Cerca de 5.000 personas han fallecido en Chile a causa del Parkinson en los últimos 25 años, una enfermedad neurodegenerativa y crónica del sistema nervioso, que afecta el movimiento de las personas, provocando rigidez muscular, temblores y falta de coordinación. Enfermedad que lamentablemente no tiene cura y que se ha duplicado en dos décadas en Chile, según un estudio del Instituto Nacional de Geriatría.
En nuestro país, al menos 35 mil chilenos padecen Parkinson, por lo que la enfermedad se encuentra en la lista de Garantías Explícitas en Salud (GES), y al igual que el alzhéimer, va en aumento debido, principalmente, al envejecimiento progresivo de la población. En Chile, el año 2000 fallecieron 152 personas producto del Parkinson, y el 2013, las muertes aumentaron a 755.
Pero tranquilos. Hoy, gracias a los tratamientos, las expectativas de vida de una persona con Parkinson son casi iguales a las de una persona normal (disminuye sólo en dos o tres años), y lo importante es encontrar terapias y tecnologías claves que permitan llevar esta enfermedad de la mejor forma posible, tanto para los pacientes como para sus familiares.
Uno de los medicamentos más utilizados para esta enfermedad es la levodopa, cuyo efecto es aumentar la cantidad de dopamina en el cerebro, neurotransmisor que se reduce en esta enfermedad debido a la muerte de las neuronas que la producen. También existe otro tipo de tratamientos como la estimulación eléctrica profunda o el bypass cerebral, o el tratamiento con células madres y la nueva terapia génica, de la que se está discutiendo actualmente a nivel científico.
Pero el tratamiento de la enfermedad, además de abordarse con fármacos, debe ir siempre acompañado de un tratamiento no farmacológico. Para que la enfermedad sea lo más llevadera posible, es necesario que la familia se involucre, y que el paciente tenga una red de apoyo que lo motive a realizar ejercicios y rutinas claves para aprender a dominar la enfermedad.
Un gran aporte es el que se realiza en el sur de nuestro país. Se trata de una terapia interdisciplinaria, a cargo de un grupo de profesionales y académicos, junto a un centenar de estudiantes de Kinesiología, Nutrición y Fonoaudiología de la Universidad San Sebastián (USS) en Valdivia, que beneficia a 35 socios de la Agrupación de Parkinson de la ciudad.
Gracias a este proyecto colaborativo entre ambas instituciones, los pacientes pueden atenderse gratuitamente en el Centro de Salud de la USS, lo que es un enorme apoyo para los pacientes y sus familias, ya que el GES sólo cubre el tratamiento farmacológico y no el complementario, clave para mejorar la calidad de vida de los pacientes y para hacer más llevadera su enfermedad.
El tratamiento que realizan en el centro es semanal y abarca evaluación, diagnóstico y planes de tratamiento para cada una de las disciplinas involucradas, y cada uno de los planes incluye también a los familiares, para educarlos y vincularlos en el proceso terapéutico. Desarrollan talleres grupales de educación sobre el Parkinson, estimulación cognitiva, técnica vocal y motricidad, y atenciones individuales de fonoaudiología, nutrición y kinesiología.
María Fernanda Maldonado, Fonoaudióloga y docente de la USS, nos comenta que "en relación al apoyo Kinésico, éste pretende mantener el estado de independencia funcional de los usuarios, retrasando el progreso natural de la enfermedad, trabajando áreas como el balance y el equilibrio, relacionadas directamente con la capacidad y calidad de la marcha, disminuyendo de esta forma el riesgo de caída de los usuarios".
Respecto al trabajo de Fonoaudiología, la docente señala que "aporta con las terapias individuales y grupales que buscan mantener y potenciar funciones comunicativas y alimenticias que afectan a los pacientes", y en lo relacionado a la nutrición, expresa que "los usuarios de la agrupación se benefician mediante el conocimiento del diagnóstico de su estado nutricional y alimentario acorde a su necesidad".
1. Cuchara y lápiz inteligentes: se trata de Liftware, una tecnología aplicada en una cuchara que permite estabilizar los movimientos de la mano, devolviendo así la independencia y dignidad a las personas que padecen Parkinson y que no pueden alimentarse por sí solos, debido a los temblores involuntarios.
También existe un lápiz especial para personas con Parkinson que se llama Arc Pen, y que cuenta con un sistema que detecta los movimientos involuntarios de la mano, produciendo una vibración personalizada que les brinda estabilidad. Además de conseguir que su escritura sea más legible, los pacientes logran reducir el dolor y relajar los músculos.
2. Guante antitemblores: Se llama GyroGlobe y busca atacar directamente el temblor de la mano para permitir el mejoramiento en todos los movimientos y acciones en las que se debe utilizar. El guante funciona a través de una serie de giroscopios que van en la parte posterior de la mano y que permite contrarrestar los temblores.
3. Bastón y zapatos que descongelan movimientos: Neha Shahid, una joven de 23 años, ha creado un bastón para las personas con Parkinson. El aparato se llama Walt to Beat, y consiste en un bastón con una base con sensores que detectan cuándo la persona está sufriendo un episodio de congelamiento. Al detectarlo, el bastón emite una vibración que ayuda al afectado a reanudar la marcha.
También existen zapatos que descongelan movimientos. Se llaman Path Finder, y llevan incorporados unos láseres que proyectan unas líneas verdes que ofrecen estímulos visuales para que los enfermos centren su atención en poner un pie delante del otro, logrando una reducción de eventos de congelamiento de la marcha de un 50%.
4. Dispositivo para los pacientes con alteraciones del habla: Se trata de SpeechVive, un dispositivo que se inserta en el oído y ayuda a los enfermos de Parkinson a hablar más alto y claro, aplicando el efecto Lombard, la reacción involuntaria del ser humano a alzar la voz en lugares muy concurridos.
La genética es un factor clave en el Parkinson, al igual que la exposición a químicos ambientales. Estudios internacionales han demostrado que las poblaciones expuestas a pesticidas agrícolas y que beben agua de vertiente por tiempos prolongados, tienen el doble de Parkinson. A esto hay que agregarle el envejecimiento de la población, como mencionamos antes, que aumenta considerablemente la probabilidad de contraer esta enfermedad.
Lo más importante es detectar la enfermedad lo antes posible para así comenzar los tratamientos rápidamente y retrasar en lo más posible el deterioro; por esto les dejamos los principales síntomas del Parkinson:
- Intestino mucho más lento - Depresión o cuadros de angustia por tiempo prolongado - Fuertes migrañas en la edad adulta - Pérdida del olfato (uno de los primeros síntomas) - Pérdida brusca de peso- Trastornos graves de la voz - Trastorno conductual del sueño e insomnio.