Casi todos hemos escuchado que los colores tienen algún significado. Desde que para tener buena suerte, hay que usar ropa interior amarilla en año nuevo, hasta que de “algo azul, algo nuevo, algo viejo y algo prestado” de los matrimonios gringos. Y hay un amplio espectro de creencias, por ejemplo, según los más “hippies”, existe algo llamado aura que nos rodea y que cambia de color de acuerdo al estado de ánimo; o bien, según los más esotéricos, cada color se asocia a una característica del ser humano. Y los expertos en publicidad, tienen hasta una tabla de colores asociadas con las sensaciones y efectos que producen. Pero, ¿esto es real? ¿O es sólo sugestión?

En El Definido les mostraremos de qué se trata todo este asunto y cuánta verdad hay tras la bella gama de colores que perciben nuestros ojos.

Qué es el color

Ante todo… ¡algo de ciencia! Hay que partir por saber cuál es la naturaleza de la luz. Hace poco más de 100 años, se confirmó que la luz es muy "especial" y tiene una característica doble: se comporta en algunas ocasiones como partícula (o sea como fotón), y en otras como onda de luz. Aquí, vamos a considerar a la luz como una onda.

La luz que llega del sol, viene en todas las frecuencias posibles, desde la más elevada, como los rayos gamma, hasta la más baja, como las ondas de radio. Nuestros ojitos, sólo captan una parte limitada del espectro electromagnético, y ahí, es donde aparecen los colores. Otros animales, captan una parte más amplia del espectro: por ejemplo, las abejas ven el ultravioleta (o sea, ven frecuencias un poco más elevadas que nosotros), y en cambio, algunos reptiles, o peces como la temible piraña, e incluso ciertos mosquitos ven el infrarrojo: o sea, captan frecuencias un poco más bajas que nosotros.

Entonces, moviéndonos en esa área reducida del espectro general, nosotros percibimos lo que se llama luz visible. Ahora bien, la visión en colores es la forma en que nuestros ojos interpretan un fenómeno muy interesante: los objetos no absorben toda la luz que reciben. Hay frecuencias que no absorben, y que rebotan en ellos. Eso que rebota, lo interpretamos como “color”. Entonces, si un objeto absorbe toda la luz, excepto la frecuencia que corresponde al rojo, pues se ve rojo. Si refleja sólo el azul, pues se ve azul, etc. Y si refleja todo el espectro, se verá blanco, y si absorbe casi todo el espectro, entonces se ve negro.

Y como el color consiste básicamente en luz reflejada, de cierta frecuencia, resulta que cada frecuencia de luz tiene también un nivel de energía asociado. Eso lo probó Einstein con el famoso efecto fotoeléctrico, que le dio el Nobel: si iluminaba a un electroscopio con luz roja, las “patitas” del instrumento se separaban menos, que si lo iluminamos con luz azul, eso es porque la luz azul tiene mayor frecuencia, y por lo tanto, transmite mayor energía. Esto dio pie a muchas especulaciones, como ya veremos.

Esquema del espectro electromagnético. Podemos notar lo pequeñito que es el espectro visible. Horst Frank.

Algunos efectos de los colores

“Si el color es energía en distintas dosis, ¡entonces nos debe afectar!”, pensaron algunos sagazmente. Al pensar eso, siguieron la huella del gran escritor alemán Wolfgang von Goethe, que planteó que los colores estaban asociados a estados de ánimo y formas de ser. De hecho, la teoría del color de Goethe, ha sido la inspiración de muchos estudios posteriores, y de prácticas contemporáneas como la cromoterapia.

Y en verdad, los colores sí tienen bastantes efectos llamativos en el ser humano. Por ejemplo:

• Un estudio mostró que al darles pastillas de placebo a distintos participantes, las que tenían colores más cálidos (o sea, cercanos al rojo), se percibían como más efectivas que aquellas con colores fríos (cercanos al azul.).
• En forma anecdótica, o sea, no científica, en distintas ciudades del mundo se ha encontrado que al instalar iluminación azul en las calles, los delitos y los suicidios disminuyen.
• Se utilizan baños de luz azul, para tratar a los recién nacidos con ictericia. Es efectivo, pues ese tipo de luz, destruye las moléculas de bilirrubina.
• El color de una habitación, influiría en el tiempo de sueño: un estudio hecho a 2.000 personas, encontró que si la habitación es azul, en promedio se duerme 7 horas 52 minutos, pero en cambio, si es púrpura, se duerme 5 horas 56 minutos. Otros colores que no ayudan mucho, serían el gris y el café, que inducen cerca de 6 horas y 10 minutos de sueño, según la investigación. Asimismo, según esta otra investigación, el azul influye en la regulación del ciclo circardiano.
• Asimismo, según este estudio, pareciera existir una relación entre los colores y la presión sanguínea: a mayor la longitud de onda del color, mayor la presión sanguínea. O sea, en otras palabras, el color rojo sube la presión, y el azul, la disminuye. Ahora bien, se ignora si esto es un efecto netamente fisiológico, o bien es resultado del condicionamiento cultural.
• El color rojo, además, de acuerdo a esta investigación, se interpreta como una amenaza, y hace que reaccionemos físicamente de manera más vigorosa.

