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“En la depresión post parto el foco debe estar en la prevención”

Conversamos con el psiquiatra Enrique Jadresic, uno de los primeros médicos chilenos en dedicarse a la salud mental de las mujeres en edad fértil. Cuenta que frente a una mujer con riesgo de depresión post parto a veces basta con encontrar la manera de que ella duerma mejor. También observa que es clave que la madre acepte que es lo natural que la guagüita monopolice sus energías.

Por Luz Edwards @luzedwardss | 2014-04-25 | 10:53
Tags | depresión post parto, maternidad, tener un hijo, guagua, bebé, embarazo, enfermedades

En Chile y el mundo, aproximadamente 1 de cada 10 mujeres que han dado a luz sufre una depresión post parto. Cada vez se habla más de este tema, lo cual favorece que las mujeres se atrevan a contar que se sienten mal y también hace que los profesionales de salud que tratan con ella –matrona, ginecólogo o pediatra- se sensibilicen y estén atentos a la salud mental de la madre.

El psiquiatra Enrique Jadresic fue de los primeros en Chile en dedicarse específicamente a la psiquiatría perinatal, es decir, a la salud mental de las mujeres en edad fértil.

Él observa que la situación de Chile provoca envidia en los seminarios internacionales donde distintos países narran sus experiencias y esfuerzos. Está el Programa Nacional de Prevención por el cual hoy se debe aplicar a todas las mujeres embarazadas el test de Edimburgo, herramienta que permite detectar señales de depresión durante el embarazo y en el post parto.

Y está el GES,  que asegura la atención de quienes son diagnosticadas con depresión. Sin embargo, el psiquiatra también cuenta que estos recursos que suenan tan bien en la teoría, están subutilizados. “Uno se luce cuando lo cuenta en el extranjero, pero en la práctica falta mayor eficacia.
En el sistema privado depende del médico con que se atienda la mujer y en el público las cosas aun son lentas. Pero no estamos tan mal”, dice Jadresic.

En los 25 años que este psiquiatra lleva dedicado al tema se ha convertido en uno de los principales investigadores sobre depresión post parto. “Para mí ha sido muy gratificante dedicarme a estas mujeres. En esta etapa de la vida la persona está con altos grados de motivación entonces se puede hacer mucho. Está con montones de dificultades también, porque están laboralmente exigidos, pasan muchas cosas, pero también tienen mucha energía… Si la naturaleza es muy sabia; por algo las guaguas se tienen a esa edad, ahí eres capaz de llevar las exigencias de la maternidad”, narra Jadresic.

¿Qué es lo primero que le dice usted a una paciente con depresión post parto?

"Primero que nada, yo lo contextualizo de la siguiente manera. En la vida todas las transiciones son difíciles. Salir del colegio, entrar a la universidad, entrar mundo laboral, tener hijos, que se vayan de la casa… Todas son situaciones complicadas. Yo suelo decirles a mis pacientes que el cambio más drástico que tiene una persona en su vida es el nacimiento del primer hijo. De repente pasas de ser hijo o hija, a ser madre o padre, y eso cambia absolutamente las cosas.

Entonces, si lo miras así, en perspectiva, no es tan raro que muchas personas se descompensen emocionalmente en este periodo. Además, el estrés que significa desde el punto de vista biológico es tremendo; las hormonas sexuales aumentan entre 10 y 100 veces durante el embarazo y en el post parto se produce una caída drástica de esos niveles para llegar a los que había pre embarazo. Agrégale el estrés de la crianza, dormir mal… En ese contexto no es tan raro que las mujeres se enfermen".

¿Las mujeres tenemos una visión idealizada de la maternidad?

"Exactamente. Hay todavía una imagen idealizada de la maternidad. En los últimos años se está hablando más de la depresión post parto, pero antes se asociaba la maternidad sólo a cosas positivas. Eso era tan así que hasta mediados de los 80 prevaleció en el medio médico la convicción de que las mujeres embarazadas estaban inmunes frente a las enfermedades mentales. Si cuando yo estudié medicina y psiquiatría nadie se dedicaba a esto.

Como decía, recién en los 80 que se empezó a cuestionar este mito de que las mujeres no se enfermaban durante el embarazo. Se empezaron a hacer estudios epidemiológicos en distintas partes del mundo y se vio que 1 de cada 10 mamas se deprimía en el post parto. Luego se vio que  en el post parto era algo parecido. En Chile se hicieron los primeros estudios de seguimiento de embarazadas para ver cuántas se deprimían durante el embarazo y después del parto post parto. Incluso validamos una escala para detectar la depresión post parto, que es la escala de Edimburgo. Hoy se usa en todo el mundo"

¿En qué se basaba el mito de la ausencia de enfermedades mentales durante el embarazo?

"Probablemente influía que la temporalidad era distinta, las cosas transcurrían más lento y eso produce menos estrés. Por otro lado, las mujeres contaban con muchas más redes de apoyo; hoy es la familiar nuclear, la pareja y sus niños. Influía también el tema de la expectativa, de que uno no podía defraudar a los otros. Entonces la mujer no quería hablar y desencantar a todos al decir que se sentía mal, con lo cual perpetuaba el mito. Ahora las mujeres saben que existe la depresión post parto, entonces se atreven a verbalizarlo".

