sociedad, elecciones, felicidad, opciones, Barbón

Cuando el poder elegir nos hace menos libres

No siempre tener muchas opciones nos hace felices. El exceso o falta de opciones o de información nos puede paralizar. Sin embargo, tomar ciertas medidas nos pueden ayudar para elegir tranquilos.

Por Alfredo Rodríguez @AlfreoRodriguez | 2013-05-27 | 23:39
Tags | sociedad, elecciones, felicidad, opciones, Barbón

Siempre se nos ha enseñado que no hay nada mejor que tener la posibilidad de elegir. Y mientras más opciones, mejor. Es que, supuestamente, cuanto más alternativas nos entrega la vida, más posibilidades tenemos de llevar una vida libre y plena. 

Por ejemplo, a mí que me encanta la tecnología, me fascina la idea de pasear una y otra vez por las tiendas de TV o computación antes de decidir cuál comprar. Ahora, cuando se trata de contratar un plan médico, comprar un auto o elegir una AFP, entonces el proceso de decisión puede volverse infernal. “¡Ojalá existiera un solo tipo de chupete!” piensa uno al verse frente a un pasillo infantil lleno de chupetes de distintas formas y colores (y quizás hasta sabores). Es entonces cuando me pregunto

 ¿No será que a veces tener más opciones es peor?  


Caso 1: El restaurant. 

En mi familia de origen (o “la de mis padres”) siempre se acostumbró salir a comer para las fechas importantes. Podía ser un restaurant, churrasquería o a la comida china, pero salir a comer era sinónimo de celebración. Y cada vez que salíamos, me llamaba la atención que se repetía la misma situación: cuando le ofrecían la carta a mi hermana, comenzaba su sufrimiento. Y no porque no hubiera nada que le gustara, sino porque ¡todo le gustaba! Al final “la carta” era algo así como la lista de todo lo que no iba a comer, pues solo podía elegir una de esas comidas. 

Caso 2: Cambiar el PC. 

Me gusta la computación, pero estoy lejos de ser un experto. Cada tanto recibo un llamado de algún pariente o amigo con la siguiente consulta: “Alfredo, tengo frente a mi este computador de tales características a tal precio ¿Está bueno? ¿Lo compro?”. La verdad es que hace años que me quedé abajo respecto a cuál es el mejor hardware y solo tengo una visión muy a grandes rasgos de si algo vale la pena o no. Muchas veces sé lo mismo que la persona que me está llamando, pero a esa persona no le basta con su conocimiento, porque se da cuenta que hay un conocimiento técnico que no tiene, lo que merma su confianza a la hora de elegir. 

El punto. 

¿Realmente el tener tantas opciones nos facilita la vida? O siendo más drásticos ¿Nos hace más felices? Probablemente, si mi papá hubiera decretado en ese almuerzo “pollo con papas fritas para todos”, todos hubiéramos estado igualmente felices. Y si ante el llamado telefónico de mi tía comprando un PC respondo que no tengo idea, ella hubiera pensado “¡Ahora qué hago!”. Es que la posibilidad de optar viene unida a la presión de “elegir bien”. Porque ya no se trata de si disfrutaste tu almuerzo o si tu PC te sirve, además tienes que luchar con el fantasma de lo que no elegiste. Si la carne está un poco dura o los programas corren un poco lento, de inmediato surge la duda de si no existirá otro plato o computador mejor que el que elegimos. 

Entonces ¿qué hacemos? ¿Elegimos no elegir? Tampoco se trata de eso. Mi punto va al hecho que una gran cantidad de opciones realmente nos hace más libres si somos capaces de liberarnos de la presión de elegir lo mejor y de los fantasmas de la duda posterior. Y las claves que propongo para ayudarnos son tres. 

1.- Tener a un consultor de confianza.


Para mí, elegir una cerveza es fácil, pues todas me parecen iguales. Soy un ignorante en el tema. Pero cada vez que tengo que comprar cervezas para otras personas llamo a mi cuñado. Él sabe más y confío en su gusto, es el técnico cervecero que necesito porque es capaz de ver esas diferencias entre unas y otras que yo no veo. 

2.- Enfocarnos en nuestras necesidades.


Si vamos a elegir algo, centrémonos más en que aquello que elegimos nos sirva. Si pensamos en que existe un celular mejor que todos, probablemente terminemos sintiendo que no lo elegimos (incluso aunque lo hayamos hecho). Por otra parte, si nos enfocamos en lo que realmente necesitamos, de pronto ya no habrá un celular que nos sirva, sino que muchos. Si sirve, entonces está bien ¿no? 

3.- Pensar las consecuencias.


¿Qué tan terrible es elegir mal? ¿Qué es lo peor que podría pasar? En algunos casos puede ser de vida o muerte, pero en la mayoría probablemente no. Démosle el tiempo que merecen a nuestras elecciones según la importancia de sus consecuencias, y aprendamos a arriesgarnos en aquellas cosas sin importancia. No vale la pena investigar demasiado para elegir la mejor mayonesa ¿no? 

