Todos hemos escuchado hablar de “la luz al final del túnel”, incluso se bromea diciendo “¡no vayas hacia la luz!”. Y es que está de más decir que es un tema que está en todas partes. Después de todo, el misterio de la muerte es algo tan profundo e inquietante a la vez, que todas las corrientes religiosas y espirituales tienen una opinión al respecto y muchas giran alrededor de ese hecho en particular.
Pero, ¿qué ocurre realmente al morir? Cuando las personas dicen que ven a sus seres queridos, una luz al final de un camino o que escuchan cosas, ¿será producto de su imaginación? ¿Se deberá a una compleja serie de reacciones químicas, que nos hacen alucinar sin que lo sepamos? ¿O es algo que escapa a los límites de nuestra comprensión, una puerta a caminos espirituales?
Según algunos estudios, al menos el 17% de las personas enfermas gravemente, experimentan una experiencia cercana a la muerte (ECM). ¿Pero, qué es eso? De acuerdo a la Asociación Internacional de Estudios de Cercanía de la Muerte (quienes incluso poseen una revista científica de estudios ligados al tema), una experiencia cercana a la muerte es un profundo evento psicológico, que le puede ocurrir a alguien quien está muy cerca de morir o que se encuentra en una situación de gran crisis física o emocional. Se trata de lo que experimenta internamente la persona, no de lo que “le pasa” externamente.
La descripción de esas sensaciones, en personas, lugares y culturas distintas, es notablemente coincidente, como se puede apreciar en este estudio. En general, son percepciones de movimiento en el espacio y patrones de luz y oscuridad, muchas veces sintiéndose al interior de alguna clase de paisaje, todo ello acompañado de la sensación de estar ante presencias espirituales, lo que produce una emoción intensa y muchas veces surge la convicción de haber entendido la naturaleza del universo.
En ocasiones, incluso se tiene la sensación de flotar separados del cuerpo, pudiendo ver todo lo que pasa alrededor. Una ECM típica, incluye una percepción de rápido movimiento a través de un espacio oscuro (el famoso “túnel”), que nos lleva a un paisaje irreal, encontrando en el camino a seres que a veces se entienden como sagrados, o bien a familiares y amigos muertos.
De acuerdo a los estudios, es también común que uno se perciba como rodeado de una luz brillante (la famosa “luz”), que no se siente tanto de una manera física, sino que más bien como una presencia llena de amor, que muchos interpretan como a la divinidad que corresponda a su propia fe. Pero por otro lado, el 23% de las personas experimenta miedo y ansiedad, según las investigaciones recogidas aquí.
Lo interesante de todo ello, es que quien tiene esta experiencia, generalmente cambia por completo su forma de vivir desde ahí en adelante, como indica esta investigación de la Universidad de Virginia. Ahí se sostiene que se vuelven más compasivos y le pierden el miedo a la muerte. Consideran, además, que han aprendido algo fundamental respecto al propósito de sus propias vidas.
Ahora, naturalmente esto se trata de algo incomunicable, a nivel muy personal, lo que no ayuda mucho a una explicación científica para el fenómeno, pero se hace lo que se puede. Y como es intransmisible, a veces quienes tienen una ECM, se sienten agudamente solos, y desarrollan un sentido de irrealidad, si están rodeados de personas escépticas respecto a su experiencia. Con pros y contras, es de todas maneras una experiencia imborrable, totalmente definitoria.
La frontera de la muerte:¿Hasta dónde puede explicar la ciencia?, por el Dr.José Miguel Gaona. Mindalia Televisión. |
Se han realizado varios estudios científicos respecto a las sensaciones experimentadas en la cercanía de la muerte, sin embargo, hasta ahora son escasos los informes respecto a lo que realmente ocurre fisiológicamente, en una situación tan extrema y por razones obvias, si consideramos que… ¡esos casos casi nunca ocurren en laboratorios!
