cine, cultura

Cine de Cartón: pequeño manual para dar ese gran salto que necesitamos.

Por Rodrigo Muñoz Cazaux @cinencuadre | 2013-04-22 | 12:54
Tags | cine, cultura
Claves
- Ayude a difundir el cine chileno en redes sociales

- Mantenga las críticas en lo constructivo

- No compre ni baje pirata

- Dele una oportunidad al cine chileno

Tras 20 años en coma, despierta para tratar de recuperar su espacio, solo para darse cuenta que ya no tiene lugar entre sus pares, pero aún así ha logrado levantarse con mucho esfuerzo. No, no es la sinopsis de algún drama o teleserie; es lo que le ocurrió al cine chileno desde 1990 a la fecha. Estuvo dormido (a la fuerza), despertó, pero le ha costado levantarse y a pesar de que al año recién pasado ha sido uno de los más fructíferos para el cine local, aún tiene que dar una dura batalla: Encontrar espacios para su exhibición.

Desde la vuelta a la democracia han existido iniciativas para intentar levantar el cine chileno, quizás la más significativa haya sido Fondart en un principio y, posteriormente, su homólogo el Fondo de Fomento al Audiovisual, pero no fueron las primeras. A poco andar surge Cine Chile que era una especie de crédito que entregaba el Banco del Estado (así se llamaba por esos días...y no habían patos) para financiar películas. Con ese aporte se pudo hacer "Johnny cien pesos" de Gustavo Graef-Marino, "Entrega Total" de Leo Kocking y "Viva Crucis" de Patricio Kaulen. La primera fue un éxito, la segunda...bueno, digamos que logró estrenarse, pero la tercera ha vivido un infierno de problemas que concluyeron con los negativos encerrados en una bóveda tras el embargo del banco, años de trámites y problemas que no han permitido siquiera terminar el rodaje y que están en punto muerto tras el fallecimiento de su director, responsable de uno de los grandes clásicos del cine chileno: "Largo Viaje" (todos quienes la han visto no han podido olvidar la secuencia del "angelito"). 

Y aprovechando el título antes mencionado; si ya es difícil hacer una película, es mucho más largo el viaje para hacer que la gente la vea. No es porque no quieran, los estudios de público y mercado indican que en todos los países, a la gente le gusta ver su idiosincracia reflejada en la pantalla, lo que hace que las películas locales partan con una ventaja con respecto a las producciones extranjeras. Pero, ¿Puede alguien competir con una campaña multimillonaria que tiene todas las calles de Chile y cientos de copias abutagando las multisalas del país?. 

Es esa la principal razón por la que el cine chileno no ha podido dar el gran salto. Es aquí cuando muchos defensores del cine chileno dirán: "¡Cómo que no ha dado el salto! Se producen muchas películas al año, algunas cifras hablan de entre 20 y 40 por año, tenemos constante presencia en festivales internacionales, se han obtenido brillantes y merecidos galardones y además tenemos figuración tal, que nos nominan a los Oscar". Yo les respondo: "Tienes razón, mi joven padawan, todo lo que dices es cierto y es digno de aplaudir pero no debes olvidar que de esas 20 a 40 películas que se hacen al año, solo una decena llega a las salas de cine tradicionales y las otras, la gran mayoría sólo se estrena en festivales nacionales. Que los espectadores de películas chilenas el 2012 sólo fue el 20% del total de espectadores del cine, eso aún considerando que hubo una película que se salió de todo pronóstico y llevó más de 2 millones de espectadores. Que de todas las películas estrenadas, sólo un selecto puñado logró autosolventarse en su estreno en salas chilenas. Eso, pequeño saltamontes, hace que a pesar de tener buenos años, buenos, premios y buenas producciones, no nos permita decir que nuestra cinematografía es sólida y estable. Es ese el salto que nos falta dar, que dejemos de pasar por buenos momentos y que podamos consolidar, solventar y estabilizar una actividad que lleva más de 100 años a medio morir saltando". Si utilizamos una metáfora futbolera de moda, pordríamos decir que nuestro cine es de cartón

Por suerte para nosotros, aún hay patria ciudadanos. Dicho clima de alta competitividad en las grandes salas de cine, contra campañas millonarias y abuso de las distribuidoras y exhibidores (si, ¡lo dije!), ayudado por la disminución de los costos de producción, gracias al alto desarrollo tecnológico alcanzado en los últimos 10 años, más la infalible ayuda de las redes sociales, han dado a luz a un una creatura impensada: Un circuito alternativo de Exhibición Cinematográfica. Comenzó espontáneamente, primero para buscar lugares donde exhibir aquellas películas que no calzaban en la editorial de ningún cine arte o cine comercial; así surgieron las maratones de horror, cine Z, cine de culto, cine cool, cine freak, cine B, cine ñoño... cine, en general. Estas iniciativas evolucionaron, algunas se establecieron y en estos últimos años han encontrado hasta cierto apoyo con las políticas culturales del Estado y han logrado llevar ante los espectadores (alguno por lo menos) películas nacionales que de otra forma jamás habrían podido llegar a exhibirse.