El salto. 

Finalmente, hay que estar conscientes de que toda elección es en algún grado “a ciegas”. A veces sólo necesitamos la confianza para ejecutar una decisión que ya está tomada, pero que por temor somos incapaces de llevar adelante. En esos casos simplemente hay que animarse y dar el salto, porque por mucho que analicemos las cosas nunca sabremos como resultarán realmente.  Quizás la historia no termine como esperabas, pero eso no necesariamente significa que tendrá un mal final. No debemos permitir que la existencia de múltiples opciones frene nuestras decisiones, porque es equivalente a convertir en cadenas eso que supuestamente debería hacernos más libres. 

¿Elegir con libertad o elegir bajo presión? Muchas veces la decisión está en nuestras manos. 

Si alguien se interesa en el tema, recomiendo la siguiente charla. Es simplemente genial. 

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Comentarios
Luis Alejandro González Miranda | 2013-05-28 | 09:36
3
Información => Opinión => Decisiones.

Las frasecitas de "El Informador" toman más fuerza a la hora de los quiubos.

Por supuesto, no todos podemos ser expertos en cocina internacional o en hardware, pero eso no nos exime de la responsabilidad de informarnos o asesorarnos.
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-05-28 | 11:33
3
Y tampoco sobreinformarnos. Para mí, si casi todas las cervezas son iguales, entonces no importa mucho cual sea la mejor. O como a mi mamá, que le basta con que el celular sirva para hablar. En esos casos no vale la pena informarse en profundidad, basta cerciorarse que cumpla con lo que necesitamos. ;)
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Carolina Olivares | 2013-05-28 | 09:53
3
Me parece súper interesante tu nota, pero creo que tambien hay que considerar la falsa posibilidad de elección, cuando nos aparentan muchas opciones pero en realidad no son para todos, por ejemplo, si necesitas comprar un celular para tu abuelita, no puedes encontrar algo simple, todo tiene radio, cámara, conexión a internet, o si es de los más baratos su sistema operativo no es para nada intuitivo. Ahí te preguntas, hay en realidad tantas opciones como aparentan, yo creo que no.
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si marastu | 2013-05-28 | 10:54
3
http://articulo.mercadolibre.cl/MLC-409664716-telefono-senior-tercera-edad-toda-compania-_JM
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-05-28 | 11:39
0
Y no solo eso, hay diferencias que para algunos son diferencias y para otros no. Para mis viejos, la única diferencia entre un iPhone 5 y los anteriores es el cambio de enchufe, el resto es todo igual. Mientras que un experto te dirá que uno tiene mejor recepción, otro mejor pantalla, etc.

Lo mismo me pasa a mi con las chelas, mientras estén frías, son todas casi iguales.
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Guillermo Pandelara | 2013-05-28 | 10:14
1
Concuerdo plenamente con tu nota, creo que en estos días donde la información se puede obtener en exceso, lo que la gente necesita para poder tomar buenas decisiones es la ayuda para filtrar lo que busca o le sirve de manera efectiva y de una forma casi tan rápida como la obtención de la misma información.
Un ejemplo claro: Netflix, hay tantas películas interesantes que ver, pero el solo hecho de tener que pasearse por tooooooodo el catálogo, que no tiene un orden relativo es algo que quita tiempo y a veces cuando uno quiere ver algo rápido durante la once, se te enfría el té tratando de decidir.
Si tuviese mejores filtros, no tanta redundancia entre categorías, que las categorías fueran más particularmente definidas o incluso que la búsqueda directa tuviera más posibilidades de búsqueda como actor, director, etc. Sería mucho más cómodo elegir con la información que se tiene (acotada a límites aceptables) y con lo que se anda buscando.
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-05-28 | 11:41
0
No volvamos a Netflix, tema complicado xDDD

