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¿Son intocables los valores?

“Por los valores se mata y se muere, pero poco se estudian”, afirma el filósofo y psiquiatra español Diego Gracia. Ante la visión actual de tomar los valores como algo subjetivo e irracional, el filósofo propone que éstos deben ser razonables, es decir, tener una lógica y poder argumentarse.

Por Luz Edwards @luzedwardss | 2013-08-14 | 09:22
Tags | valores, ética, creencias, moral, bioética filosofía, diálogo

Diego Gracia es filósofo y médico psiquiatra español, y uno de los nombres más influyentes y respetados del rubro de la Bioética Clínica. Es autor de libros como “La historia del medicamento”, “Voluntad de verdad”, “Médicos en el cine. Dilemas bioéticos: sentimientos, razones y deberes” y “Ética en la práctica clínica”. 

El lunes 5 de agosto dio una conferencia en Santiago como parte del Tercer Seminario de Bioética Clínica organizado por la Academia Chilena de Medicina del Instituto de Chile. Era por lejos la ponencia más esperada por los asistentes, en su mayoría médicos.

El tema de la exposición fueron los valores. El filósofo comenzó diciendo que es una paradoja que los valores sean tan poco estudiados y comprendidos, cuando proporcionan sentido e identidad a nuestras vidas; cuando son el fundamento de nuestras decisiones y de nuestros proyectos. 

Valores: de objetivos a subjetivos

Hoy, ¿se puede hacer que alguien cambie de valor discutiendo? Pregunta Diego Gracia y contesta que no. Porque en la modernidad los valores no son racionales, por lo tanto, no es un tema que se resuelva con argumentos. Así, dice el filósofo, se opta por no discutirlo y ni preguntar; sólo respetar. 

Gracia explica que esta actitud actual hacia los valores, como algo subjetivo que no necesita de argumentación para mantenerse en pie, comienza en 1517 con la Reforma Luterana. Hasta esa fecha primó la actitud clásica o antigua proveniente de Grecia; su máximo representante es Platón, quien afirma que las ideas son realidades objetivas que existen en un lugar distinto a nuestro mundo. La belleza, la justicia, la bondad existen en sí y lo que vemos en este mundo no son más que participaciones que reconocemos porque hacen referencia a esas ideas que alguna vez conocimos. Un cuadro es bello, pero no es “la” belleza.

De acuerdo a esa mirada los valores son también objetivos. Esta teoría, afirma Diego Gracia, tuvo dos consecuencias principales. En primer lugar, impuso un monismo axiológico según el cual existe sólo una manera de ver las cosas. Quienes no ven de esa manera es por un trastorno mental que les impide razonar o porque fueron mal educados. Una segunda consecuencia fue definir que las personas capaces de distinguir cuáles son los valores son las que deben gobernar. El resto debe acatar, por la buena o por la mala. 

Diego Gracia plantea que con la respuesta de Lutero ante la venta de indulgencias de la Iglesia Católica, se entró a un pluralismo axiológico donde ya no hay una sola forma correcta de ver las cosas. Según el filósofo, la acción de Lutero es una crítica más moral que religiosa, pues lo que Lutero planteaba es que si el Papa tuviera el poder de rebajar los años de purgatorio –cosa que él no creía- debía rebajárselas a todos los fieles, no exclusivamente a los que pudieran pagar por eso. 

Gracia explica que la Iglesia trató de hacer lo que planteaba Platón, es decir, hacerlos ver por las buenas que no estaban en lo correcto. Pero como no fue posible, la situación se convirtió en una guerra. La paz llegó a través de un armisticio que dio pie al derecho a la libertad de conciencia

La propuesta de Gracia: valores razonables

En su conferencia, el bioeticista español explicó su propuesta de una tercera actitud hacia los valores. Para él, éstos no son racionales ni son verdades absolutas, pero tampoco son irracionales, pues uno tiene que poder dar razones de sus valores. Propone valores razonables, que tengan una lógica.

En esta “razonabilidad” para Gracia es importante dar cabida al factor emocional, que en general se ha visto como un vector que ciega lo cognitivo. “¿Qué significa que alguien me caiga mal? Yo puedo saber que tal persona hace todo de forma correcta y aún así caerme mal”, ejemplifica. Esto ocurre porque el contacto con las cosas es a través de varias vías y la emoción es la primera reacción. 

Por otro lado, el filósofo es enfático al decir que de los razonamientos humanos poquísimos son como el teorema de Pitágoras, donde hay una verdad demostrable y absoluta para toda época. Para Gracia, la mayoría de los razonamientos humanos son argumentos de experiencia que tienen algo de verdad, pero no toda la verdad. Los tratamientos clínicos son un buen ejemplo: el médico dice lo que piensa o lo que opina que es mejor. Precisamente cuando sus dichos no se toman de esa forma sino como verdades absolutas es cuando se da pie a falsas expectativas en el paciente que pueden terminar en demandas judiciales. 

Gracia dice que sería más fácil si en ética los argumentos fueran verdades absolutas, pero no lo son. Por eso, plantea él, hay que saber dialogar y deliberar, y no buscar una solución verdadera sino una prudente. Esto implica que las personas involucradas acepten que existe más de un punto de vista, sean humildes y estén abiertos al aprendizaje. También, es necesario saber en qué se basan los propios valores y que éstos tengan una argumentación y una coherencia. De otra manera, si cada persona da sólo argumentos de autoridad (“Siempre ha sido así” o “Tal institución lo dice”) o razones emocionales (“Es lo que me nace” o “Digan lo que digan no voy a cambiar de opinión”) es imposible que se dé una conversación donde prime la razón y el respeto. 

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Comentarios
Jorge Díaz | 2013-08-14 | 10:11
6
Excelente articulo, aunque lamentablemente hoy en día es muy difícil encontrar personas que de verdad dialoguen, y la gran mayoría solo intenta imponer sus argumentos como los únicos verdaderos (y los defienden irracionalmente), perdiéndose el respeto y la posibilidad de buscar una solución de consenso.
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Carlos Jaimes | 2013-08-14 | 12:28
1
En mi vida diaria me ha tocado justamente lo que argumenta, hablar acerca de ello y poder dar razones, el "por que" de ese valor y su necesidad, interesante articulo, sigan asi. Saludos
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Alvaro Cerda | 2013-08-14 | 18:33
0
Con toda respeto , trato que mis valores sean "practicos" , si bien algunos de ellos simplemente no los puedo cambiar , hay otros que si lo he podido modificar o flexibilizar .
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