Si una mujer sospecha que tiene depresión, ¿debe hablarlo con su ginecólogo?

"Lo más importante es tener a una persona del ámbito de la salud con la cual exista un vínculo de mucha confianza, y esa persona varía. En el sistema público normalmente es la matrona y en el privado a veces también; en otros casos los ginecólogos son más interesados y muchas veces es el pediatra el que se da cuenta en el control mensual del niño sano. Este rol del pediatra es importante en la depresión post parto porque lo más común es que aparezca al mes, y puede ser a los tres meses también. En esa fecha la mujer ya perdió contacto con el ginecólogo o la matrona y sólo se está vinculando con el pediatra".

¿Y cómo se trata?

"Antes de eso, quiero decir que lo más importante aquí es la prevención. Porque si uno lo piensa bien, el parto es un evento predecible, tú sabes que va a suceder. Entonces cuando yo trato a una mujer le digo que si se embaraza de nuevo venga a verme con su marido para que así nos preparemos.  Si se hace esto, el desenlace en el nuevo posparto normalmente es súper bueno. En parte por la experiencia del primer parto, pero también porque evalúas si se justifica o no hacer prevención farmacológica, le sugieres que contrate un auxiliar de enfermería, uno arma un cuento y las mujeres andan súper bien".

Administrar bien las energías

En palabras de Jadresic, un evento vital es cada hecho mayúsculo en la vida de una persona, como cambiarse de casa, ponerse a pololear, una ruptura sentimental, entrar a un trabajo nuevo o la muerte de un ser querido. Es un acontecimiento que impacta a la persona, que la estresa y que deja una huella. El psiquiatra cuenta que a las parejas que van a su consulta él les recalca que lo ideal desde el punto de vista de la salud mental es no tener más de un evento vital cada 6 meses.

“Lo que yo veo  a menudo en la consulta es lo siguiente. Un matrimonio que tiene un niñito y están esperando una segunda guagua. O sea se avecina un evento vital. Pero la casa les quedó chica, entonces se van a cambiar. Además la nana dice señora mucha pega, me voy. Y como si fuera poco el marido, como está en un período laboral exigente, anuncia que va a hacer un MBA. Cuando todo eso se junta, las probabilidades de que una persona de esa familia se enferme en los meses siguientes es muy alta”, describe el psiquiatra.

¿Y usted ve que les cuesta dejar para más adelante un proyecto?

"Veo que a las personas les cuesta darse cuenta de que el estrés no sólo se relaciona con cosas negativas. También con lo positivo; con el nacimiento de un hijo, con que te asciendan en el trabajo, con un cambio de casa. Son cosas entretenidas, pero hay que pensar en la fuerza y reservas de energía que uno tiene. Porque si te metes en muchas cosas, aunque sean positivas, vas a hacer aguas".

¿Se debiera pensar en las energías disponibles antes de planear un hijo?

"Claro. Yo trabajo en la Clínica Las Condes, que es gente con recursos económicos, pero veo mamás con seis hijos y que dan la impresión de que los tuvieron sin reflexionar. Los tuvieron porque era el estilo familiar de su medio, porque sus hermanos tuvieron seis hijos y era lo que tocaba. Pero resulta que no todas las mujeres tienen la misma resiliencia, idiosincrasia, personalidad, paciencia, inteligencia. Creo que es súper importante entender eso. Me toca ver mamás que con el quinto hijo ella colapsa y el matrimonio termina separándose".

¿Influye que la mujer que es madre trabaje fuera de la casa?

"La situación de la mujer depende mucho de lo que pasó con su propia madre. Si esta madre no trabajaba afuera y satisfacía completamente las necesidades de sus hijos, la hija puede sentirse forzada –sin que nadie en realidad la esté forzando- a seguir el modelo de la mamá y al mismo tiempo trabajar y ser eficiente. Pero uno puede pretender la perfección. Si una mamá trabaja a lo mejor el hijo va a andar con el calcetín roto o descombinado. Y a esa autoexigencia se suma que muchos hombres todavía no se incorporan a las labores de la casa. Yo veo en la consulta matrimonios donde los dos trabajan y el fin de semana el gallo se va a correr la maratón".

El monopolio de la guagua: mandato de la naturaleza

Enrique Jadresic dice que las mujeres deben tratar de confiar en la naturaleza, que es tan sabia. Por eso, el principal consejo que él les da a sus pacientes es que hagan lo que el cuerpo les pide. Si tienen ganas de descansar, que descansen, y no se atormenten porque no quieren juntarse con las amigas. “Sólo pasa que el cuerpo necesita recuperarse. Es cierto que tu guagua te monopoliza y eso va en beneficio de tu guagua. Imagínate que una mujer que tuvo guagua hace 15 días se sienta tan enérgica que parte a la disco con las amigas. Eso no sirve”, enfatiza el psiquiatra.

