Nos lo preguntamos cuando nos cambiamos de casa o cuando se nos pierde algo y lo buscamos entre pilas y pilas de diversos objetos que habíamos acumulado en el hogar: “¿De dónde saqué tantas cosas?”.
En una sociedad que premia el consumo e incluso lo hace ver como una merecida recompensa luego de un día, semana o mes difíciles, es fácil terminar con motones de cosas que ya no usamos o necesitamos; pero de las cuales, por un motivo u otro, nos cuesta desprendernos.
A continuación algunas técnicas magistrales para desprenderte de lo que no usas y para que tus amigos no empiecen a llamarte poco a poco “Diógenes”.
Para que esta tarea no se te “vaya en collera” puedes comenzar por elegir dos pequeñas áreas de tu casa en las que pasas más tiempo y comenzar por ellas, según recomienda Julie Morgenstern, experta en organización y gestión de tiempos a New York Times. El ideal es que sean áreas que puedes ordenar en una hora, máximo dos, así la tarea no se ve como algo irrealizable.
Una vez hecho esto, ¡clasifica! Imagina que tu casa es un jardín infantil. No vas a encontrar ropa en la sección de juguetes, ni libros en la cocina. Hay que dejar las cosas en los lugares en los que son usadas, no simplemente “donde caben”, para que no sean vistas por nuestras visitas. Se pueden comprar cajones o separadores de ropa y etiquetar para que esté muy claro donde está todo.
Sharon Lowenheim, organizadora y fundadora de Organizing Goddess (Diosa Organizadora), señala que aquello que no vemos o no sabemos dónde está, es justamente lo que no utilizamos. Así podemos darle un mejor uso a las cosas que tenemos, y deshacernos de aquellas que definitivamente no usamos.
Si bien esta idea no fue de la estrella de televisión estadounidense Oprah, ella ayudó a popularizarla. Se trata de colgar toda la ropa en tu closet con los colgadores “dados vuelta”, o sea, debes fijarte bien en qué dirección pusiste el gancho, si hacia adentro del closet o hacia afuera.
Luego de usar una prenda, vuelve a colgarla con el gancho en la dirección normal. En unos seis meses, tendrás más claro de qué ropa puedes deshacerte fácilmente. Y ojo, que este experimento también se puede aplicar a otro tipo de objetos, no sólo ropa, sólo se trata de encontrar una forma de “marcarlos” para saber cuáles has usado en los últimos meses y cuáles no.
Expertos en organización señalaron a New York Times que la mejor forma de evitar que los juguetes de nuestros hijos se apoderen de la casa es… sorpresa, ¡pues involucrando a los mismos niños!
La idea es que ellos ayuden a seleccionar cuáles se pueden donar a alguna organización que reciba juguetes para niños de escasos recursos, ya que la idea de ayudar puede resultarles motivante. Ahora, es muy importante respetar su decisión si los niños están dispuestos a colaborar, incluso si eligen deshacerse de algo con lo que a nosotros nos gustaría quedarnos.
Otra estrategia es incentivarlos a vender los juguetes con los que ya no están jugando, en ferias, ventas de garage o en línea, y que se queden con las ganancias.
Otro consejo de los entendidos en orden es: no sacar las cosas una por una de cada cajón (o del clóset) para decidir qué hacer con ellas, sino darlo vuelta en el suelo.
Luego, ir apilando los objetos preguntándonos si los queremos, si es algo que todavía funciona, si deberíamos botarlo y sino, a dónde podría ir (caridad, ser regalado a un amigo o familiar, o vendido en una plataforma tipo yapo.cl).
Aquí podemos utilizar el método de Marie Kondo, la reconocida autora de La Magia del Orden y consultora organizacional en Tokio. Ella básicamente postula que apliquemos un valor japonés a la reorganización de nuestro hogar, que se basa en rodearnos de objetos que nos den felicidad. De esta forma, aquello que no nos provoca felicidad o bienestar, se va, y aquello que nos hace felices se queda. El libro está actualmente disponible incluso en librerías chilenas, así de exitoso ha sido a nivel mundial. Ya hay una aplicación con su método disponible para iPhones e incluso un simpático libro con ilustraciones que explica de manera didáctica cómo aplicar el sistema.
En Estados Unidos, un hogar promedio tiene pertenencias sin usar de un valor de 7.000 dólares (unos 4,5 millones de pesos). Es por esto que fue creada la aplicación Stuffstr, con el fin de ayudar a la gente a desprenderse de las cosas que no necesitan. ¿Te falta un sillón? Pues a una señora le sobra uno y no sabe qué hacer con él. ¡Match!
La app no sólo busca que los usuarios de deshagan de esos ítems que no usan, sino que también se encarga en que no terminen en la basura, llenando más y más nuestros vertederos. Básicamente, les “busca” un nuevo hogar o algún lugar donde puedan ser donados y reutilizados convirtiéndose así en parte de una economía circular.
En Chile, la economía circular es algo reciente. Ésta tiene como fin que nos deshagamos de la mirada lineal que tenemos sobre la vida útil de los objetos en la que los compramos, utilizamos y desechamos. En su lugar, la idea es que éstos “circulen” y se les encuentre nuevos usos o nuevos dueños que puedan aprovecharlos.
Una plataforma que se encarga de eso es TeLoDoy.net, donde las personas regalan cosas que ya no necesiten, como refrigeradores, microondas, muebles, etc. También participan las personas que necesitan cosas, subiendo sus peticiones. Actualmente hay más de 66.000 usuarios y además cuentan con una app gratuita para Android.
Si ya se trata prácticamente de basura u objetos que no se pueden regalar por su estado, siempre serán bienvenidos en algún Punto Limpio.