Hay cosas para las que nunca estamos preparados, y una de las principales es la muerte de nuestros padres. Y pese a que se trata del ciclo natural de la vida, despedirnos de una de las personas más importantes de nuestras vidas no es tarea fácil.
Es por eso que en El Definido les entregamos algunos consejos para prepararse mejor ante la muerte de nuestros papás.
Sí, nadie quiere hablar de la muerte, especialmente cuando nuestros padres ya están en una edad más o menos avanzada, pero conversar del tema a tiempo puede traer un montón de beneficios. Sobre todo cuando se hace mientras todos están relativamente “saludables”.
Una de las razones por las que esta es una buena idea, es que si esperamos a que alguien esté enfermo para hablar de su muerte, lo más probable es que no solo sea todo más incómodo, sino que las decisiones que esa persona o ustedes tomen (sobre el tema que sea), podrían estar guiadas por el miedo. Es mejor poder pensar sobre el futuro sin esas presiones.
Con una conversación a tiempo, también podemos saber más acerca de las necesidades personales, emocionales e incluso espirituales de nuestro ser querido. Además, hablar del tema permite sanar relaciones y acercar a las personas. Una vez que conocemos nuestros miedos e ilusiones más profundas, podemos crear un vínculo especial. ¿Y qué mejor que disfrutar de los últimos años de nuestros papás sabiendo a qué le temen, apoyándolos y ayudándolos a cumplir sus últimos deseos?
Esto también incluye discutir qué tipo de funeral quieren, qué tipos de cuidados les acomodaría más en la etapa final, etc. Temas que pueden ser incómodos al principio, pero que más que nada, demuestran nuestra preocupación por su voluntad.
Si queremos paz mental, lo mejor que podemos hacer es atar todos los cabos sueltos que tenemos con nuestros padres antes de su partida. Cualquier cosa que creas que está inconclusa puede ser resuelta a través de preguntas. Puede ser complejo, pero vale la pena.
Así que siéntate con tu mamá o papá y empieza a hablar de aquellos temas que quizás no tocarías en un almuerzo familiar de un domingo. De esta forma conocerás a tus papás no solo como quienes te criaron y te cuidaron toda tu vida, sino que también como personas.
¿Cuáles fueron sus mejores momentos? ¿Y los peores? ¿Qué les habría gustado hacer de una manera distinta? ¿A quién le pedirían perdón? ¿Qué historias te pueden contar?
Puede parecer obvio a primera vista, ¿pero realmente lo tenemos en cuenta? Probablemente uno de los sentimientos más comunes que podemos tener como hijos a la partida de nuestros padres es que no pasamos suficiente tiempo con ellos o que no resolvimos roces pendientes antes de su partida. Eso es muy triste.
Por eso es importante tener presente que pronto podrían partir, y así sabremos aprovechar mejor los momentos con ellos y a estar más presentes en sus vidas. Incluso llamar más seguido por teléfono puede hacer una diferencia. Es algo que no sólo hará a tus padres sentirse más queridos, sino que también te permitirá a ti disfrutar de su compañía y estar en paz con ellos.
De paso, en esas conversaciones o momentos, es bueno aprovechar de decirles aquello que probablemente diríamos de ellos en su funeral. ¿Por qué esperar hasta que se haya ido para decirle cuánto lo quieres y valoras?
Nadie quiere hablar de plata, sobre todo cuando se trata de dinero que se tiene que invertir por la muerte de un ser querido. Pero bueno, a lo hecho pecho: hay que conversar esto a tiempo para que no hayan complicaciones después y lo mejor es hacerlo con toda naturalidad, a fin de cuentas, la muerte es inevitable y esos trámites nadie los puede evitar.
La idea es que recopiles toda la información de este tipo que pueda ser relevante. Desde seguros de vida hasta inversiones en algún lado. Todo sirve, hasta lo más específico. Después saca copia de los documentos más importantes como:
También investiga sobre funerarias, el banco de tu papá/mamá (y qué hacer con lo que les quede cuando partan), conversa con el abogado de tus papás, etc. La idea de todo esto es que el tema financiero no te tome por sorpresa cuando uno de tus seres más queridos muera.
Si verlos partir ya es terrible, lo debe ser aún peor si no tienes una noción de todos los trámites que tienes que hacer.
Uno de los puntos que más se repiten entre las personas que lamentan la muerte de sus padres, es el no haber sacado una cantidad suficiente de fotos y videos. Puede sonar superficial, y hasta extraño en nuestros tiempos de smartphones, pero las imágenes son una de las pocas cosas que se quedan con nosotros para siempre.
“Con el tiempo, incluso los recuerdos más nítidos se desvanecen. Poder tener solo un minuto más de tiempo, escuchar su voz y volver a ver su rostro es una de las cosas que más quiero en la vida”, señala el coach de superación personal Craig Ballantyne.
Es por eso que las fotos (o los videos) nos ayudan a recordar a nuestros seres queridos que ya partieron y a revivir lo que nos unió en algún momento.