En general, la tendencia desde la ciencia más tradicional, es a decir que se trata de experiencias alucinatorias, producto de la situación fisiológica extrema en la que se encuentran las personas en esos momentos. Y sobe eso existen varias hipótesis:
Cambios en el torrente sanguíneo: Se tiende a pensar que las visiones producto de una ECM, son debido a que al cesar el ingreso de oxígeno a los pulmones, ocurre un fenómeno de anoxia o hipoxia, o sea, de disminución de oxígeno en la sangre, lo que efectivamente produce alucinaciones. Eso sí, estas son del tipo aterrador e inducen miedo y agitación.
Aunque se ha propuesto que no es la hipoxia, sino la hipercarbia, o sea, el aumento del dióxido de carbono en la sangre, lo que produce estas sensaciones. Pero algunos estudios han mostrado que los niveles de CO2 en la sangre no aumentan durante una ECM. Por lo tanto, no es una explicación muy concluyente.
Alucinaciones metabólicas: Otra explicación que se ha buscado, es que las ECM son alucinaciones producto de disfunciones metabólicas y orgánicas al momento de morir. Nuevamente, este tipo de alucinaciones son de un carácter muy distinto y casi opuesto a lo que se experimenta en una ECM, ya que se trata de visiones que producen dificultad en el razonamiento, irritabilidad, miedo y agresividad, por lo que tampoco parece ser muy concluyente.
Memorias de nacimiento: Se ha indicado en ocasiones, que quizás la ECM es más bien un recuerdo del propio nacimiento. Ello, pues se experimenta un largo túnel oscuro, luego una luz, un cambio de lugar, e incluso hay alguien al final recibiendo a la persona casi siempre. El problema es que las condiciones para almacenar ese tipo de memoria en el recién nacido, son bastante dudosas, ya que no poseen ni la agudeza ni el campo visual, o la estabilidad sináptica para ello. Además, no parece haber diferencias entre las ECM de personas nacidas por parto normal o por cesárea. Aunque naturalmente, eso no nos dice nada respecto a si esta hipótesis es cierta o no.
Experiencias en estado REM del sueño: Se ha planteado que la ECM puede ser nada más que la experimentación en el cerebro de un estado REM, que es el momento durante la noche, cuando soñamos. Lamentablemente, muchas ECM han ocurrido en condiciones que inhiben este estado, como por ejemplo, bajo anestesia general.
Efectos neuroquímicos: Se ha considerado que las visiones de una ECM, se pueden deber a una inundación de endorfinas u otros opioides en el cerebro, e incluso sustancias parecidas a la ketamina. Ahora bien, esos efectos aún no se comprueban de manera empírica y (otra vez) las alucinaciones producto de la ketamina, difieren notablemente de lo experimentado en una ECM. También se ha propuesto que el DMT (o N,N-dimetiltriptamina), una sustancia producida naturalmente por el cerebro, y que tiene efectos alucinatorios, es un factor importante en una ECM, aunque no parece haber mucha literatura explorando este tema específico, relacionado con las experiencias cercanas a la muerte.
La conciencia y la experiencia cercana a la muerte, por el Dr. Pim van Lommel. Mindalia Televisión. |
De todas maneras, un gran problema es que en casos como en el del Dr. Eben Alexander, cuyo cerebro estuvo inactivo por varios minutos, es que no hay sustento en el que varios de los mecanismos mencionados puedan ocurrir, pues la actividad cerebral es nula, lo que impide su registro. Aunque como hay una diferencia de tiempo entre la muerte biológica (que ocurre antes) y la muerte cerebral (que ocurre después), y el cerebro puede ser reactivado tras un período de inactividad - o no estaríamos hablando de estos temas -, lo que ocurre en ese período, es realmente un misterio.
Lo que sí se ha encontrado, es que justo antes de experimentar la muerte cerebral, el cerebro literalmente estalla en un frenesí de actividad. Esto se ha comprobado en un estudio con 9 ratoncitos, a quienes se les indujo un infarto, y se analizó su respuesta cerebral (¡Pobres! Pero aquí hay un interesante artículo sobre la experimentación animal). Lo que se encontró, es que tras el infarto, el cerebro de todos los ratoncitos entraba en una actividad frenética, incrementando su actividad eléctrica y sincronizando su actividad mediante ondas eléctricas gamma, las cuales se relacionarían con la autopercepción de la conciencia. ¿Qué significa eso exactamente? Bueno, para los autores del estudio, significa que hay que seguir investigando...
