¿Sabías que Chile es el país de la OCDE más expuesto a ser víctima de desastres naturales? Nuestra extensa costa emplazada sobre dos placas tectónicas, nuestros más de 90 volcanes activos y nuestra exposición a sequía o inundaciones (dependiendo del fenómeno del Niño o la Niña) son algunas de las razones.
Bueno, no es como para salir corriendo a otro país, pero sí para tomar medidas para prevenir o disminuir los daños asociados a estos eventos. Constitución da ahora la noticia con un genial proyecto que viene desarrollando hace unos años para reducir el impacto de los tsunamis. ¿Cómo?
Pues plantando árboles, claro.
Su nombre elegante es Parque de Mitigación Fluvial y consiste en la plantación de casi dos mil árboles a través de trece hectáreas distribuidas en la costa de Constitución, Región del Maule, para hacerle un gran ¡STOP! a los posibles tsunamis (como el que azotó la zona en 2010).
Es una iniciativa única en Sudamérica y que contará con árboles como támarix, cipreses, acacios, olmos, eucaliptus, maquis, brachichitos y crespones. Especies que se caracterizan por ser resistentes a la salinidad, de rápido crecimiento y por ser fuertes y robustas.
Junto a esto, se está trabajando en la construcción de rellenos para almacenar agua del mar, colinas de mitigación para frenar en lo posible su avance y una laguna de hormigón armado para guardar hasta 16 millones de litros de aguas lluvias.
La respuesta corta es que sí. Según un estudio de la Food and Agriculture Organization (FOA) de Estados Unidos hecho ya en 2007, “los bosques han demostrado tener la habilidad de mitigar la fuerza y energía de un tsunami, reduciendo su flujo, profundidad y velocidad, además de ayudar a limitar las áreas de inundación”. Algo que es conocido como efecto palitroque.
Una combinación de encuestas posteriores al tsunami, investigación de campo y simulaciones de modelos apoyan con firmeza su eficiencia en la mitigación significativa de tsunamis y olas de tormenta.
Eso sí, para que sean efectivos, los árboles deben estar emplazados uno al lado del otro con una distancia muy pequeña entre medio, deben ser especies capaces de adaptarse a la costa marina, ser frondosos y estar rodeados de vegetación. Por el contrario, otros bosques muy angostos, con árboles más débiles o espaciados, no actúan como barrera e incluso aportan con materiales para hacer que la ola sea más destructiva.
A pesar que estos “escudos biónicos” no son infalibles, cuando reúnen las características necesarias son tanto o más útiles que otros tipos de estructuras artificiales, como los muros de cementos u otras barreras. Sobre todo cuando se trata de las costas de Asia y el Pacífico (que están más expuestas a estas catástrofes).
Y eso no es todo. Estos bosques de mitigación incluso han demostrado ser económicos versus las otras alternativas, ya que tienen un bajo costo de mantención y de construcción (sin mencionar la enorme cantidad de beneficios que conlleva hacer que nuestras ciudades sean cada vez más verdes).
Todo esto ha quedado demostrado, por ejemplo, en la India para el tsunami de 2004: a pesar que los pocos árboles del borde costero fueron devastados, los manglares como los de Pichavaram actuaron como un cinturón protector que ralentizó el oleaje y protegió a alrededor de 1.700 personas que vivían entre 100 metros y un kilómetro de la barrera de árboles. Algo similar ocurrió en Malasia, la islia de Simeuleu en Indonesia, los manglares de Phang Nga en Tailandia y en los de Medilla en Sri Lanka.
La idea de emplazar esta barrera natural en la costa de Constitución surgió como una de las medidas del Plan de Reconstrucción Sustentable del 2010, que a su vez nació como respuesta a los daños provocados por el terremoto y tsunami del 27F.
Desde entonces se viene trabajando en esta iniciativa que debería ver la luz más pronto de lo que creemos: en el verano del 2018. Mientras tanto, falta que se concrete la última fase que justamente tiene que ver con la plantación de los árboles, además de la iluminación, seguridad y otros elementos como la mejora en las instalaciones pesqueras de la zona.
Si quieres ver cómo será este proyecto cuando esté listo, te dejamos con el siguiente video que lo recrea: