Uno de los temores más universales debe ser el de las agujas. ¿Quién no sufrió cuando chico porque sabía que se venía una inyección? Y no nos hagamos los desentendidos, que somos varios los que con más de dos décadas de vida encima seguimos teniendo pesadillas cuando nos toca.
Bueno, ¿qué dirías si pudiéramos librarnos de este mal necesario? En un futuro no tan lejano esto podría ser posible gracias a MucoJet. Aquí te contamos de qué va esta vacuna futurista que podría a muchos ahorrarles un trauma.
Es un desarrollo elaborado por un equipo de expertos conformado por Dorian Liepmann y Niren Murthy, ambos profesores de Bioengieneríaen la Universidad de California, Berkeley.
Básicamente, se trata de un pequeño dispositivo de plástico, del tamaño de una píldora, cuyos componentes sólidos están hechos con impresora 3D. Todo esto, a partir de una resina de plástico biocompatible, resistente al agua y de bajo costo. Suena bien, ¿cierto?
Al final, capaz de suministrar moléculas para la inmunización del cuerpo, al igual que las tradicionales.
Para administrar el MucoJet, el mismo paciente introduce la cápsula dentro de la boca, contra el interior de su mejilla. Hace “click” en los compartimentos de esta para que la solución de la vacuna sea expulsada de la boquilla, penetrando así en la capa mucosa del tejido bucal.
El chorro es altamente presurizado, por lo que no provoca dolor ni molestias, de hecho, el líquido se dispara con una intensidad similar a la de un sistema irrigador de agua usado por los dentistas al hacer limpieza de dientes.
La respuesta inmunitaria es producida porque la vacuna, como ya sabemos, contiene dosis muy bajas del virus/agente infeccioso del que se quiere proteger al cuerpo. De esta manera, el sistema inmune del organismo es capaz de combatir las pocas células infecciosas que se administraron, no enfermarse y, a la vez, fortalecer al sistema inmune para una nueva exposición a este agente infeccioso (o antígeno).
La vacuna entra en contacto con células presentadoras de antígenos, que reconocen al agente infeccioso producido por la vacuna, lo agarran y lo exponen para que los anticuerpos del sistema inmunológico puedan reconocerlo más fácilmente y lo ataquen. Todo esto, en un proceso conocido como respuesta inmune.
MucoJet se administra en zonas ricas en células inmunitarias (linfocitos), porque ellas son las encargadas de producir la respuesta inmune que “mata” al agente infeccioso introducido al cuerpo por la vacuna y así fortalece las respuestas para un próximo ataque.
Cerca de la boca se encuentran diversos linfonodos (bucales y parotídeos), que contienen células inmunitarias. Es así como la vacuna llega a todo el cuerpo, mientras que los linfonodos drenan a través de los vasos linfáticos en el torrente sanguíneo, que circula por todo el cuerpo, preparando así al organismo para un nuevo “ataque”.
Todavía no se han vacunado personas con este nuevo dispositivo, sino que solo se ha experimentado en conejos por el momento. Y por lo mismo, se deben hacer ensayos clínicos todavía.
Aun así, los investigadores creen que con este nuevo método podríamos despedirnos de varios hábitos poco agradables al momento de vacunarnos. Por ejemplo, el tener que trasladarse hasta una clínica, ya que su aplicación es lo suficientemente sencilla para hacerse por cuenta propia.
Gracias a su novedoso método presurizado, las vacunas también ingresan en menos tiempo al cuerpo. En un experimento, se logró que el componente ingresara 7 veces más rápido que utilizando un gotero.
Los creadores comenzarán a experimentar en animales de mayor tamaño para saber cómo reaccionan para luego seguir con las personas. Además, están diseñando un modelo de menor tamaño para poder tragarlo. Esto podría ser útil para la gente con diabetes, al colocar insulina dentro de la píldora para tragarla en vez de inyectarla. Tampoco descartan integrarlo en otros productos como chupetes (lollipops), haciéndolo así aún más amigable para niños.