Tampoco hay una explicación conclusiva respecto a los casos de experiencias fuera del cuerpo (EFC), o sea, cuando las personas “ven” o “escuchan” lo que pasa a su alrededor, mientras están clínicamente muertos. Dos casos son especialmente llamativos: uno, recolectado por el Dr. Kenneth Ring y ocurrido en Seattle el año 1977. Fue protagonizado por una inmigrante de nombre María, quien sufrió un paro cardíaco y que tras ello, le contó a la trabajadora social que le atendía, que tuvo una EFC, y que al tenerla, flotó alrededor del hospital, donde le llamó la atención que hubiera una zapatilla azul en la cornisa del tercer piso. La trabajadora social fue de inmediato a verificar esta información, y efectivamente encontró la zapatilla descrita, en un lugar donde era imposible que fuera vista por María, lo que es completamente inexplicable.
El segundo caso ocurrió en 1991, con la cantautora Pam Reynolds. La artista fue sometida a una operación cerebral especial, bajo condiciones de hipotermia. Para ello, se bajó la temperatura de su cuerpo a 10° C, se le pusieron vendas en los ojos, se cubrieron sus oídos, y se detuvo la circulación de la sangre en su cerebro. Asimismo, se esperó a que tuviera un electroencefalograma plano. Pam Reynolds, tras la operación, dijo que pudo flotar alrededor de la mesa de operaciones y fue capaz tanto de reproducir conversaciones, como de describir los instrumentos quirúrgicos que utilizaron sus cirujanos. Se trata de un caso muy bien documentado, debido a las condiciones clínicas en que ocurrió.
De todas maneras, el problema es que si bien no hay explicaciones conclusivas respecto a todos estos fenómenos, tampoco ninguna ECM responde a parámetros científicos: hay una ausencia total de grupos de control, y no hay validez estadística suficiente para corroborar cada aseveración, debido a que las condiciones son todas distintas en la mayoría de los casos. Por lo tanto, aunque se trata de un fenómeno que las personas efectivamente perciben, aún no existen las herramientas para determinar desde el punto de vista científico qué pasa en realidad, y sin espacio a dudas razonables, en una ECM.
La experiencia del Dr. Michael Newton. Discusión respecto a hipnosis, experiencias cercanas a la muerte, y regresiones. Gateways Television |
¿Son estas experiencias producto de la imaginación? ¿Son una manifestación de una realidad más profunda, más allá de lo físico? Puede ser que uno siempre verá las verdades que son adecuadas a su propio desarrollo intelectual y espiritual. Por lo tanto, si para uno es adecuado ver esto como nada más que un producto de una serie de “cortocircuitos neuronales”, y que no es indicio de nada más allá, pues entonces está bien. Lo mismo si se considera como una muestra de una realidad superior, espiritual, inmanente. Y es que hay que respetar todas las visiones, más aún las que no nos gustan o convencen.
Otra cosa muy distinta, es cuando uno mismo es quien tuvo la experiencia, o se está ante alguien que lo experimentó. Esto es muy de perogrullo, pero recordamos lo que recordamos. Sentimos lo que sentimos, y eso no se lo podemos quitar a nadie.
Sin embargo, estos temas llaman a la reflexión y a considerar cuál es nuestro papel en este gran escenario que es la vida. Es lo que nos recuerda, también, cada vez que muere alguien famoso o que marcó cultural o generacionalmente a las personas: ¿Qué hacemos para que nuestra vida sea valiosa? ¿La aprovechamos, o la desperdiciamos en banalidades? ¿Estaremos satisfechos al final, cuando miremos hacia atrás, y digamos: utilicé mi vida en esto? Grandes cuestiones, que sólo podremos resolver tratando de vivir de la mejor manera.