Este año la cosa se viene simpática. A la creación de Market Chile, una especie de sub-sello de BF distribución específicamente dedicado a películas nacionales alternativas, además de CinemaChile, otra distribuidora, más otras iniciativas ya existentes y otras anunciadas como la apertura de una sala de cine en bar The Clinic, además de decenas de centros culturales regionales que realizan este apostolado audiovisual casi sin recursos, por fin habría un poco más de espacio para los realizadores locales. Además hay sitios como Cinepata.cl que ofrecen cine chileno gratuito on line. 

Pero no basta con las buenas intenciones, bien lo saben los de BF que tuvieron que cerrar su cine Huerfanos BF, que pretendía ser LA sala del Cine Chileno, tenían todas las intenciones pero les faltó el apoyo de la gente. Es por eso que los invito tiernamente a ayudar a estas iniciativas con un par de actitudes.

1. La difusión es lo más difícil, es lo más caro y lo más deficiente de nuestras producciones, un retweet o postear una noticia de algún estreno o exhibición no le cuesta a nadie, 100 retweets tampoco, así que no sea tacaño y conviértase en un promotor. No hay película chilena en la actualidad que no deposite gran parte de sus esperanzas en una buena difusión en redes sociales.

2. No sea chaquetero, tras una película existe el trabajo de decenas de personas, un poquito de respeto y no haga bolsa una película si no la ha visto... y si la vio y quiere hacerla bolsa, sea piadoso y aplique críticas constructivas.

3. No fomente el pirateo, no compre películas piratas ni descargue de sitios ilegales; otro grave problema es que en los festivales de cine salen muchas copias piratas (Aunque también es un hecho vergonzoso que muchas copias piratas salgan directamente del Consejo de Calificación Cinematográfica). Me tocó trabajar en una película y encontrarla a la semana de un festival en la feria de mi barrio, es triste que basureen así tu trabajo, pero lo peor de todo es que limita dramáticamente las posibilidades de exhibición.

4. Por último y lo más importante de todo, dele una oportunidad al cine chileno. Vaya a ver películas chilenas, vea su país en la pantalla, puede que se lleve gratas sorpresas y, si no le gusta, hágaselo saber a los realizadores, con respeto, para que vayamos mejorando. El público es el jurado supremo de toda película, puede pasearse por todo el mundo cosechando premios pero si no le gusta al público nacional, la verdad la película pierde gran parte de su valor artístico.

Estamos en un muy buen pie para dar el salto, internacionalmente hemos ganado respeto, tecnicamente estamos a muy buen nivel, pero como sabiamente es dicho, nadie es profeta en su tierra. Así que cambiemos eso y hagámosle un cariñito a nuestro cine para que no sea más un cine de cartón.

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Sebastián Berríos | 2013-04-24 | 09:03
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Muy bueno el artículo, el gran problema que hay con el cine, más allá de la difusión, hay películas que claramente uno se siente estafado al ir a verlas, por el mal argumento, y la sobreutilización de efectos especiales innecesarios, que además son mediocres, por lo tanto en vez de aportar a la película, generan todo lo contrario. Ejemplo: Caleuche.

En tanto hay otras que son todo lo contrario, no exagerando en recursos, con lo justo y necesario logran realizar excelentes películas. Ejemplo: Miguel, San Miguel.

Obviamente es mi apreciación personal, saludos!
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Antonia Laborde | Periodista | 2013-04-24 | 11:25
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Muy buena columna Rodrigo, estoy 100% de acuerdo contigo. Todos tenemos un rol importante frente al cine chileno, es parte de nosotros y si nos gusta celebrar cuando ganan festivales internacionales, tenemos que apoyarlos cuando están en nuestras salas: La difusión es fundamental. Los invito a leer la entrevista que le hice a Dominga Sotomayor (De jueves a domingo) donde propone el tipo de cine que también sería bueno que existiera. Que ir al cine no sea sinónimo de 16 salas en medio de un mall, si no un lugar agradable donde después exista un espacio para comentar lo visto acompañado de una cerveza. Acá el link: http://bit.ly/13VaF3M
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Rodrigo Muñoz Cazaux | 2013-04-25 | 10:15
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A modo de Post Data:

Me criticaron (internamente) el que no haya incluído a los Festivales de cine chilenos en esta parte, la verdad es que estoy preparando un texto al respecto para ahondar bien en el tema de los festivales. Si bien es innegable el aporte de estas instancias al desarrollo del cine en Chile, tengo la firme convicción que no son suficientes para entregarle estabilidad y solvencia a una industria fílmica. Los Festivales de cine debiesen ser complementarios al circuito de exhibición local, pero ante la poca presencia de éste, están realizando una función de suplencia que no les corresponde y que a la larga también les quita impulso pra seguir su desarrollo natural como instancias culturales.
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