• Incluso, el rojo y el azul pueden influir en nuestro rendimiento académico. Según este estudio, las personas que son expuestas al rojo antes de una prueba, tienen un 20% menos de rendimiento que quienes no lo son. En cambio, el azul ayudaría a incrementar la creatividad.
• Además, los colores influyen en el apetito: si el color del plato es el mismo de la comida, uno tiende a poner más alimento. Pero si el mantel, tiene el mismo color del plato, pasa lo contrario.
• Finalmente, la intensidad de la luz ambiental, afecta al estado de ánimo. Por lo tanto, es posible que mientras el color se acerque más al negro, produzca efectos negativos en el estado de ánimo, como le ocurre a quienes sufren de depresión estacional.

Sin embargo, les vamos a dar una “mala noticia”: aunque uno pensaría que existe una gran cantidad de investigaciones científicas sobre el color y sus efectos (especialmente pensando en la gran importancia que tiene el color para el marketing), la verdad es que no existen evidencias científicas sólidas, que respalden, por ejemplo, la existencia de una correlación directa entre estados de ánimo específicos y colores determinados (Sí la hay respecto a la luminosidad. Son cosas distintas, aunque relacionadas).

Es posible que haya mucho de condicionamiento cultural, lo que influye de manera psicológica en las personas, y les hace actuar de tal o cual manera. Eso sí, hay colores que sí producen algunos efectos llamativos, aunque no se ha podido establecer si ello se debe a los colores mismos, o a factores culturales que ya mencionamos.

Por ejemplo, el rosado produce curiosos efectos: calma la agresividad de los niños, y debilita físicamente a los hombres. Así es, existe evidencia que señala que los niños, al ser puestos en una habitación rosada, se vuelven más tranquilos. Y experiencias con presos, muestran que al ser puestos en una habitación rosada, se tranquilizan y al menos por quince minutos, bajan sus índices de agresividad y se sienten un poco más débiles. Es por eso que el interior de algunas cárceles norteamericanas, está pintado de un tono de rosado específico, llamado “rosado Baker-Miller”, que produce este efecto. Ello puede deberse, quizás, a la asociación cultural que hay entre el rosado y la femineidad. Aunque esto es algo que se remonta únicamente a la década de 1920. Antes de eso, el rosado también se utilizaba en niños.

Los colores en la publicidad

Sin embargo, hay un área donde los colores son importantísimos. Es la publicidad. Aunque aparentemente no hay una base científica sólida, y esto se ha desarrollado a través de la experiencia personal, de acuerdo a los estudiosos de la publicidad, cada color sí evoca algo en las personas. Y las empresas están tan seguras de eso, que están dispuestas a invertir muchísimo dinero para que la imagen corporativa tenga el color apropiado según el mensaje que desean proyectar.

Asociación entre colores, conceptos y emociones en la publicidad. The Logo Company / Elaboración propia en español.

Así, en este ámbito se estima que los colores evocan lo siguiente (¡sólo en el contexto de la cultura occidental, ojo!):

Rojo: además de su efecto psico-fisiológico, es el color de la sangre. Por extensión, se le asocia al corazón, al amor y al romance, así como a la vida, a la emoción, a la urgencia. Por ejemplo, la bebida Coca-Cola lo ha utilizado en prácticamente todos esos aspectos.

Anaranjado: se le asocia a la creatividad, a la juventud, al entusiasmo. Es un color que destaca, por lo que se le asocia también a no temer ser el centro de atención. Las bebidas Fanta y Orange Crush orientan justamente su publicidad en esa dirección.

Amarillo: es el color del sol, y evoca optimismo, claridad y tibieza. También recuerda al oro y la riqueza. Lo utilizan marcas que quieren evocar esas sensaciones: McDonald's apunta a ser divertida y cercana a los niños, las papas fritas lo utilizan en sus envases, para evocar cercanía y diversión. Como es el color más visible, se utiliza en medidas de seguridad, por lo que también lo usan marcas asociadas al concepto, como CAT.

Verde: se le asocia al medio ambiente, y también al crecimiento, a la paz y la serenidad. Debido a esto, se le utiliza en marcas “orgánicas” y “naturales”. Es la razón por la que compañías tan polémicas como Monsanto y Herbalife escogieron ese color, y no otro.

Azul: evoca tranquilidad, seguridad, intelecto. Es por eso que lo han elegido marcas ligadas a la tecnología, como Facebook, IBM, Intel, y Microsoft en Windows 10, entre muchas otras.

Púrpura: por antiguas razones culturales, es el color de la nobleza, de lo sagrado y de la realeza. Evoca sabiduría, grandeza, opulencia. Las marcas lo utilizan para parecer lujosas, de calidad y sofisticadas. Hallmark la utiliza, para asociar elegancia y sabiduría a su marca. La cada vez más olvidada Yahoo, lo utiliza para denotar poder y elegancia.

Blanco, negro y gris: ni el blanco, ni el negro son colores, sino tonos (esto me lo enseñó mi amigo Pato, que es un gran artista, hace muuuchos años). Por lo tanto, el gris tampoco es un color. El negro es la ausencia de luz, y evoca profesionalismo y credibilidad. Es por eso que muchos periódicos utilizan un logo centrado en este tono. En cambio, el blanco simboliza la pureza y la simplicidad, por ello se utiliza mucho en productos cosméticos y de higiene. Y Apple lo utiliza en esos productos, pues va acorde al diseño de los mismos. El gris, se le asocia al equilibrio, a la calma. Lo utiliza Wikipedia en su logo, y ojo, también lo utilizan Facebook y Youtube en su experiencia de usuario, a pesar de que tengan un color distinto asociado a la marca.

¿Conocías estas asociaciones tras los colores? ¿Has sentido que influyen en tu ánimo?