El que quiere siempre puede, dicen por ahí, y Christian Amigo (27) representa a la perfección este refrán. Buscando en parte el sentido de su vida, Christian es una de las personas que dejó de mirar con brazos cruzados, y se atrevió a hacer algo diferente, a hacer lo que el de verdad quería sin importar los obstaculos que la travesía presentara.

El 2014, luego de estudiar Ingeniería Comercial en la Universidad Andrés Bello, viajó a Canadá para aprender inglés y de pasada juntar un par de “lucas” para luego viajar. Pero en sus planes nunca estuvo volver a Chile en bicicleta. Esta idea se le ocurrió cuando estaba finalizando su estadía en Canadá y se dió cuenta que había juntado más plata de la que tenía pronosticada, y ya un poco aburrido de trabajar lavando platos, decidió hacer algo fuera de lo común, volver a Chile pero no en avión si no que en bicicleta. Tenía ahorros y ganas, ¿qué más se necesitaba?

Fue ahí cuando, inspirado por lo deportistas que son los canadienses y también por sus ganas de disfrutar la vida, conocer gente y nuevos lugares, decidió de un día para otro, que era el minuto de hacer lo que de verdad quería. Y así emprendió un viaje de más de un año en bicicleta y en la compañía de nada más y nada menos que él mismo.

Se dijo, ¿por qué no? Y así tal cual y de manera espontánea, sin mucho darle vueltas y tampoco mucha preparación previa, decidió partir.

Espíritu nómade

Christian cuenta que desde chico ha estado viajando ya que su papá es militar por lo que era habitual que lo mandaran destinado a distintas partes, y eso hizo que se acostumbrara a andar de acá para allá, sin problemas de adaptarse a culturas distintas.

“Adquirí ese estilo de vida y me acostumbré, no me da miedo moverme y tampoco adaptarme a otras ciudades o conocer gente, de hecho me aburro cuando estoy mucho tiempo en un lugar, me gusta moverme. Siempre en verano, de los dos meses, trabajo uno y viajo el otro, siempre" menciona.

Con esta motivación comenzó la travesía, y poco a poco fue preguntándoles por la experiencia a otros ciclistas, metiéndose a internet y preguntando en foros, nada muy sofisticado.

Los desafíos de pedalear solo

Respecto al “viaje interno“ y al estar tanto tiempo únicamente consigo mismo, Christian cuenta que “es un tema muy fuerte". Por esta razón hay ciclistas que aunque tienen mejor estado físico que él no aguantan ni tres días pedaleando ya que se cansan mentalmente, menciona. También dice que antes de partir no pensó en la fuerza mental que se necesitaba para hacer un viaje así y que se fue dando cuenta en el transcurso.

"Pero ahí me fui entreteniendo solo, y así tú te vas conociendo, te vas dando cuenta qué es lo que te gusta, qué es lo que no, qué es lo que quieres y por lo mismo la vida para mí es mucho más simple, porque ya sé lo que quiero y qué es lo que no me sirve. Todos necesitamos un viaje así, yo no digo que en bicicleta, puedes pescar tu mochila e irte, pero estando solo, hacer un viaje interno y estar contigo mismo“, agrega Christian.

Aunque no estuvo completamente por su cuenta todo el tiempo. De vez en cuando compartía con más gente, pero aún así estaba fuera de su círculo cercano y fuera de lo conocido dice el ciclista. “No estás con tus amigos o familia. Entonces hay cosas que uno no sabía de uno mismo hasta que te hacen experimentarlo, salir de tu zona de confort es bueno", asegura Christian.

No hubo ninguno tan extremo en el cual le haya dado ganas de dejar la bici o “tirar la toalla“, pero cuenta que sí tuvo sus bajos anímicos, pero en esos casos trabajaba su cabeza para no aburrirse. Otra medida que tomaba, era parar unos días y alejarse de la bici una semana para luego extrañarla y reencantarse.

“Es lo mismo que una relación, si uno está todo el día con su pareja también se aburre, hay momentos que uno se chatea, entonces necesitas uno o dos días solo y después vuelves, es lo mismo“, dice el ciclista.

- ¿Cuál fue el momento de mayor estrés?

"Que recuerde, cuando me mordió un alacrán, un escorpión, ahí si la ví un poco verde, pero justo estaba con gente y me ayudaron y no me pasó nada. Estaba durmiendo y se metió entre las sabanas y me mordió".

- ¿Alguna anécdota que recuerdes con cariño?

"La gente, porque a veces iba muerto de sed y la gente salía de sus casas a la carretera para darme un poco de agua, me tiraba comida desde los autos y cosas así”. Y aclara que no eran multimillonarios filántropos, sino que más bien, gente “humilde”.

- ¿En cuanto al viaje en general, hubo algo que te haya sorprendido?

"Lo que me sorprendió es la comida, los platos nuevos, lugares. Acá en Chile no tenemos selvas, pero allá ves monos, cocodrilos, animales que acá no hay. Entonces te sorprende y es rico, súper entretenido. Y también cuando estás fuera tanto tiempo, al final vives en ese otro país, entonces vas aprendiendo otras cosas, adoptando costumbres, por ejemplo yo ahora tomo café. Antes no tomaba. No sé, cosas así que vas aprendiendo en el camino y pasan a ser parte de ti".

Facebook, un apoyo fundamental en el viaje

Días antes de partir, Christián creó una página de Facebook llamada “Rueda al Sur“. En ésta, la gente lo fue acompañando en su viaje y para él fue indispensable, ya que en un minuto necesitaba de unos cuantos pesos para poder seguir y pidió ayuda a sus seguidores. Hoy cuenta que si no fuera por la ayuda de la gente estaría pegado en algun país juntando plata para volver.

Agrega que cuando ha pedido ayuda monetaria o de cualquier tipo ya sea alojamiento o tips siempre ha recibido y que de hecho, los seguidores de su página fueron sus únicos auspiciadores, ya que cuando pidió ayuda de sponsors, nadie lo tomó en cuenta y no recibió ningún aporte por parte de auspiciadores. (Actualmente sigue recibiendo aportes para terminar su viaje y poder llegar a Punta Arenas, si te interesa ayudar, en su página están sus datos para poder aportar, ¡hoy por ti, mañana por mí!)

La mejor decisión de su vida

Christian dice que la experiencia de haber realizado un viaje de esta magnitud fue “la mejor decisión de mi vida“, y agrega que “si alguien quiere hacer algo como esto y tiene las ganas, que no la piense y que lo haga al toque, no se va arrepentir, no hay nadie que se arrepienta de haberlo hecho, ¡nadie! Y no sólo en bicicleta, en cualquier tipo de viaje".

Actualmente Christian se está preparando para llegar al final de su ruta, que termina en Punta Arenas. Si quieres ver más de su viaje y seguir sus pasos, puedes ingresar a “Rueda al Sur” y así acompañarlo en su trayecto.

¿Has tenida una experiencia similar a Christian? ¿Si hicieras un viaje así, cómo te gustaría?