Otra preocupación común de las mujeres que han tenido guagua hace poco es que se sienten más tontas. El psiquiatra explica que es natural, porque toda la atención esta para la guagua. “La mujer está menos hábil para cosas intelectuales, pero en la noche la guagua hace un ruidito y la mamá salta y sabe qué hacer. La naturaleza hace que las energías se dirijan a lo que en ese momento es relevante”, explica.

Pensando en los tratamientos, ¿si una mujer se apoya sólo en fármacos, sin hacer labor de prevención ni de mejorar la logística, puede ser contrapoducente?

"En psiquiatría hay dos tratamientos. Uno son los medicamentos, que son para los síntomas; pero con los medicamentos la persona no aprende nada. Para eso está la psicoterapia, que es una inversión; es como aprender un idioma o aprender a manejar. Por eso es útil tener presente estos dos métodos. La psicoterapia hace que cuando se da una situación similar la persona sepa cómo manejarla; ayuda a relacionarse mejor con uno mismo, con los demás y con el mundo. Si, por ejemplo, la relación con el cónyuge es asimétrica, que se vaya haciendo más horizontal. O que la mujer aprenda a pedir ayuda o que no esté subordinada a lo que los demás quieren de ella.

Pero también hay que ser realistas, porque no puedes mandar a una mujer que tuvo guagua recién a una psicoterapia, porque ella no tiene ni el tiempo ni la plata para hacerlo porque está con el agua al cuello con la crianza"

¿En ese caso pueden usarse sólo antidepresivos?

"Claro, y son una gran ayuda. Uno como médico tiene que evaluar los beneficios y las desventajas en cada caso. Pero hay que ser cuidadosos con los remedios para no transmitir el mensaje de que todo se soluciona con una pastilla. Puede pasar que hay un problema de fondo en el matrimonio que necesita solucionarse y con esto del antidepresivo la pareja piensa que todo está bien; el hombre se olvida del tema porque la señora está calmada y de buen genio nuevamente. Y otro tema de los remedios, es que pueden disminuir el deseo sexual o retrasar la respuesta orgásmica. En el contexto de la guagua nueva, el cansancio, la lactancia que también disminuye el deseo, es un punto que el médico debe considerar y hablar con la mujer".

Factores de riesgo

-    Primer hijo (la mujer no está familiarizada con la experiencia de la maternidad, no sabe bien de qué se trata, es algo desconocido).
-    Haber tenido una depresión en otra etapa de la vida.
-    Mala relación conyugal.
-    Mala relación con la mamá.
-    Algún problema de salud en el niño o la madre en el momento del parto.
-    Nivel socioeconómico bajo (se asocia a una vida más estresante).

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Comentarios
Margarita Ovalle | 2014-04-25 | 11:53
2
MMMhhh, pero es difícil realizar esa prevención en los sectores más bajos... que son precisamente los que deben tener las tasas más altas de depresión.

Quizás debiera existir un apoyo psicológico permanente a las madres en sus controles en los consultorios, sobre todo después del parto que es cuando todo se junta.

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Ashniet Caskortish | 2014-04-25 | 12:34
1
Muy interesante!!
La carga sicológica que tenemos las mujeres es bastante fuerte.
El estar bien en la pega y ser buena mamá en ese período debe ser super estresante.
Buena nota! Espero todas las mujeres y sus familias puedan tener esta ayuda y no sufrir por algo que se puede evitar =)

(La segunda estrofa de la segunda respuesta suena enredada...)
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Selene Di Lunna | 2014-04-25 | 21:05
1
Joooo, si decido tener hijos tendré que ir a terapia, soy propensa para la depresión... ¡Y sólo soy una niña! Que será de mi XDDDDDDDDD
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Nerdosauria | 2014-04-30 | 00:11
0
Yo sufro de crisis de panico y creanme que estar embarazada de 6 meses y medio, no es lo mas tranquilo que uno pueda tener. Ahora, con licencia (por estres y cansancio extremo), apenas puedo salir del departamento al balcon y no es que no lo agradezca, pero la claustrofobia y la ansiedad es mi peor enemiga. hace años habia superado esto y pienso en que no debo desfallecer... es mi hijo a quien debo brindar apoyo y paradojicamente él, desde mi interior ha sido mi luz al final del tunel. Igual mi ginecologo está pendiente de mi situación y ya me mandó a hablar con un psiquiatra para estar preparada ante cualquier recaida. lo bueno es que nunca me sirvieron los medicamentos tipo droga, yo funciono mejor con los homeopaticos.

me encantaria que todas las mujeres lo pudieran leer, pues esto no es para las que hayamos tenido un problema, cualquiera puede "caer" en esto. Yo no quiero, pero aun no sé lo que es tener un ser tan amado e indefenso a mi cargo, asi que no puedo "escupir al cielo" (coloquialmente hablando)

vreo que en algun momento me desvie del tema, asi que espero que se entienda mi punto -"particular"- de vista.
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