Uno de los temas más hablados durante los últimos meses ha sido la eliminación del Crédito Aval del Estado (CAE), y la urgencia de incorporar una alternativa de financiamiento en la reforma del nuevo Sistema de Educación Superior, para que empiece a regir desde el próximo año.
Las principales críticas de los opositores del CAE (alumnos, apoderados y rectores) son que los bancos privados lo transforman en un negocio y son quienes salen ganando, ya que cada día hay más alumnos endeudados que titulados. Estas críticas fueron ratificadas hace años por el Banco Mundial, que señala que Chile cuenta con uno de los sistemas más caros en relación deuda - egreso.
Los jóvenes que no reciben becas y que deben estudiar con el préstamo del CAE, adquieren una deuda casi 180% mayor de lo que es su ingreso anual recién titulados e incorporados al mercado del trabajo. Así, cada mes los egresados deben destinar entre un 15% y un 18% de su sueldo para pagar el crédito, por más de 20 años.
Es por esto que una de las promesas de gobierno de la presidenta Michelle Bachelet fue eliminar el CAE (creado en 2006 por Ricardo Lagos) y reemplazarlo por un sistema que no perjudique tanto a los alumnos y que no cuente con la participación de los bancos.
La polémica se agudizó luego de que la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados rechazara el proyecto para reformar la educación superior, por 7 votos en contra vs 6 a favor. El voto decisivo fue el de la diputada Camila Vallejo, quien decidió abstenerse precisamente porque la eliminación del CAE no figuraba dentro del proyecto.
La ministra de Educación, Adriana Delpiano en la sesión de educación en la Cámara de Diputados en la que luego se discutió este tema, señaló:"Hoy, reafirmamos la palabra empeñada de poner fin al CAE y manifestamos nuestra plena disposición a incorporar en esta Ley de Educación Superior una fórmula que materialice y garantice este compromiso, asegurando, además, un sistema que lo reemplace cuando deje de operar".
¿Cómo reemplazar el CAE? La gratuidad no cubre actualmente la necesidad de todos los alumnos de educación superior. Las becas disponibles, tampoco. Por esto es necesario encontrar un reemplazante al CAE, que no perjudique tanto a los estudiantes y que les permita estudiar y egresar tranquilos.
La fundación Educación 2020 (E2020) presentó esta semana, ante la Cámara de Diputados, su propuesta concreta para reorganizar la educación superior y terminar con el CAE.
En El Definido les contamos de qué se trata, mencionamos también otras propuestas y abrimos el tema a debate.
Con la creencia de que la gratuidad en la educación superior debe ser total, en E2020 señalan que mientras esto no se logre, “hay que buscar mecanismos para que ningún estudiante quede fuera y, nos guste o no, una forma es el crédito, que no puede ser abusivo, sino tener las condiciones más blandas posibles, para que estudiar no signifique hipotecar la vida”, señala Mathias Gómez, investigador de la fundación en un comunicado, agregando que "el CAE debe ser eliminado como lo conocemos".
Las 5 medidas presentadas por Educación 2020 para terminar con el CAE son:
1. Reforzar la idea de que el crédito es una política transitoria: mientras la gratitud no sea universal, este instrumento es necesario para asegurar la continuidad e inicio de estudio de miles de jóvenes. “Se necesita por el contexto actual, pero el fin último es que la educación sea un derecho”, comentan en E2020.
2. Crear un nuevo crédito sin distinciones arbitrarias: actualmenteel Fondo Solidario sólo cubre universidades del Cruch, dejando fuera a miles de estudiantes. Por eso proponen un Crédito para la Educación Superior (CES) que aplique a todas las instituciones acreditadas.
3. Sacar a la banca de la administración de los créditos: hasta ahora, el Estado ha pagado el 60% de los montos del CAE. Todo ese dinero pudo ser beca y no crédito. "A esa persona en vez de aproblemarla con una deuda, se le podría haber pagado su educación", señalan de la fundación. Es por esto que proponen que una agencia estatal sea la responsable de la administración, entrega y cobro del nuevo crédito.
4. Garantizar que el crédito cubra el 100% del arancel y así evitar que los estudiantes necesiten solicitar otros créditos (muchas veces de consumo) para pagar la diferencia.
5. Descontar un porcentaje del crédito acorde al ingreso, a través de declaraciones de renta o planillas de sueldo: de esta forma no se genera deuda y se evita, en gran medida.“Si el préstamo no aparece en el sistema financiero no constituye deuda, eso evita entrar en mora y en sistemas como Dicom”, explican desde E2020.
Respecto a la condonación de las deudas, el fundador de E2020, Mario Waissbluth, señaló que no era factible ya que el costo de demanda asciende a unos 4 mil millones de dólares, lo que no sería razonable ya que ese dinero se podría considerar para la infancia vulnerada, para mejorar el Sename, entre otras causas urgentes.
Así como Educación 2020, también existen otras entidades y autoridades que han presentado sus alternativas al CAE. Aquí algunos ejemplos:
- El Rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi propuso un nuevo sistema que sea contingente a los ingresos que las personas tienen después y con tasas de interés mucho más bajas. Y también propuso otros medios de financiamiento como donaciones voluntarias de egresados.
- Desde la FEUC, los estudiantes proponen fijar un crédito transitorio a medida que se avanza en la gratuidad y sacar a la banca del CAE. Además, señalaron estar trabajando en conjunto con la Fundación Sol para elaborar una propuesta para la condonación de la deuda.
- La FECH, por su parte, propone "una transición de los fondos que hoy se destinan al CAE hacia una gratuidad con aporte fiscal directo a las instituciones. Además, que haya una condonación de la deuda para todos los que fueron víctimas de esta política implementada por Lagos".
- Sebastián Piñera propuso una agencia estatal que administre los créditos, pero sin condonar las deudas actuales. "Va a ser un sistema solidario, que va a ser un sistema eficiente y que no va a discriminar como ocurre hoy entre instituciones del mismo nivel de calidad ni entre jóvenes con los mismos talentos y situación socioeconómica, señaló el candidato. Agrega que, las personas que estudiaron con crédito y que egresan y les va bien en la vida, debiesen devolver parte de los recursos o la totalidad de ellos para que otros jóvenes puedan acceder a esa educación superior.
- Alejandro Gullier por su parte, manifestó estar a favor de la reforma del sistema de créditos estudiantiles y también de buscar una forma de condonar las millonarias deudas que arrastran los estudiantes por el CAE, absorbiéndolas por el Estado.
"Que el estudiante pague hasta el 10% de su sueldo mientras se encuentra trabajando, pero si está sin trabajo, no paga. Y pasado cierto número de años, cuya estimación cuantitativa se está haciendo, el Estado se hace cargo. O sea, no será una deuda definitiva", aclaró el candidato.
Como podemos ver, los dirigentes estudiantiles no se muestran conformes con las propuestas, ya que exigen educación gratuita en su totalidad, no un "sistema de endeudamiento diferente", como señaló Manuel Rauch, presidente de los estudiantes de la U. Austral. Y además, la Confech y la FEUC buscan la condonación completa de las deudas arrastradas por el CAE, pero el Ministerio de Educación responde que esto es imposible, pues la deuda estimada ascendería a los $8.260 millones, es decir, 13 veces el valor de la gratuidad del año 2016.