humana, sin barreras ni condiciones.
Hablando de naturaleza, los escenarios tienen mucho que ver con el romance. Los paisajes que se muestran en Call Me By Your Name son el reflejo de lo que Luca Guadagnino (director de la película) quiere mostrar como su paraíso personal; paisajes rurales, pequeños pueblos, Moscazzano, Crema, el Lago Garda, Bergamo, etc. Todo de alguna forma tiene que ver con la naturalidad del entorno y de la naturalidad de los sentimientos.
“Me interesa mucho el paisaje como persona. Estoy fuertemente influenciado por cómo el cine lo retrata, pero creo que mi estética y forma de captarlo viene de la pintura”, dice Guadagnino para Traveler.es.
Esta película está nominada al Oscar por Mejor Película y Mejor Guion Adaptado. Además, Timothée Chalamet está nominado a Mejor Actor y la canción principal a Mejor Canción Original. ¿Qué tiene a favor la película?
- Principalmente el guion a cargo de James Ivory, un caballero de 89 años que viene persiguiendo el Oscar desde hace años con guiones maestros que hablan del deseo, la sexualidad, y el amor. Hizo un trabajo tremendo con la dirección en Maurice (1989), y ahora –creo yo– es el momento perfecto de ganar la estatuilla de Guion Adaptado por Call Me By Your Name.
Detallazo: Michael Stuhlbarg (quien interpreta al papá de Elio) se manda un speech tremendo casi al final de la película. Momento que seguro va a quedar como una de las mejores líneas utilizadas en el cine de la última década. Una joya por decir lo menos.
- Otro punto fuerte es la canción principal Mystery Of Love, que si bien no tiene el arrastre popular de Recuérdame de Coco o This Is Me de The Greatest Showman, es la canción con más significado de todas las nominadas.
- Timothée Chalamet hace un trabajo visceral como actor a pesar de su corta carrera cinematográfica, y aunque tendría bien merecido un Oscar, es casi seguro que Gary Oldman (su rival en la misma categoría por The Darkest Hour) corre solo en esta categoría.
- Puede que muchos consideren que es una historia de amor más. Pero creo que la magia está en eso mismo; en que no hacen falta mega producciones, ni giros inexplicables para hacer de una historia un pedazo de obra trascendental como lo es esta película. Es más, soy de la idea que esta película llega mucho "más allá" que cualquiera de las de su tipo. En un nivel íntimo la comparo –sin miedo– a otros títulos míticos como Los Puentes de Madison o Moulin Rouge.
Eso por ahora.
"Llámame por tu nombre y te llamaré por el mío" le susurra Oliver a Elio en una parte de la película. Algo que puede traducirse como "reconóceme por lo que soy, y yo te reconoceré por lo que eres", "yo soy tuyo, y tú eres mío". Cualquier significado vale, porque el amor es libre e inexplicable. Así es el misterio del amor.
Call Me By Your Name se estrenó este 15 de febrero en cines. ¡Vaya a verla!