Hoy les queremos hablar de un momento tortuoso, y a veces vergonzoso de la vida. Es aquel que pasamos junto a la “La Innombrable”, origen de muchos memes, y también de webcomics. Omnipresente en algún momento para quienes estudian. Pues sí. Es “ella”. La nunca bien ponderada… ¡Tesis!

Pero no teman, no vinimos a hacerles preguntas incómodas sobre el avance de su tesis, o cuando van a terminarla, o si han escogido el tema: al contrario, queremos ayudarles. Hoy, en El Definido, les daremos consejos muy útiles para escribir su tesis (excepto de doctorado), y aquí hablamos por sufrida y dolorosa experiencia. ¡Adelante, los que van a morir les saludan!

Consejos para antes de comenzar la tesis

Antes de siquiera empezar a escribir, hay algunas cosas que deben tener claras.

Escojan bien el tema. ¿Qué quiere decir eso? Es una afirmación muy vaga, dirán ustedes… pero no. Al contrario. ¡El tema tiene que ser lo más acotado posible! Nada de “encontremos una solución a la paz mundial”, o “sanemos todas las epidemias del mundo”. No, no. Tiene que ser algo muy delimitado, muy verificable y medible. Algo así como “efecto de una pulga al picar a los alumnos de 7° básico en la escuelita San Guchito”. ¿Se fijan? Sean concretos y precisos en su tema. No vayan corriendo detrás de la invención de grandes paradigmas que “lo cambiarán todo”... eso lo harán después, si tienen suerte, al dedicarse a la investigación, a la academia. Ahora tienen que entregar la tesis.

Plan de trabajo claro. Esto es el sueño del pibe, y nunca resulta al 100%, pero es importante que haya claridad, para que no estén rebotando eternamente por callejones sin salida. Lo más obvio es seguir este lineamiento.

Primero, definir el tema. Segundo, encontrar la hipótesis. Tercero, definir qué van a medir para probar la hipótesis (los famosos “indicadores”). Cuarto, eso les dará en forma implícita el instrumento de medición o evaluación y lo que medirán (o evaluarán). Quinto, tabulación de resultados y discusión. Sexto, conclusiones. Séptimo. Revisión y más revisión.

Esto, claro, en un mundo ideal... deben contar con que las etapas se mezclan, porque si de repente hay algo que no se puede hacer, uno decide avanzar con otra cosa. Lo esencial es tener claro para dónde van. (¡Ah! Acá hay un resumen de lo que debe tener la tesis en su interior).

La famosa hipótesis. Esto es algo muy dramático para muchas personas, y en realidad cuesta “pillarle” la vuelta. Sin ser muy técnicos, les contamos que la cosa es bastante sencilla. Cuando ya tienen el tema, como el que les di, del “efecto de una pulga al picar... etc.”, tienen que hacer la pregunta de investigación. En este caso, es obvia: “¿Cuál es el efecto de la pulga al picar…?”. Y sobre eso, pues… se “lanzan” con alguna predicción. Por ejemplo: “La pulga al picar, va a producir alergia”. Y esa es la hipótesis. Yo sé que algunas personas rasgarán vestiduras por una aproximación tan pedestre al tema, ¡pero es así como funciona!

El instrumento. Y entonces se van por un tubo… porque si tienen la hipótesis, (la alergia en este caso), eso les da algo para medir. Lo que van a medir en forma concreta, se le llama “variable”, por ejemplo, “alumnos con alergia a las pulgas”. ¿Y con qué miden o evalúan eso? Pues con el instrumento. Por ejemplo, una encuesta para preguntar por las picadas de pulga: “¿Le dan alergia las pulgas?”, etc. ¡Y listo!

Elección del profe guía. A veces no tienen opción, y les asignan uno, y ya. Otras veces, pueden escogerlo. Lo importante, es saber a qué atenerse. Cada docente tiene su estilo propio, entonces hay algunos que nunca jamás en la vida te pescan, otros que se meten muchísimo, algunos inestables que no pescan, pero luego hacen cambiar todo, otros obsesivos por la perfección, etc., etc. Lo cierto, es que debemos tener seguridad del trabajo que uno está haciendo, y tratar de informarse, y leer. (Por ejemplo, acá.). ¡Y seguir adelante! Hay que tener en cuenta que estamos haciendo en el fondo un trabajo que será evaluado por uno o varios profesores, y que debemos seguir ciertos esquemas. A algunos docentes les estalla la cabeza si ven algo diferente a lo que siempre les presentan (especialmente en pregrado), así que deben tener en cuenta eso al momento de definir los contenidos y el orden de la tesis. En otras palabras, aténganse al formato que les den, porque al final del día, ellos son quienes les pondrán la nota, no importa lo que uno opine sobre este tipo de cosas.

¿Quieres más consejos? Mira este video.

