El mundo del rock está agitado. ¿Qué pasó que los últimos meses han sido tan intensos? Pareciera que la muerte está trabajando horas extra y ni hablar de cómo se viene la agenda de conciertos este año. Así como estamos, tendremos que endeudarnos si queremos ver a nuestros ídolos antes de que la pelá se los lleve.

Y como si la agitación actual fuera poca, en los últimos días una esperada noticia movió el piso a la prensa especializada y las redes sociales: la reunión de Guns n’ Roses, sí señores, es una realidad. Será la primera vez en más de veinte años que veremos al mismo tiempo a Axl Rose, Duff McKagan y Slash en un mismo escenario. Y aunque no se presentaría sobre el escenario, existen rumores de que Izzy Stradlin estaría trabajando con la banda en la creación de nuevo material.

Siempre he creído que la década de los ’80 fue una mala década para el rock. Más allá de bandas como AC/DC, Motörhead o Black Sabbath (con Ronnie James Dio en voz), que preservaban un sonido setentero, creo que la estética visual y musical de la década fue muy nociva para los rockeros: las guitarras puntudas, las melenas escarmenadas, el sonido plástico y las canciones prefabricadas que no decían nada, le hicieron muy mal a las bandas que sobrevivieron a los años ’70 y trataron de hacer música en los ‘80.

Por eso, siento que la llegada de Guns n’ Roses a la escena fue un giro inesperado en todo lo que se estaba haciendo por entonces. Más allá de que algunos los clasifiquen como glam rock, lo que los Guns hacían era mucho más amplio que eso: simplemente era imposible meterlos en el mismo saco que MotleyCrue o Poison. Su sincretismo de hard rock y punk rock, con la potente base de DuffMcKagan y Steven Adler, sumado a las influencias blueseras de Izzy Stradlin y Slash en las guitarras, y coronado por la inusual voz de Axl Rose, hacían de Guns n’ Roses un combo musical con una sinergia única. Era la unión de cinco genios que, combinados, sacaban lo mejor (y lo peor) de sí. Gracias a esto es que su disco debut, el Appetite For Destruction (1987), resultó ser el debut discográfico más exitoso de todos los tiempos.

A principios de los ’90 vinieron los primeros problemas serios para la banda. Tras el exitoso EP G N’ R Lies de 1988, vino el disco doble Use Your Illusion, que trajo consigo su primera baja: debido a su descontrolado consumo de drogas, el baterista Steven Adler fue despedido de la banda en medio de la grabación del álbum, siendo reemplazado por el baterista Matt Sorum.

La gira de promoción, el Use Your Illusion Tour, fue la gira más ambiciosa que alguna banda haya hecho alguna vez en la historia: ni más ni menos que veintiocho meses en la ruta. Esta gira, que tuvo a Guns n’ Roses en Chile el año 1992, fue determinante en el futuro de la banda. Los serios problemas de convivencia y de consumo de sustancias se fueron agravando progresivamente, con recordadas controversias y amplias críticas de los sectores más conservadores.

El primero en resentir el desgaste de esta gira fue el guitarrista rítmico (y principal compositor) Izzy Stradlin, quien en 1991 renunció a la banda por no aguantar a Axl Rose, y por el entorno auto destructivo que rodeaba a la banda en general.

Luego del Use Your Illusion Tour, la actividad de Guns n’ Roses fue errática: no publicaron mucho material nuevo, y las presentaciones en vivo fueron esporádicas. Finalmente, la salida de Slash en 1996 y Duff McKagan en 1997, dejaron a Axl Rose como el único miembro fundador, declarando con ello la muerte de la formación clásica de la banda.

Desde el álbum Spaghetti Incident (1993), Axl Rose tardó quince años en publicar un nuevo álbum con Guns n’ Roses, esta vez con una formación remozada. La espera terminó con el lanzamiento del esperado Chinese Democracy el año 2008. Este álbum, sin embargo, causó reacciones diversas en la crítica y sentimientos encontrados entre los fans.

Durante los últimos años hemos visto cómo los conflictos entre los fundadores de la banda de Hollywood se han sanado, dando lugar a colaboraciones y reuniones esporádicas entre algunos de sus integrantes. El nacimiento de la banda Velvet Revolver en 2002 volvió a reunir a Slash con Duff McKagan y Matt Sorum. El resultado de este proyecto, que tuvo al difunto Scott Weiland y Dave Kushner como vocalista y guitarrista rítmico respectivamente, devolvió a los fans la esperanza de ver a su banda reunida una vez más. Izzy Stradlin, por su parte, ha sido invitado en repetidas ocasiones a tocar con Guns n’ Roses, llegando incluso a formar parte de la formación en la gira europea de 2006.

Finalmente, tras años de acercamientos y distanciamientos entre integrantes, la reunión (parcial, al menos) de Guns n’ Roses se hará realidad en el festival Coachella de este año.

Una forma de entender la genialidad detrás de esta banda es adentrándonos en las individualidades que la componen. Por eso, te presentamos las exitosas, pero injustamente desconocidas carreras solistas de los tres miembros fundadores de Guns n’ Roses que se sumarán a Axl Rose para la tan anhelada gira de reunión.

IzzyStradlin: el genio silencioso

En el escenario eran Axl y Slash los que se llevaban todos los aplausos, pero en el estudio, el trabajo de Izzy Stradlin era vital: su relevancia como el compositor principal de la banda fue siempre a la par con su bajo perfil.

