La nueva adaptación dirigida por el hermano argentino Andrés Muschietti trae consigo de vuelta todo el trauma vivido en los años noventa con la miniserie de IT. ¡El payaso Pennywise está de regreso!, y el amigo Cinestro adelanta unos cuantos detalles sobre la película que se estrena esta semana. ¿La comparamos?

1. Una versión mucho más fiel a la novela de Stephen King

Estamos claros que una adaptación no debería por qué seguir "al pie de la letra" la historia original. Y aunque muchos en su inicio basurearon la idea de revivir la historia del "payaso asesino", esta IT vendría a ser el mejor ejemplo de lo que queremos ver como adaptación.

A pesar de que el telefilm de 1991 no es muy recordado por sus efectos especiales y malas actuaciones, si es considerada una película de culto que a la larga se transformó en una especie de terror generacional para los que tenemos entre 25 y 40 años (aproximadamente). Es cosa de recordar ese horroroso VHS que evitábamos ver en el videoclub, o peor aún; la clásica escena de Georgie y su barquito de papel bajo la lluvia en la primera escena donde aparece Pennywise.

Yendo al grano: esta nueva película viene a hacer todo lo que la anterior no pudo lograr en su momento. Y aprovechando ese plus, es que tira toda la carne a la parrilla con efectos especiales buenísimos de terror sin perder una gota de la esencia del libro.

Es verdad, probablemente Pennywise no cause el mismo impacto que hace tres décadas, sobre todo teniendo en cuenta que en los últimos años el terror ha ido evolucionando por diferentes matices, mayormente relacionadas a las posesiones satánicas. Pero IT se encarga de hacer bien la pega, adentrándose en las raíces de la idea original y re formulándola para nosotros como buena adaptación que es.

2. Personajes turbo queribles

Las comparaciones son odiosas, lo sé. Pero a diferencia de la versión de 1991, esta nueva IT arma una estructura de actores que es completamente fiel al libro. Casi como el imaginario de Stephen King, y con otras como The Body, que también tuvo una buenísima adaptación en Cuenta Conmigo (1986).

Aquí los cabros rozan esa genialidad que vimos –por ejemplo– en Stranger Things (que sabemos que es una serie armada a base de la nostalgia ochentera). En IT pasa algo parecido, y los Perdedores son quienes te invitan a recorrer de la mano un pasadizo lleno de alegrías, recuerdos, dramas y horrores.

Bill, Bev, Stan, Eddie, Mike, Ben y Richie conforman un batallón de risas, dolor y una sensación constante de que estamos viendo nuestra propia infancia, solo que sin payasos intergalácticos que comen niños. Son cercanos, queribles, tiernos; una dulzura que saca a flote la amistad de la infancia, esa que todos alguna vez tuvimos y difícilmente podríamos olvidar.

Se nota demasiado que los personajes están moldeados a pulso, casi como si el mismo Stephen King hubiera elegido el cast. Y es re divertido ir descubriendo la personalidad de cada uno de ellos; el chistosito, el lider, la chica estigmatizada, el gordito enamorado, el judío precavido, y otros más que es mejor que los descubran por ustedes mismos...

3. Los noventa y no los "cincuenta"

El hecho de que esta película sea planteada en el año 1989 y no en 1958, da un toque que ni el libro o el telefilm pudo conseguir. Y es que por un lado atrapa a la audiencia que vivió el terror del "payaso asesino" en los 90s, y al mismo tiempo se atreve a encandilar a las nuevas generaciones que solo han tenido la oportunidad de crecer con películas como El Conjuro (2013).

Es un relato ochentero, pero que pinta más a noventero. Los New Kids on the Block, Beetlejuice, Street Fighter, Gremlins, e incluso Batman tienen un espacio en esta historia, dejando de lado cualquier "nostalgia forzada", o elementos innecesarios que pudiesen ensuciar la película. Por el contrario; hay cariño en la producción y en la preocupación de hacer bien las cosas. Eso se nota en esta IT.

Eso si, esta película no se queda en guiños, además toca temas (lamentablemente) aún contingentes en nuestra sociedad como es el abuso, el machismo, el racismo, y la angustia de sobre llevar el duelo en un mundo con adultos ausentes. Cosas que en la versión anterior pasan de manera rápida, pero que en definitiva son la columna vertebral de IT.

Dicen que el payaso regresa cada 27 años, y resulta que al igual que en la ficción, hicieron calzar la película con el tiempo transcurrido en la vida real. Lo bacán de todo esto es que para cuando salga la segunda parte (en unos dos años supongo), los personajes estarán 27 años más viejos reuniéndose en "nuestra época actual", es decir en 2020. ¿Qué más se puede pedir?

4. No es peor o mejor, este es otro Pennywise

Bill Skarsgård (Atomica, 2017) es el encargado de dar vida a este nuevo payaso. Y aunque inevitablemente lo vayamos a comparar con Tim Curry, este Pennywise se encarga de re formular lo que conocíamos de él, en algo más monstruoso. Algo que va perfect, si pensamos que el poder de IT es materializar los miedos de los niños en diferentes formas, y no estar siempre en formato de "bufón".

Este Pennywise juega todas las cartas que la novela quiere transmitir, y otras que son propias del mismo actor, dando forma a un payaso irónico, medio teatral y clásico. Pero conservando todo ese horror, que en definitiva nos provoca rechazo hacia los payasos (con el permiso del gremio).

Dan ganas eso sí, de verlo demostrar todo ese poder satánico que lleva dentro, aunque me imagino que parte de eso lo están guardando para las escenas más violentas de la segunda parte (capítulo 2), cuando los miedos de los protagonistas sean mucho más crudos que los de esta película.

5. Rejuvenece el terror popcorn

Para los que estábamos un poquito aburridos de encontrar lo mismo de siempre en el cine (El Conjuro, Annabelle, Annabelle 2, 3, 4, 5...), y de creer que el buen cine de terror siempre iba a estar en las películas indie, esta película nos demuestra lo contrario de forma fascinante.

Con IT se mantiene la esperanza de que algunas adaptaciones mantengan el alma y el respeto de la obra original, ya que es la llave del éxito si se quiere revivir a historia ya existente (tomá eso Death Note). De hecho, el mismo Stephen King alabó la nueva entrega diciendo puntualmente que "superó sus expectativas".

Recomiendo ir a ver esta película pensando que los tiempos han cambiado, y que derrepente no hay que aferrarse tanto a las películas de culto, ya que de esa forma nos estaríamos cegando a la posibilidad de ver nuevas propuestas que podrían ser incluso mejores que las primeras.

Insisto, nadie va olvidar la IT de 1991, porque los años y las pesadillas la transformaron en una obra de culto sin ser –técnicamente– buena. En cambio, esta IT puede que con los años no logre el mismo impacto que su antecesora, pero sí es una cajita de sorpresas, linda, hermosa, adornada con colores, aunque con unos dientes esperando a que la abras.

IT o ESO, de Andy Muschietti ya está en cartelera con Jaeden Lieberher, Finn Wolfhard, Bill Skarsgård, Sophia Lillis (hermosa ella), entre otros.

Cabros y cabras: bienvenidos nuevamente al terror que yace bajo el pueblo de Derry.