Con solo 11 años, Víctor dibujó un cartel para la zapatería de su barrio. En él aparecían dos niños mirando la vitrina de una tienda de zapatos y al fondo, el mismo cartel con los mismos niños mirando la misma vitrina con el cartel al fondo… y así sucesivamente. Al dueño le gustó tanto que se la compró para su propia tienda. De ahí en adelante, vino un camino lleno de creatividad que lo llevó incluso hasta el mundo de Disney, donde trabajó durante 40 años y llegó a convertirse en el mejor dibujante del famoso Pato Donald, según declaró el dibujante más importante del personaje, Carl Barks. ¿Cómo llegó hasta allá? ¿Cuáles fueron sus obras?
A continuación te contamos la historia de
Víctor Arriagada Ríos o "Vicar", como fue apodado, un talento chileno que floreció en el mundo, lleno de anécdotas y que hoy es catalogado incluso como uno de los dibujantes más productivos del emporio de creaciones infantiles.
El “mejor” Pato Donald de todos
Millones de revistas circularon en Europa durante toda la segunda mitad del siglo XX narrando las creativas historias del famoso pato que todos conocen. Detrás de ellas, estuvo Vicar horas de horas con su lápiz, sumando
más de 12 mil historietas. ¿Cómo empezó todo?
Con una trayectoria ya reconocida como dibujante (que ya les contaremos), fue reclutado por la editorial danesa Gutenberghus (hoy
Egmont), que publicaba revistas infantiles de Disney. Así, comenzó a darle vida al Pato Donald en las ediciones que se distribuían en Alemania, los países nórdicos y otros.
"Al comienzo me dejaron un guión de seis páginas, lo dibujé y les gustó: luego me dieron otro y así comenzó un trabajo fluido que me llegó de la mano de este mítico personaje (…) En todos estos años, he logrado desarrollar una producción impresionante que me valió el apodo del hombre que ha dibujado más Pato Donald en el mundo",
contaba Vicar en una entrevista a El Mercurio.
Su talento fue reconocido de inmediato y a tal punto que Carl Barks, el más reconocido dibujante del personaje le dijo: "Qué bueno conocer al dibujante que dibuja al Pato Donald mejor que yo", en una reunión por cumpleaños número 60 del personaje de Disney. Por eso mismo, los mejores guionistas de historietas querían trabajar con él, cuenta a El Definido su hijo, Víctor Arriagada Schulz.
Además de lograr un trazo excepcional con este animal de extraño acento, hubo personajes nuevos que fueron introducidos a la historia por Vicar, como el
pato neandertal o de las cavernas.
El reconocimiento también le valió ser parte de una edición especial, llamada Walt Disney Hall of Fame (2004-2009), que incluía las historietas de los mejores dibujantes de Disney.
“Contando tantas historias de Donald durante todos estos años y conociendo a tantos y tantos lectores alrededor del mundo, me gustaría resumir mi sentimiento en una frase: si puedo dibujar una sonrisa en un niño, estoy gratificado”, señaló en una
entrevista en 2011.
Mucho más que un dibujante
Lo del Pato Donald no es lo único ni lo más importante. Es la punta del iceberg de un talento y genialidad muchos más amplios que se iniciaron en su juventud. Después de ese primer dibujo a carbón para la zapatería, Vicar siguió una vida dedicada al humor gráfico y lejos de la carrera de Ingeniería Eléctrica que
nunca disfrutó.
“Él no es ilustrador, es un hombre con múltiples talentos, es un humorista”, dice su hijo Víctor. “Él, primero que nada,
era un gran guionista y humorista, antes que un dibujante”.
Su carrera fue muy prolífica y premiada. Partió colaborando en las conocidas revistas chilenas Barrabases, Pingüino, Topaze, Mampato, entre otras, durante los años ’50. Ahí nacieron sus queridos personajes Quevedo, Paquita, Hipólito y Camilo, Viejo Verde, y un sinnúmero de chistes.
