“Ya niños, tienen media hora para completar la guía de ejercicios, pero como estoy buena onda, solo por hoy podrán trabajar en grupos”, les dice la profesora a sus alumnos.
Pero solo una o dos personas de cada grupo hizo los ejercicios y el resto, se dedicó a conversar, escuchar música o estudiar para la prueba de la próxima hora.
La idea de trabajo en equipo fracasó. Y claramente la mayoría no tuvo idea cómo se hacían los ejercicios de la guía que serán evaluados en la próxima prueba.
Esto suele ocurrir en la mayoría de las salas de clases de los colegios. Fue por esto que la Fundación Desarrollo Educativo creó hace dos años un programa para motivar a los jóvenes a aprender, que está dando muy bueno resultados. Se trata del Observatorio del Juego, una iniciativa que se propuso estudiar el juego y buscar cómo se podía llevar a la sala de clases.
El propósito era “encontrar actividades que fueran atractivas para los estudiantes, porque el colegio en general es súper poco motivante y encontramos que el juego, aparte de ser intrínsecamente entretenido, permite desarrollar contenidos y estimular ciertas cosas”, cuenta a El Definido, el psicólogo y director social de la fundación, Daniel Barría.
Hace un tiempo que se viene cuestionando el sistema de educación en el cual los niños ponen atención frente a un profesor que les habla. Hoy hay distintas iniciativas que buscan atraer más la atención e interés de los alumnos, como por ejemplo, el Aprendizaje Basado en Proyectos, del que te hemos hablado en El Definido.
El juego es una de ellas y Barría nos cuenta por qué es tan importante comenzar a valorarlo como una herramienta educativa y principalmente para el desarrollo de habilidades comunicativas, importantísimas, pero algo olvidadas. Él destaca algunas de las características de los juegos:
● Te permite estimular, entretener y a través de esas cosas, también desarrollar el aprendizaje.
● Es vinculante por definición, es muy raro o hay muy pocos juegos que uno pueda jugar solo.
● Permite desarrollar contenidos pedagógicos y poner en práctica distintas habilidades.
● No pasa nada si te equivocas: está permitido el error.
“El juego es como un vehículo y le permite al profesor usarlo para distintos fines. Nosotros les decimos a ellos que esto no es una revolución, pero sí permite fortalecer la convivencia, desarrollar habilidades y aprender contenidos”, asegura.
Dice que en los colegios son muy útiles, por un lado, en los aprendizajes curriculares (matemáticas, ciencias, lenguaje o historia) y por otro, para la formación integral que ellos llaman habilidades para el siglo XXI, es decir, comunicación, pensamiento estratégico, análisis crítico, etc.
Sin embargo, desde el Observatorio se dieron cuenta de que, a pesar de que era muy obvio y que todo el mundo estaba de acuerdo con que el juego es eficaz para el aprendizaje, el problema era que no había métodos ordenados, concretos, sobre qué hacer con ellos y cómo los profesores los pueden usar en el aula.
En colegios de otros países, el juego es muy usado. En Argentina, por ejemplo, hay una ley que obliga a los colegios a tener una ludoteca para que los niños puedan jugar y así promover el juego como un contenido de alto valor para el desarrollo cognitivo, afectivo, ético, estético, motor y social. En Alemania, Francia, España y Finlandia, su uso en la educación ya es bastante común.
Entonces, ellos investigaron cómo se pone en práctica en otras partes del mundo, crearon un método y actualmente lo difunden en los colegios. Categorizaron cientos de juegos según lo que se puede aprovechar de cada uno, entonces así les muestran a los profesores qué juego sirve para las habilidades matemáticas, para desarrollar el trabajo en equipo o para aprender sobre la historia, por ejemplo. Todos organizados según el currículum escolar chileno respondiendo a distintos objetivos de aprendizaje para los niveles de básica y media.
El objetivo de ellos es demostrar su efectividad y que el Mineduc algún día integre el juego en el currículum escolar, para eso están trabajando con universidades en el desarrollo de metodologías y formación de docentes (Universidad de Chile, Universidad de Valparaíso, Universidad de Viña y Santo Tomás de Valdivia).
Además, en estos dos años, han trabajado para enseñarles a cerca de 400 profesores en distintos colegios, metodologías innovadoras y activas para incorporarlo en el aula y motivar la participación de los estudiantes a través del juego. El objetivo es llegar a los 1.200 profesores en 100 colegios distintos del país.
Facebook: Observatorio del Juego |
Barría nos cuenta que efectivamente han tenido buenos resultados, que en las escuelas que están jugando, han podido notar un crecimiento en las habilidades del siglo XXI y en las asignaturas, los estudiantes suben su motivación por el aprendizaje. Aunque advierte que los resultados son evidentes cuando hay programa intencionado, “porque si se usa en forma aislada, no pasa tanto”, dice.
Facebook: Observatorio del Juego |
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Durante estos años, se han dado cuenta de que en realidad los profesores quieren hacer cosas un poco más entretenidas.
“Nosotros al principio también pensábamos que costaba convencer a los profes, pero no, no cuesta tanto. Cuando uno les muestra un juego y les dices para qué lo pueden usar, lo empiezan a descubrir. Se dan cuenta de que el juego sí puede ser usado en lo tradicional y hay un convencimiento masivo”, nos cuenta.
Un ejemplo es el Catan, juego de mesa para construir ciudades, que está de moda y casi agotado en las jugueterías. Es una muy buena herramienta para aprender sobre negociación, colaboración, economía, recursos, optimización, aprender sobre las civilizaciones, etc.
En las siguientes tablas están organizados los juegos según habilidades y asignaturas:
Observatorio del Juego |
Uno de los grandes logros del Observatorio es haberse ganado un Fondo Chile, para llevar esta metodología a ese país. Allá han trabajado con más de 1.000 estudiantes y 75 profesores en tres escuelas.
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Allá menos del 40% de los estudiantes asiste a una escuela formal, nos cuenta Barría y dice que los resultados han sido impactantes, porque a pesar de que llevan poco rato allá, en los indicadores (desarrollo de habilidades de comunicación y pensamiento estratégico) los alumnos haitianos han avanzado más rápido que los chilenos en las evaluaciones después de aplicar el método.
Además, destaca que en la evaluación inicial no están tanto más atrás en algunas cosas y que el progreso es más rápido, pues estos niños tienen menos estímulos y programas instalados.