Este verano que se viene, más específicamente el 10 de febrero, se cumplirá una década desde que se puso en marcha definitiva el Transantiago: el modelo de transporte capitalino que más de un dolor de cabeza le ha dado a los santiaguinos.

Mejorar este sistema es super importante, por no decir urgente. Después de todo, quienes vivimos en Santiago pasamos 14 días al año arriba del transporte público, según el Informe Global 2016 de Uso de Transporte Público en las Ciudades, elaborado por la aplicación Moovit. El documento también agrega que, en promedio, estamos 84 minutos al día "arriba" del sistema: más tiempo que nuestros vecinos de Buenos Aires o de Montevideo. ¿Y la buena noticia?

Hace un buen rato que se viene trabajando en un plan para reformar al Transantiago y lograr así, de una vez por todas, solucionar la serie de problemas que éste tiene asociado: tiempos de espera, frecuencia de recorridos, seguridad, evasión, demora en los trayectos, infraestructura, etc. En El Definido te los contamos en detalles con las esperanza de que puedan convertir el sistema en lo que los ciudadanos necesitan.

Fashion emergency: ¿cuáles son los cambios?

Se vienen varias modificaciones importantes. Si bien el total de ellas aún no se han dado a conocer, pues son parte de la base de licitaciones que se publicarán a principios del 2017, sí hay algunos ejes principales de los que ya se están hablando. Y algunos de ellos son bien específicos.

- Más competencia para una mejor calidad

Está contemplado aumentar el número de operadores. Se refiere a las empresas privadas que se adjudicaron mediante una licitación una serie de recorridos del Trasnantiago. Originalmente eran 14, pero en el 2014 se redujo a siete. Ahora, se busca elevar nuevamente la cifra a entre diez y doce firmas, en las que podrían haber operadores internacionales. La idea es favorecer una mayor competencia, y como consecuencia mejorar los estándares de calidad.

- Menos desagradables esperas

También se buscan disminuir los tiempos de espera máximos en las paradas, que hoy llegan a ser insoportables para muchas personas. En ese sentido, se quiere reducir a 12 minutos, es decir 3 minutos menos que en la actualidad, si consideramos los datos del informe que les mencionamos al principio (actualmente son 15 minutos por parada). ¿Cómo lograr esto?

A través de la mejora de los indicadores de frecuencia y regularidad, que durante los últimos tres años se ha dejado de lado, según una auditoría que cita La Tercera.

Una de las medidas será ampliar la distancia entre los paraderos. Si ahora los buses paran cada 350 metros, la idea es que eso aumente a cada 750 metros. Y si bien algunos podrán pensar que eso significará caminar más, también se podría ver reflejado en un tránsito más expedito para los buses. En la misma línea, el Gobierno se ha propuesto construir 40 kilómetros más de vías exclusivas para el transporte público.

- Más extensión y recorridos

Otro aspecto que se quiere mejorar tiene que ver con la extensión de los trayectos. La idea es crear 19 nuevos recorridos y modificar otros 18 ya existentes (ahora hay 377 recorridos). En total, esto se traduce en un aumento no menor de alrededor de 500 kilómetros que se añaden a la red actual. Así, se podría llegar más a sectores que ahora cuentan con una baja cobertura, como Renca o Huechuraba.

¿Y en seguridad y evasión?

Uno de los principales problemas de financiamiento del Transantiago es la evasión. Como les contamos hace un tiempo en El Definido, el 28% de las personas no paga su pasaje, lo que equivale a pérdidas anuales de entre US$ 100 millones y US$ 150 millones al año (o sea, por lo menos CLP$ 68 mil millones).

Para tratar de palear ese asunto, el Gobierno se ha abierto a la idea de entregarle un mayor rango de acción a los operadores. ¿Qué significa esto? Que si quieren poner guardias en los buses, podrían hacerlo, así como también instalar zonas de pago. Pero ojo, que no a cualquier precio, ya que se está barajando la opción de que los costos de la evasión sean cubiertos por lo operadores (para incentivarlos a que trabajen en reducir este lamentable indicador).

Y eso no es todo, también proponen extender el uso de cámaras en los buses, llevándolo a todas las máquinas que transiten. Con esto se busca brindarle mayor protección tanto a los choferes como a los pasajeros.

La tarjeta Bip! 2.0

Nuestra tarjetita azul también experimentará algunos cambios, aunque no están directamente ligados a la “reforma” al Transantiago. De hecho, les contamos de esto y tiene que ver con los nuevos usos que se le dará a la Bip! ¿El principal? Podrá servir como tarjeta de prepago, es decir, que se le podrá cargar dinero para después usarla en el comercio establecido. También contará con mayores niveles de seguridad (en cuanto a las transacciones que realices) y podría transformarse en una alternativa para quienes no tienen acceso al mundo bancario.

En definitiva, son cambios que tratan de abordar desde todos los flancos a los problemas que aquejan al Transantiago. Y considerando que no existe una receta mágica para solucionar el tema del transporte público en una ciudad tan grande como Santiago, hemos de esperar que las iniciativas vayan en la dirección correcta para mejorarlo.

¿Te parecen apropiadas las medidas? ¿Cuáles otras incluirías?