Luego se radicó en Barcelona en la década de los '60 y trabajó para
Bardon Art y Selecciones Ilustradas, las más importantes Agencias de Dibujantes de Europa. Ahí su participación fue muy variada y otros personajes y tiras cómicas se hicieron realidad, como Once upon a time, serie de humor erótico, editado principalmente en Playboy y Bang Bang Sam, publicado en la mayoría de los periódicos europeos.
Once up on a time. Imagen: Cortesía Víctor Arriagada Schulz.
|
También colaboró dibujando uno de los personajes más famosos del norte de Europa en la época; el Osito Petzi.
¿Y por qué fue a Europa? "Aquí se me agotaba el espacio y tenía muchas ganas de salir. Empecé con mi agente a pinchar distintos trabajos en toda Europa. Y tal vez por añoranza de mi patria nació allá el Huaso Ramón que tantas satisfacciones me ha dado", confesó una vez a El Mercurio.
Lejos de Chile nació este personaje, su más querido y con el que realmente le gustaría ser recordado, según nos cuenta su hijo. Lleno de picardía y con la idiosincrasia propia del campo chileno de la época, narra sus anécdotas junto a la Clorinda, el Carmelito y su caballo Lucero, el perro Cantimplora y su querido compadre Beñeño.
“En lo profundo,
se origina en mi nostalgia por Chile. Los guiones originales llevaban muchas horas de trabajo. También los diálogos. Cuando dibujaba el horno de pan, mi memoria olfativa me llevaba al pan amasado con queso de chanco y mantequilla del sur”, revelaba Vicar.
Vicar se hizo tan famoso en el círculo de dibujantes europeos, que incluso Albert Uderzo, creador de Astérix, lo
invitó a participar en su libro homenaje, con motivo de los 50 años de esta historieta universal (2007). En un episodio inédito, del que Vicar fue también guionista, estos galos se cruzaron con el Pato Donald y, gracias a la máquina del tiempo de Giro Sintornillos, emprendieron una gran aventura. Más de 30 reconocidos dibujantes participaron en esa edición ilustrada.
Su legado y la importancia del cómic
Vicar ya no está con nosotros, falleció en 2012. Pero sus creaciones, grandes guiones y humor, inmortalizan su legado. Su talento no fue solamente producto de una habilidad innata, fue un dibujante que
se esforzó muchísimo por ser excelente. Era muy disciplinado en su arte, muy estudioso, muy culto. ¿Qué es lo que más aprendió su hijo Víctor de su trayectoria con el dibujo?
“Perseverancia. Que el arte te pille trabajando. Si estás inspirado y si estás trabajando te va a salir bien, pero si no tienes oficio no vas a hacer nada. Por eso era muy constante y perseverante en su arte, para ser el mejor tienes que trabajar y perfeccionarte… a veces no le gustaba y vamos de nuevo, vamos de nuevo”.
Víctor quiere que su padre sea recordado “como un creador, un aporte a la cultura del diseño y del dibujo chileno, un maestro”, y aprovecha de enfatizar la importancia que tiene la historieta en la sociedad y por qué deberíamos desarrollarla más.
Considera que para los niños es la mejor entrada a la lectura, pues los acostumbra a leer y de ahí les sale más fácil saltar al libro. Y cree que tenemos un desafío pendiente, porque para él
en Chile hoy no existe el mundo de las historietas y se ha perdido la magia del dibujante, por eso “hay que partir desde la infancia para que los niños dibujen, les hace bien, sacar hacia afuera una energía que es muy íntima. Hace súper bien el manejar un arte, ya sea la música, el dibujo… si hubiera más niños dibujando habría más cultura y haría que el arte se pusiera en el sitial que debiera estar”, cierra Víctor.
* Encuentra más sobre Vicar en su fanpage de Facebook.
¿Conocías a Vicar? ¿Qué historietas leías cuando eras niño?
leído