Consejos mientras escribes la tesis

Los compañeros. Ah, todos son felices y luego, pues las cosas se desinflan. Muchas veces nos toca escribir nuestra tesis en grupo, y pareciera que entramos a un reality, sin concursos ni sorteos. Aunque las reglas del juego se definan con anterioridad, de todas formas casi siempre uno de los miembros del grupo se “irá en coche”, y hará un aporte tan escaso como insignificante. Que poca fe en la humanidad, dirán ustedes… pero es la cruda realidad. Por lo tanto, uno debe tener claro qué hacer ante esa situación. (Es fácil decir “en frío”, que si llega a pasar, expulsan a la persona del grupo. No es lo mismo cuando sientes el futuro académico de una persona en tus manos…) Asimismo, puede ocurrir que en el transcurso de la escritura de la tesis, terminen todos en ciudades distintas, ¡lo que puede alargar y alargar el proceso! ¡Mucho! ¡Muchísimo! Entonces, claridad ante esas cosas. Saber que pueden ocurrir, y no fastidiarse por ello.Consejos mientras escribes la tesis

La procastinación. Seamos honestos. No hay forma de evitarla. Es importante asumirse, y no pensar “nooooo, si esto no es para mí, ¡yo soy responsable!”. No. Hay que asumirse, y por lo tanto, administrarla. O procurar hacerlo. Tener claro que lo más probable, es que el 80% del trabajo, lo haremos cuando falta un 20% de tiempo para que terminen los plazos (¡Pareto en su máxima expresión!). Por eso mismo, debemos darnos plazos razonables, racionales. Una tesis que se respete, se demora entre 6 meses y un año. Aunque podría ser aceptable hasta un año y medio, ya pasando eso entramos en aguas muy oscuras…

Trabajo y estudio. Es difícil, pero no imposible. Eso sí, mientras escriban la tesis, tendrán menos tiempo para todo. En forma inevitable, la tesis les quitará tiempo para otras actividades que hacían en su tiempo libre. Bien, acá la cosa es clara: hay que aceptar que haremos menos cosas y nos daremos menos gustos, y asumir con madurez que debemos ponernos a escribir, aunque no nos guste. Si estamos escribiendo la tesis, debemos estar ahí al 100%, no con la cabeza en otras cosas.

Paciencia y presencia de ánimo. No se desanimen. Avancen y avancen y avancen. Escriban, escriban y escriban… eso los llevará a pensar más y mejor sobre el tema que desarrollan. Tienen que ser como “la maquinita que pudo”. No relacionen el tiempo para hacer la tesis, con sus competencias personales. No son peores personas, ni tampoco tienen algún problema o incapacidad grave, si la tesis parece eternizarse. De hecho, ¡son pocas las personas que llegan a la etapa de tesis! Entonces ánimo, que si uno avanza en forma persistente, va a finalizar esa tesis, en algún punto dado. Es un asunto incluso muy práctico: si uno avanza aunque sea un milímetro diario, terminará llegando. Lo importante, es no dejar de avanzar. Por lo tanto, nunca paren de escribir e investigar.

Ortografía, redacción. “Pero si estudio [Ponga su opción], ¿para qué voy a escribir bien?”. Aparte de que da una pésima impresión profesional el comunicarse por escrito “ezkriviendo komo tarsán”, la mala redacción y ortografía, implica que tendrán menos capacidades cognitivas. Así como leen. Si escriben mal, entonces entienden mal (aquí un estudio sobre el tema, entre muchos). Y si entienden mal los correos electrónicos en sus trabajos, se pueden meter fácilmente en grandes e inesperados problemas. Así que un mínimo de redacción y ortografía, ¡les hará muy bien!

No copien. ¿Qué? ¡Sí, te estoy mirando a ti! No somos quienes para andar juzgando, pero les contamos que no es bien visto que anden copiando su tesis de otras partes, y además, es posible que los pillen. Obvio, si los revisores tienen internet igual que ustedes. ¡Así que mucho ojo con eso! (Aparte se nota demasiado y queda horrible. ¡Por último dense el trabajo de parafrasear!)

La nunca bien ponderada bibliografía. Es lejos una de las partes más somníferas de la tesis, pero es importante. Averigüen qué estándar se utiliza donde estudian, los más comunes son APA 6a edición (la edición importa), ISO, y MLA o Vancouver en el caso de las ciencias médicas. En internet hay guías prácticas, ¡es cosa de buscar! Tampoco hay que volverse locos, porque los evaluadores no son expertos en bibliografía… lo importante es que se capte algo de rigor o seriedad en lo que entregan. Así, sus evaluadores no sentirán que se están riendo de ellos o faltándoles el respeto. ¡Y no hay nada peor que un evaluador molesto con su evaluado! Ojo piojo.

Examen de grado. En algunos casos deben dar un examen de grado. No se lo tomen a la ligera, y prepárenlo. Pero sobre eso, les contaré en un próximo artículo, que será el compañerito de este. Cuídense mucho, y ¡larga vida y prosperidad!

¿Te ha tocado escribir una tesis? ¿Qué otros consejos agregarías?