El sur está sacando la cara por el país en materia ambiental. Más bien, sacando las bolsas plásticas de sus comercios, porque Pucón, Punta Arenas, Puerto Varas y la región de los Ríos, entre otras localidades, dijeron basta al exceso de plástico innecesario y tomaron cartas en el asunto.
Aunque muchos crean que disminuir su uso no va a detener los problemas medioambientales, la medida es una acción concreta para mitigar el impacto que tiene la basura plástica en nuestro país y para hacernos más conscientes de la enorme cantidad que producimos.
Sí, porque cada chileno utiliza en promedio 1,5 bolsas plásticas diarias, es decir, unas 7 millones a nivel país cada día, equivalente a 255 millones al año, las que tienen una vida útil promedio de sólo 15 minutos, pero que tardan siglos en biodegradarse. Y para peor, solamente el 1% se recicla y casi el 90% termina en un vertedero, una de las razones por las cuales para el 2050 casi todas las aves marinas habrán ingerido plástico.
¿Es difícil cambiar la costumbre? Según este estudio sobre cambios de hábitos, alrededor de unos dos meses sería todo el tiempo que necesitaríamos para acostumbrarnos al uso de bolsas reutilizables en vez de las plásticas como nuevo hábito y empezar a escandalizarnos con la cantidad que estábamos usando. Recordemos que hasta hace poco era normal fumar dentro de un mall y hoy nos parecería aberrante.
La primera localidad que se lanzó a poner fin a las bolsas plásticas fue Pucón, hace ya dos años, una comuna pequeña, pero que se atrevió a dar un gran paso con la prohibición de su uso. Otras han seguido su ejemplo, como Cochrane y Coihaique, Hualpén, Puerto Natales y Punta Arenas, que lo logró luego de varios obstáculos.
Se anunció después Puerto Varas, que luego de un proceso paulatino como las demás comunas, llegó a su objetivo. Primero los comerciantes debían entregar como máximo tres bolsas plásticas por venta, luego dos bolsas y hace algunas semanas, una sola.
La misma corriente siguió la región de Los Ríos, que se convertirá en la primera región del país en regular la entrega de bolsas plásticas en sus doce comunas. No se trata, eso sí, de una prohibición frontal, sino que pretenden fomentar acuerdos con el comercio que permitan disminuir su entrega y utilización, a través de ordenanzas y la adhesión voluntaria a estrategias progresivas, como la de Puerto Varas.
Otros casos son en el centro del país, un tanto más tímidos, donde la comuna de Santiago y de Valparaíso incentivarán la sustitución de la entrega de bolsas plásticas, con un sello municipal para los comercios y un descuento del 10% en el pago de los derechos de aseo.
Parece normal entrar hoy a un supermercado en la capital austral y hacerse cargo personalmente de cómo llevarse la mercadería. Un visitante se sorprende, pero los locales ya viven con eso: sin bolsas plásticas a granel. El caso no estuvo exento de polémica.
Una vez dictada la ordenanza por la municipalidad, un grupo de comerciantes de la zona hizo un reclamo a la Contraloría General la República, la que dejó sin efecto la normativa, impidiendo que las municipalidades puedan prohibirlas por completo. A pesar de ello, la ordenanza municipal entró finalmente en efecto este enero 2015, aunque en lugar de prohibir, se ordenó sustituir "el uso de bolsas de polietileno o de cualquier polímero plástico, y la utilización y entrega de las mismas al público, en todo local comercial de la ciudad, que se utilicen para el transporte de mercadería, productos y/o artículos, aún aquellas que se indican como biodegradables u oxobiodegradables”.
Es decir, si no se trata de bolsas compostables, que se degradan completamente en menos de un año, o reutilizables, los comercios arriesgan una multa variable entre 1,5 y 5 UTM (entre 60 mil y 200 mil pesos). Aún así, los comercios pueden apelar a la Contraloría para no pagar la multa, y es un juicio ganado, mientras no cambie el dictamen.
