17 de mayo del 2001, Barcelona FC recibe en el Camp Nou a su par, el Valencia. Marcador empatado a 2 goles. Corre el minuto 43’ del segundo tiempo, momento preciso para hacer historia. Vuelve a aparecer la figura de Rivaldo, quien convierte el gol del triunfo para los azulgranas, su tercero en la jornada, con una de las chilenas más lindas de la que se tenga registro en la historia del fútbol.

Rivaldo, que nació y creció en una favela a las afueras de Recife (Estado de Pernambuco), es la excepción que confirma la regla. Tuvo una niñez extremadamente difícil, entre otras cosas sufrió de malnutrición y fue sólo gracias a una determinación y capacidad de superación únicas, que pudo consagrarse a nivel mundial, siendo considerado uno de los mejores jugadores de fútbol de su generación, ganando el Balón de Oro -premio que se le da al mejor futbolista del planeta- en 1999.

El acompañamiento por parte de un especialista del área nutricional desde edades tempranas es esencial para niños y adolescentes que se someten a largas jornadas de entrenamiento, con la esperanza de convertirse en deportistas de alto rendimiento. Diversos estudios muestran que carencias en la alimentación de los jóvenes en crecimiento, especialmente en calcio, vitamina D y hierro, pueden producir deficiencias estructurales que son casi imposibles de revertir durante la adultez.

Por otro lado, la gran mayoría de los expertos en la materia concuerdan con que el alto rendimiento deportivo está directamente relacionado una nutrición equilibrada desde la niñez, que esté en sintonía con los requerimientos específicos de los ciclos de entrenamiento a los que los niños y adolescentes son sometidos durante su crecimiento.

En Fundación Valores, gracias al apoyo de Nutritrainer, podemos acompañar a nuestros niños a una consulta trimestral con un profesional del área. En estas instancias se analizan los resultados de exámenes de laboratorio, se evalúa la calidad de la dieta y de los hábitos de alimentación, se considera la planificación de las cargas de entrenamiento de cada categoría y se hacen las mediciones específicas de los pliegues de grasa. Con esta información se elabora y se le entrega a cada apoderado una minuta con pautas de alimentación personalizadas para cada niño.

Como fundación intentamos basar todas nuestras recomendaciones en los consensos a los que han llegado los académicos de cada área respectiva. Lamentablemente, la mayor parte del conocimiento y de los estudios en están basados en literatura sobre adultos, cuyas características físicas y psicológicas son muy diferentes a las de nuestros jóvenes. Investigaciones específicas en atletas en desarrollo nos podrían ayudar a entender mejor como se constituye una dieta saludable para nuestro contexto, aumentando así las probabilidades de lograr nuestros objetivos a través de una mejora en las recomendaciones alimentarias.

Entendemos que la educación nutricional es clave y debe formar plan integral de formación de nuestros niños. Afortunadamente, existe evidencia que a través de charlas a niños y apoderados se puede mejorar el entendimiento, modificar hábitos y concientizar sobre la importancia que tiene para la salud y el desarrollo físico general, una mejora en la dieta consumida.

Esperamos de esta manera que los jóvenes deportistas puedan aprender qué, cuándo y cómo alimentarse, antes, durante y después de realizar los duros entrenamientos que componen la rutina que los llevará a marcar la diferencia frente al resto y eventualmente a cumplir su anhelado sueño de ser futbolistas profesionales.

Ángela González

Fundación Valores