En Hamlet leemos la famosa frase "Ser o no Ser" (o en la odiosa clase de ingles del liceo "To be or not to Be"), la cual es una declamación profunda que declara una de las interrogantes mas básicas del ser humano ¿Quién soy?, un intento por una búsqueda de identidad y de conciencia de lo que somos, nuestras potencialidades y lo que podemos llegar a ser.

En un año de elecciones, muchos estamos en una búsqueda similar, no buscamos nuestra identidad propia si no aquella que construirá Chile en los próximos 4 años, un País que ha vivido su democracia de forma esplendorosa, hemos pasado por gobiernos socialistas, mas tirados al centro y últimamente, un gobierno de derecha que también se ha inclinado más al centro que una derecha mas dura. 

En un País de oportunidades como este, surgen ideas, caudillos y opciones democráticas que en otros países solo son anécdotas de una intención que nunca llego a puerto, entonces la interrogante que todos nos hacemos es si vale la pena ir a votar  ¿sera tan valioso 1 voto entre 14 millones?. Quiero ayudar a limpiar ese mito con un poco de estadística.

Formalmente en Chile han votado entre 7 y 8 millones durante los últimos 20 años, ya que antiguamente la inscripción era voluntaria, ese era el universo de inscritos y ese monto se dividía casi 50/50 entre la Alianza por Chile y la Concertación, dejando un pequeño margen para los partidos mas pequeños como el PC, el Partido Humanista, etc.

En las elecciones pasadas, MEO asustó al conglomerado concertacionista y en primera vuelta alcanzo el 20,14% de las preferencias con una diferencia de tan solo 600 mil votos con Frei, lo que fue un golpe duro a los partidos, ya que no esperaban un resultado tan ajustado.

En segunda vuelta la cosa fue aun mas estrecha, Sebastián Piñera alcanzó un 51,61% de los votos superando por solo 200 mil votos a Eduardo Frei.

Y aquí viene la paradoja, para esas elecciones el total de personas que podrían haber votado eran 12 millones, de los cuales inscritos solo habían 8 millones. En ese sentido, si analizamos la cantidad de votos de Sebastián Pïñera versus el total de personas que podrían haber votado, el realmente obtuvo el 29,92% de los votos, una cifra que se asemeja bastante a su nivel de aprobación continua. Mas aun, si analizamos qué hubiera pasado si de los 4 millones de personas que no se inscribieron y por ende no votaron, si tan solo 600 mil se hubieran inscrito y votado por MEO, hoy tal vez él seria el presidente.

Para estas elecciones el numero de votantes aumentó a 14 millones y ya no es necesario inscribirse porque eso es automático, si consideramos que el peso de los grandes conglomerados es cercano a los 7 millones, eso significa que existen otros 7 millones de Chilenos que jamas han votado, que podrían elegir a alguien que jamás se hubieran pensado los partidos políticos ¿ayudaría eso a que los políticos cumplan su labor a cabalidad?, claro que sí, si un candidato alternativo (¡y hoy hay varios!) derrota a los bloques, quedaría en evidencia que es el pueblo quien decide y que no existen votos seguros.

Es por eso que mi invitación estimados conciudadanos, es que en Noviembre nos levantemos y vayamos a sufragar, ayudemos a que este País cambie y mejore, pero por sobre todo, disfrutemos de este derecho que es la democracia, porque hoy, más que nunca, podemos hacer de Chile una mejor Nación.