Tras su salida de Guns n’ Roses, Stradlin se sumergió en una prolífica carrera solista, siendo la más constante de sus ex compañeros de banda. Desde 1992 hasta la fecha, Stradlin ha publicado doce álbumes como solista y ha participado como invitado en decenas de álbumes. Sus álbumes han incorporado de forma más explícita algunos de los elementos de blues y punk rock que ya podíamos escuchar en composiciones suyas de Guns n’ Roses, muy acordes a su voz oscura y rasposa.

Su bajo perfil lo ha mantenido alejado de las giras y la prensa. Por esto, muchos de sus discos han tenido poca o nula promoción. Pero para Izzy Stradlin, la motivación detrás de su trabajo no es hacer fama, es simplemente hacer música.

Disco recomendado: Izzy Stradlin & The Ju Ju Hounds (1992)

Slash: el mismo de siempre

Gracias a sus habilidades escénicas y su manejo de la audiencia, Slash siempre fue un excelente frontman. A diferencia de Izzy Stradlin, su espacio era al centro del escenario, con las luces apuntándole y sus solos de guitarra sacando suspiros de las féminas. Hoy las cosas siguen siendo más o menos iguales: el mismo hard rock que le conocimos en Guns n’ Roses, la misma Gibson Les Paul y el mismo sombrero de copa cubriéndole la cabellera.

El camino de Slash como solista comenzó cuando aún formaba parte de Guns n’ Roses, en un errático camino de ensayo y error que lo llevó por diversas agrupaciones. La primera fue Slash’s Snakepit, un proyecto en el que se asoció con los ex gunners Matt Sorum y Gilby Clarke, más los músicos Mike Inez y Eric Dover para grabar el disco debut It’s Five O’ Clock Somewhere en 1995.

Posteriormente, ya fuera de Guns n’ Roses, en 1996 Slash se lanzó con el proyecto de blues rock Slash’s Blues Ball, banda de covers que reversionaba clásicos del blues en un formato más cercano al hard rock. Con ellos no grabó discos oficiales, pero sobrevivieron algunos bootlegs que todavía circulan por internet.

Para el año 1999, Slash reformó la Slash’s Snakepit con nuevos músicos y lanzó en octubre de 2000 el disco Ain’t Life Grand. Al igual que Izzy Stradlin, Slash aprovechó estos discos para incursionar más en sus influencias blueseras y fusionarlas con el hard rock que venía haciendo con Guns n’ Roses.

Tras la separación de Velvet Revolver, Slash se dedicó a trabajar de lleno en su primer trabajo puramente como solista, ya no bajo el nombre de una banda, sino simplemente como Slash. El año 2010 se lanzó el disco Slash, que contó con invitados estelares de los más diversos estilos, desde Ozzy Osbourne y Lemmy Kilmister, hasta Fergie de Black Eyed Peas y Adam Levine de Maroon 5.

De una de las colaboraciones de este disco saldría la alianza que consolidaría la formación de la banda soporte de Slash. El vocalista de Alter Bridge, Myles Kennedy, se volvió un socio fundamental en la carrera solista del guitarrista, que desde entonces se presenta como “Slash featuring Myles Kennedy & The Conspirators”. De esta alianza saldrían los álbumes de estudio Apocalyptic Love (2012) y World on Fire (2014), y los discos en vivo Live in Manchester (2010), Made In Stoke (2011) y Live at the Roxy (2015).

El trabajo de Slash como solista está lejos de ser un show de revivalismo. A sus cincuenta años, el morocho de rulitos está en plena forma, y los músicos que lo acompañan se encargan de ayudarle a explotar todo su potencial.

Disco recomendado: Made In Stoke (2011)

DuffMcKagan: cargado al máximo

El bajista suele cargar con el estigma de ser siempre un personaje que pasa desapercibido en las bandas. Este prejuicio, sin embargo, pareciera no aplicar para Duff McKagan.

Su primera incursión solista fue el año 1993 con Believe in me, cuando todavía formaba parte de Guns n’ Roses. Contó con la colaboración de sus compañeros de banda y otros invitados especiales como Lenny Kravitz y Jeff Beck. Fue todo un éxito de ventas. Se estima que a día de hoy lleva más de cien mil copias vendidas.

Para su segundo disco solista, Beautiful disease (1999), Duff volvió a contar con la colaboración de sus ex compañeros de banda, quienes le dieron su aporte para la composición de algunos temas.

La llegada del nuevo milenio encontró a McKagan formando Loaded, proyecto concebido como banda soporte para promocionar en vivo su álbum Beautiful disease, pero que terminó consolidándose como su proyecto musical permanente hasta la fecha. Con Loaded, Duff McKagan se asoció a destacados músicos de la escena rockera de los ’90 y ’00 para la composición de las canciones y la grabación de discos. Como fruto de este trabajo han sido publicados hasta la fecha los álbumes Episode 1999: Live (1999), Dark Days (2001), Wasted Heart (2008), Sick (2009) y The Taking (2011), intercalados entre su agenda con Velvet Revolver y Jane’s Addiction, ambas bandas de las que formó parte como miembro estable.

Así como Izzy Stradlin y Slash aprovecharon sus carreras solistas para incursionar en el blues y el southern rock, Duff McKagan profundizó su gusto por el punk rock y lo combinó con el hard rock en sus discos solistas, apelando a potentes riffs de guitarra y sólidas líneas de bajo, guardándose para sí mismo siempre el rol de voz principal. Esta mixtura de géneros le ha valido una valiosa posición dentro del rock alternativo, ganándose el respeto de destacados exponentes de la escena.

Disco recomendado: Sick (2009)

¿Cuál de los miembros crees que tuvo una mejor carrera solista?