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El otoño está aquí. Las hojas cambian de color, los abrazos se hacen necesarios ante el inicio del frío, anunciando la llegada de (ojalá) las primeras lluvias… y de nuevos amores. Y como nada hay más romántico que una buena lectura, he querido elaborar una breve lista con novelas de amor que no tengan ni una pizca de cursilería, ideal para hombres (si me permiten el machismo).
Espero que el listado sirva para abrirles el apetito por un abril más literario y menos videojueguizado. Se agradecen, por cierto, los aportes que ustedes quieran hacer.
Se trata, sin duda, de la mejor novela romántica que he leído. No he encontrado otro texto en el que se logre describir con tanta maestría el proceso de enamorarse. La historia narra la manera en que Fendrich, un joven que arregla lavadoras, conoce a Hedwig… y ella le roba el corazón: todo durante una jornada de día lunes. En sólo 100 páginas –no es fácil encontrar ediciones nuevas, recomiendo acudir a libros usados o internet, Böll (Premio Nobel de Literatura en 1972) teje un relato sin respiros, lleno de significado, donde los detalles son tan importantes como el panorama general de una Alemania entre guerras.
Perfecta para: volver a creer en el amor.
Quizás hasta el propio autor se extrañe al ver su primera obra bajo la categoría de “novela de amor”, pero… ¿qué otra cosa se puede decir de una mujer de 77 años que, al verse enfrentada a la muerte, decide recordar y escribir su vida? Julia Bartolini, narradora de sus memorias, repasa en orden emocional (no cronológico) su infancia, su particular modo de enamorarse, y la dura labor de formar una familia acomplejada por sus secretos. Simonetti tiene un don muy especial: es capaz de describir un sentimiento con la misma nitidez con que describe un lugar. No son pocos los que han llorado durante su lectura.
Perfecta para: meditar sobre cuán a concho vivimos el presente.
Con una buena adaptación cinematográfica que tuvo a Kate Winslet como protagonista, esta novela cuenta la historia de Michael Berg, un adolescente que se enamora de Hanna, una mujer 21 años mayor. Como suele suceder, la novela es mejor que la película, sobre todo por el talento del autor para dibujar los límites entre la atracción intelectual y la sexual. La trama incluye, asimismo, el poderoso rol que puede jugar la lectura en nuestras vidas y la importancia de la compasión en toda relación de amor. Una joyita literaria que es fácil de encontrar en librerías y que se lee de una sentada.
Perfecta para: encontrarle su lado sexy a la lectura.
No conozco a nadie que, habiendo leído esta breve novela, después no la haya recomendado. Si se comienza, es imposible soltarla. Y si bien no se trata del amor entre un hombre y una mujer, describe con todos sus matices –incluidos los más ambiguos- la relación de amistad entre Hans y Konradin, dos jóvenes compañeros de escuela cuyas vidas tendrán giros inesperados. Uhlman logra retratar en sus páginas la naturalidad con que suele nacer una amistad, y en qué medida el amor puede confundir los planos… hasta hacerse necesario el perdón.
Perfecta para: comprarla, leerla y regalarla… una y otra vez.
La trilogía “Claus y Lucas” –“una mirada al mundo con ojos de niño malo”- comienza con el crudo relato de “El gran cuaderno”, donde los pequeños gemelos protagonistas van contando sus vidas y progresos a merced de la abuela, una mujer cruel y analfabeta. La autora, una húngara que escribe en francés, explica con su descarnada pluma la naturaleza salvaje que posee el amor fraternal: los niños, ajenos a cualquier manifestación de cariño, crecen como animales… lo que termina por convertir sus sentimientos en peligrosos instintos. A pesar de lo macabro que resultan varios capítulos, la historia contagia ternura.
Perfecta para: una noche de sábado, con vino y sin Netflix.