Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, y para muchos de nosotros esto no puede ser más verdad. Considerando todo el tiempo que tienen que pasar solos en casa mientras trabajamos y hacemos nuestra vida, ¿qué mejor que saber que al salir a comer o tomarnos un café, ahora podemos llevarlos con nosotros?
Hay cada vez más locales pet friendly, que no solo aceptan mascotas, sino que las regalonean y tratan como verdaderos hijos de sus clientes. La mayoría de ellos se ubican en sectores residenciales y se han sumado a esta tendencia de manera absolutamente natural.
María José Mira, administradora de La Copa Feliz, en La Reina, cuenta que su restaurant acepta el ingreso de animales hace 12 años, desde que abrió. El local es “como un pedacito de campo en Santiago” y tiene sus propias mascotas: corderos, que es posible encontrarse tranquilamente pastando en un día normal.
“Somos amigos de las mascotas y encontramos que en la medida en que sean respetuosas con los otros comensales y con los niños que estén en el restaurant, no tenemos problema en que vengan. Hay clientes para los cuales son parte importante de su vida, así los podemos dejar felices a ellos también”, explica María José.
En La Copa Feliz es posible encontrar una gran variedad de platos chilenos: costillar, carnes a la parrilla, machas a la parmesana, caldillo de congrio, y probarlos mientras las mascotas (por ahora solo han ido perros y conejos) juegan o descansan en la pérgola, un espacio con mesas abierto pero techado del restaurant, rodeado de pasto.
Luis Arena, uno de los dueños del café y panadería francesa Etienne Marcel, en Ñuñoa, cuenta que en su caso la aceptación se dio porque amigos empezaron a llegar al local son sus perros. “Cuando ya le abrimos la puerta a uno le abrimos la puerta a todos. Empezamos a subir fotos y la gente se empezó a enterar. Como ésta es una zona con vida de barrio, acá se saca a pasear al perro. Ahora mientras lo haces, puedes pasar a tomarte un café”, explica.
En Lusitano, conocido bar-restaurant mediterráneo de Barrio Italia, son pet friendly hace dos años y medio. El restaurant, que tiene varias terrazas, cuenta que muchas veces se acercaban personas que estaban paseando a sus perros porque les gustaba el local, preguntando si podían entrar. Como la respuesta siempre fue que sí, de a poco se comenzó a correr la voz.
Ignacio Saavedra, dueño del restaurant, nunca ha tenido un perro. “De hecho si me pones un perro al lado no lo toco, ¡porque no sé cómo se tocan! Pero me gusta harto cuando veo que un garzón alucina con un perro, se agacha y lo acaricia. Después de eso se limpia las manos, por un tema de respeto al entorno, pero hay que pensar que en la casa uno vive con gatos o perros y no desarrolla infecciones ni se anda enfermando”.
Mejor portados que muchos niños, así describen a las mascotas de sus clientes los dueños de restaurantes pet friendly. Todos concuerdan en que las personas que van con sus perros tienen un nivel cultural elevado, se preocupan de que su mascota no moleste a otras mesas, de tranquilizarlo si se pone a ladrar mucho y, en general, de ser respetuosos con la experiencia de los otros clientes.
Fuente: Zomato |
“En dos años y medio nunca hemos tenido problemas y, sinceramente, el restaurante a veces ha llegado a parecer zoológico por la mezcla de perros que hay. Pero en mi experiencia, la persona que tiene perro es súper educada, algo que no siempre se ve en los papás que vienen con hijos. Nunca hemos tenido que decirle a nadie: oye controla a tu perro. Pero sí hemos tenido reclamos de clientes para que los papás le digan a sus hijos que se queden quietos”, cuenta el dueño de Lusitano.
Y esto parece ser un rasgo común en estos locales. Los restaurantes pet friendly no suelen tener ni requisitos para el ingreso de mascotas, ni reglas establecidas mientras estén adentro. Solo piden que se mantenga el respeto hacia las otras mesas, bajo la premisa de: “tu libertad termina donde comienza la del otro”, al igual que cuando se va con niños.
Pero la experiencia usual es que los dueños de mascotas normalmente se preocupan solos de mantenerlas tranquilas, en orden y sin molestar al resto. Y los otros comensales suelen sentirse encantados de ver animalitos en el lugar.
Así lo explica Isidora Carvallo, administradora de Romaría, una rica pizzería en Vitacura: “La gente que anda sin mascota muchas veces se acerca a hacerle cariño a los perros. A los cachorros todo el mundo los abraza y nadie nunca me ha pedido sacar a un perro. Nunca tampoco hemos tenido experiencias de perros que peleen, y eso que aquí no hay reglas. Pero siempre decimos que si el animal es más agresivo lo tengan con cuidado, o que si hace pipi o caca lo tiene que limpiar el dueño, no el restaurant”.
Tanto ha crecido la tendencia pet friendly, que algunos restaurantes ya han comenzado incluso a tener ofertas especiales para ellos. Como en la mayoría de los lugares las personas llevan a sus perros, se trata de productos para ellos.
El desde consiste en potes o platos para que puedan tomar agua o comer lo que lleven sus dueños. Pero en algunos locales, comoLusitano, también hay galletas (que por ahora se regalan), y cuando el cliente pide algo para tomar con hielo, pues el agua del perro llega con hielo también. “De tal palo tal astilla”, piensan.
En Daniel’s Bakery, excelente cafetería de especialidad en Ñuñoa, la carta incluye no solo maravillosos pasteles y cafés de especialidad, sino que juguetes Kong para perros, con mantequilla de maní, a $600 cada uno. Se trata de juguetes reutilizables que pueden rellenarse con distintas comidas. Daniel Glukman, dueño de la cafetería, cuenta que incluirlos en la carta fue recomendación de una amiga veterinaria.
“Le pregunté: ¿qué hago para que los perros se porten bien y no quede la embarrada? Y me explicó que se portan mal cuando están aburridos o sus amos no les dan suficiente atención. Ahí me contó de los juguetes Kong. Los perros se entretienen tanto, que están todo el rato al lado del amo tratando de sacar el contenido del juguete, entonces funciona perfecto”, explica, recalcando que sí es importante que cada mascota tenga su propio juguete para no pelear, y que por eso están en la carta.
Actualmente hay cada vez más cafés y restaurantes aceptando clientes con mascotas, por lo que salir con perro, gato, conejo (o lo que de la imaginación) ya no es impedimento para tomarse un café, comer sushi, pizza o acceder a preparaciones de alta cocina todavía más elaboradas.
“Nosotros vivimos llenos de perros y de personas”, finaliza el dueño de Lusitano. “Y para mí ha sido una experiencia súper linda porque el cliente se expresa distinto. Si hay dos mesas, y una tiene perro, la mesa de al lado siempre comienza a conversarle, y esta interacción a través del perro genera algo que no es habitual en el chileno. Yo llevo 19 años trabajando en este rubro, y nunca me había tocado ver 5 parejas de pololos que se formaron en un restaurant. Los perros acá ayudan a generar amistades”.
¿Qué tal? Acá te dejamos una lista de 16 locales elaborada por la red social Zomato para que te atrevas a ir con tu mascota. En la mayoría se puede tener al perro suelto o amarrado, siempre y cuando no moleste a los demás comensales, ¡y además comer rico y con una excelente atención!