¿Qué hacer si despiertas prematuramente en un viaje espacial que dura 120 años? ¿Soportarías la soledad de toda una vida sabiendo que puedes despertar a otras personas?
Esta semana se estrena Pasajeros, película dirigida por Morten Tyldum (el mismo de Código Enigma) y que combina elementos de ciencia ficción, drama y romance en un contexto futurista y poco alentador. En El Definido les contaremos -sin spoilers, repito, sin spoilers- de qué trata esta nueva aventura de la pantalla grande.
Una nave de enormes proporciones cruza el espacio en un viaje que dura 120 años desde su despegue de la Tierra. Jim (Chris Pratt) es el protagonista y es quien "despierta" antes de tiempo de su letargo en este viaje comercial intergaláctico que ya lleva treinta años en marcha (aún les faltan 90 años para llegar al destino). ¿El objetivo? transportar a miles de personas a un nuevo planeta llamado Homestead II. Planeta que sería poblado por la humanidad en un futuro –y del cual no tenemos antecedentes–.
Ustedes imaginarán que una vez despierto y luego de pasar un largo tiempo solo, Star Lord (el personaje de Chris Pratt en Guardianes de la Galaxia) en algún momento comenzará a sentirse solo, a pesar de todas las comodidades que pueda tener en el Avalon (nave ultra chora) y sentirá la necesidad humana de relacionarse con otros de su misma especie. Incluso, de tener la compañía de un robot no ayudará a que el tiempo pase más rápido. Después de todo, tras esperar noventa años a que el viaje finalice, para entonces solo quedarán sus huesos.
Es por eso que entre estos cinco mil pasajeros que van durmiendo en cápsulas, Jim decide despertar a Aurora (Jennifer Lawrence), una hermosa chica que durante un año en la nave se volverá prácticamente la única persona en su universo. Algo que para muchos puede ser sinónimo de secuestrar y esclavizar a alguien para vivir una vida que no pidió, pero así son las cosas, y nuestro deber es pensar lo mejor de Jim.
Las consecuencias de haber tomado esa decisión llevarán a Aurora a creer que todo lo ocurrido fue un accidente, sin saber que Jim fue quien la despertó a propósito cuando la soledad fue más fuerte que la moral.
Tarde o temprano, la verdad rondará para incomodar las cosas (cosa que todos sabíamos que pasaría en algún momento, y que vendría siendo el climax de cualquier historia de amor construida sobre mentiras).
Cosas de la moral
Creo que la película va súper bien hasta más o menos la mitad. Despertar a Aurora es sin duda uno de los momentos más profundos para el personaje principal. Presenciar la soledad de un ser humano, verlo sufrir casi como un Robinson Crusoe o un Tom Hanks en Naufrago, siempre es atractivo, porque de alguna u otra forma es el reflejo de nuestro comportamiento en una situación extrema, donde todo lo privado se exterioriza.
A pesar de lo que diga la crítica especializada, creo que la química entre Lawrence-Pratt se ve y traspasa la pantalla. Ambos se ven muy bien juntos e incluso, hay momentos en que uno quisiera que la película evolucionara de una forma natural sin interrupciones. Pero como nada puede ser perfecto, en algún momento queda la escoba en su relación, y por si eso fuera poco, la nave comienza a tener desperfectos graves que los obligará a reunirse nuevamente para salvar a la tripulación de un desastre.
Una vez más vemos a sujetos ordinarios, haciendo cosas extraordinarias por una causa mayor. Quizás lo que diferencia a 'Pasajeros' de otras películas basadas en naufragios (terrenales o espaciales) es el dilema moral de hacer lo correcto o no en un lugar lejano y totalmente vulnerable a cualquier catástrofe, sin oportunidad de supervivencia. Las decisiones son las que nos forman como seres espirituales y en esta película la moral es un factor importante desde el comienzo hasta el final. Pero ¿es convincente el resultado?
La película en sí, está hecha para entretener y nada más. No les voy a mentir escribiendo que van a encontrar algo como Interestellar. Más bien está para compararla con Armageddon y con pinceladas de Moon (la ópera prima del gran Duncan Jones). Lo más probable, es que la mitad de los asistentes queden con gusto a poco por falta de acción y otros consideren (me incluyo) que hubiera sido mucho mejor ver una película más personal y menos comercial, porque al final de cuentas, Passengers es un intento de quedar bien con todos, y nunca –en las dos horas que dura la película– logra tirarse a la piscina con una historia sólida y redondita.
Es por eso que recomiendo ir a ver esta película sabiendo lo que van a encontrar: una película de romance espacial, con buenas interpretaciones, buenos efectos especiales, pero con una oportunidad perdida de haber construido un drama existencial a base de la cruda soledad o los delirios de un hombre en el espacio.
La misma idea podría haberse llevado a cabo en una isla desierta o en un mundo post apocalíptico y pocas cosas hubieran cambiado, porque en Pasajeros (película que antes de su estreno se esperaba igual de interesante que La Llegada) hay buenos ingredientes, pero se cocinó mal en el camino. En pocas palabras se come, pero no mastica.