Yo en Netflix siempre elijo relativamente rápido, bajo el mismo principio de que mi entretención es lo primero, y entre ver una película simpática buscando poco y una obra maestra buscando mucho, prefiero la primera. Además que rara vez el tiempo que dedico a la búsqueda se refleja en la calidad de lo que veo. ;)
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Paper Luis | 2013-05-28 | 10:54
3
Creo que para decidir se tiene que tener claro que se quiere ¿Un computador? O ¿Quiero un dispositivo para revisar facebook, el correo, ver tv online y escuchar musica? o ¿Quiero un dispositivo que me permita jugar la ultima version de Total War, donde pueda ver como le cortan el meñique a los chinos?
Además se tiene que evaluar con un presupuesto.Claro que me gustaría comprar un whisky etiqueta azul, pero creo que 200k es excesivo.
Y la importancia que tiene el momento de la decisión. Un calzoncillo de uso diario es muy diferente al que usarás en la noche de bodas.
Además hay que saber discriminar la información y lo que es publicidad. En lo que es celulares, todos alaban el Iphone y los Galaxy. En lo personal, tengo un Razr Intel, que me costó menos de un cuarto que los otros aparatitos y funciona a la misma velocidad (e incluso mejor) en algunos casos.
Saludos
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-05-28 | 11:47
0
Y hay que saber cuándo darle importancia a la decisión y cuando no. Elegir un computador para alguien que lo usará para el correo y facebook puede ser algo muy rápido. Además, a veces gastamos mucho rato en agarrar la confianza para tirarnos a la piscina, siendo que la decisión ya está súper tomada en nuestra cabeza. Como en el mismo ejemplo de tirarse o no a la piscina ¿Cuanto tiempo pasamos parados al borde de la piscina, con traje de baño puesto, decidiendo si lanzarnos o no? Desde el momento en que nos sacamos la polera ya está decidido, solo falta ejecutar la decisión.
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Rodolfo Schmauk | 2013-05-28 | 12:36
2
Hay un estudio que indica que una mayor cantidad de opciones incentiva la compra, pero sólo hasta cierto punto. Después de una cierta cantidad, más opciones se vuelven abrumadoras y uno termina prefiriendo no comprar.
https://spark-public.s3.amazonaws.com/behavioralecon/readings/Week%202%20Readings/buying%20behavior.pdf
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-05-28 | 12:49
1
Lo mismo menciona la experta en el video. En otro video dice que lo ideal está al rededor de las 6 opciones (y no de cientos de opciones como uno podría creer). Realmente me pareció super interesante Y contra intuitivo. ;)
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Victor Hammersley | 2013-05-28 | 16:57
1
Seguramente está alrededor de 5 +o- 2. que es la cantidad de elementos que se recomiendan hace mucho (y nadie hace caso) para las presentaciones de powerpoint. Es la cantidad de elementos que tenemos la capacidad de procesar y entender.
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-05-28 | 17:03
0
Buen dato! Hay que puro aplicarlo a los PPTs!
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Gabriel Rodríguez | 2013-05-28 | 14:57
1
Otro punto importante a tener presente es aprender de nuestras experiencias, de nuestras decisiones acertadas/desacertadas previas. Parece una perogrullada, pero como especie somos patológicos en tropezar dos veces con la misma piedra, porque muchas veces ponemos nuestras expectativas por sobre nuestras experiencias.
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-05-28 | 17:08
0
Claro! El ser humano es el campeón del doble y triple tropiezo. A veces falta solo abrir los ojos para darse cuenta que lo que estamos decidiendo ya lo vivimos antes y que la respuesta está en nuestra propia experiencia.
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Nestor Lopez | 2013-05-28 | 15:08
1
Y en la vida??? yo tuve un compañero, que jamas se decidía a pololear... pues siempre decía "y si le digo que si, pero mañana aparece una mejor??? me voy a arrepentir y perder la oportunidad"... a veces, eso pasa con las elecciones, lo que congela, es creer que aparecerá algo mejor, justo después de decidirnos... como se llama eso???? histeria decían algunos... duda obsesiva decían otros.....
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Paper Luis | 2013-05-28 | 16:29
1
Es que siempre va a aparecer algo (o alguien) mejor en tu vida. Uno de los riesgos de escoger es ese.
Yo alguna vez conocí a la mina PERFECTA para mi, pero me quedé con la mujer de la cual estuve (y estoy hasta ahora) enamorado
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-05-28 | 17:10
1
Claro, por esperar infinitamente algo mejor podemos quedarnos sin pan ni pedazo. Lo "mejor" suele ser un espejismo, pues la mayoría de las veces es lo imperfecto lo que resulta ser perfecto para nosotros.
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Antonio Batlle | 2013-05-28 | 15:19
1
Estoy de acuerdo, y tengo una reflexión. Creo que al elegir, uno esta haciendo uso de su libertad. El acto de elegir algo, nos ayuda a desarrollar nuestra libertad, por lo tanto, sin importar si te equivocas o no en la decisión, el hecho de optar por algo nos ayuda a ejercitar nuestra libertad. Hay que aprender a elegir, no hablo de aprender a tomar buenas decisiones, sino que creo que es bueno ejercer el acto de elegir y dejar atrás otras cosas, para desarrollar nuestra libertad
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-05-28 | 17:05
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Imposible más de acuerdo!
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Paper Luis | 2013-05-28 | 16:30
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Además no olvidemos que uno se puede arrepentir de la elección. Si escogí mal, uta trato de deshacerlo y si no se puede, mala cuea, pa la otra no. Y si no hay otra, Weno, perdí nu mas.
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Alfredo Rodríguez | El Barbón | 2013-05-28 | 17:06
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Claro! Y muchas veces se gana mucho más perdiendo que no eligiendo. Incluso en casos catastróficos puedes ganar una tremenda experiencia.
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eugenia mondaca | 2013-06-11 | 15:46
0
A estas alturas de mi vida... me dejo guiar por la intuición (otra forma de decirlo, es que me dejo guiar por lo que me pasa en la guata), y cada vez siento que me equivoco menos en lo importante de la vida. En lo nimio, mis equivocaciones me hacen reír!!
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