"Hemos estado educando en los colegios y promoviendo esta campaña. Necesitamos avanzar mucho más allá de una simple ordenanza, tenemos que avanzar en leyes", aseguró el concejal Mario Pascual, impulsor de la discutida medida en Punta Arenas.
Pascual nos explica que hay un impacto importante desde el punto de vista estético, las calles se ven considerablemente más limpias y hay menos denuncias de aves o peces atrapados en ellas. En las redes sociales se hizo evidente que los habitantes estaban orgullosos.
¿Cómo ha sido para los comercios? La cadena de supermercados SMU, a la que pertenecen Unimarc y OK Market, entre otros, se unió voluntariamente a la ordenanza de Punta Arenas. Reconocen que aunque en un comienzo la medida exige más trabajo desde el punto de vista operacional, ha sido una buena experiencia.
"Es un proceso cultural que tenemos que vivir los chilenos que hoy día no lo tenemos en el ADN, las bolsas de supermercado las usamos como bolsa de basura y para todo", dice Nicolás Valdivieso, subgerente de Responsabilidad Social Empresarial de SMU.
Es un tema de hábitos, y como todos los hábitos, pueden cambiar. La cadena cuenta hoy con supermercados sin bolsas plásticas en 8 comunas de Chile, además de Punta Arenas, donde se ha sumado a las ordenanzas, pidiendo también colaboración a las municipalidades en las campañas de educación al respecto.
"Los supermercados tienen la oportunidad de hacer un cambio de mentalidad en los chilenos y eso de a poco se ha ido valorando", reflexiona Valdivieso. "Hacia allá va el comercio, lo hemos tomado como una oportunidad y los apoyamos 100%, si bien no es obligación, nos sumamos, felices de colaborar".
Según aclara Pascual, para los pequeños comerciantes ha significado también un cambio positivo desde el punto de vista económico. Cada mes y medio gastan alrededor de 300 mil pesos en bolsas que hoy se ahorran y comprar bolsas reutilizables para sus clientes a fin de cuentas les conviene.
Como mencionamos antes, a raíz del caso de Punta Arenas, el dictamen de la Contraloría General de la República determinó que las Municipalidades no podrán seguir prohibiendo la entrega de bolsas plásticas, por lo que se comenzó a promover su reciclaje a través de la campaña "Salvemos las Bolsas" de Yo Reciclo, en conjunto con la Asociación de Industriales del Plástico (Asipla).
Para que las municipalidades pudieran seguir adelante con las medidas, hubo que suprimir los conceptos "prohibición" y "eliminación", para cambiarlos por "sustitución", dejando estipulado que los locales comerciales se podrían adherir de manera voluntaria. Así lo hizo Futrono, por ejemplo.
Pablo Badenier, Ministro de Medio Ambiente, valoró la campaña de reciclaje y consideró la prohibición del uso de bolsas plásticas "bastante alejada de la realidad", recalcando el valor de la racionalización de su consumo.
Uno de los temores generales contra la medida de prohibir bolsas plásticas, es que podría afectar el desarrollo del comercio, pero esto también depende de la manera en que se implementan las nuevas medidas. Además del caso de SMU en Punta Arenas, Puerto Varas, se muestra como ejemplo exitosos en la implementación de estas políticas.
"El comercio lo ha tomado de buena manera y la gente también. Sabemos que para los comerciantes igual es un esfuerzo importante, pero es para un bien mayor. Ahora hay que seguir trabajando en conjunto, dando la información, sobre todo a los turistas”, señaló Carola Psuying Tang, presidenta de la Cámara de Comercio de Puerto Varas.
Rodrigo Catalán, Director de Conservación de WWF Chile, ONG que protege ambientes terrestres y marinos, considera clave que en este tipo de iniciativas se haga partícipe a la comunidad desde un principio.
"Más que plantear este tipo de acciones desde el punto de vista de la prohibición, se debe poner sobre la mesa como una gran oportunidad para las comunidades locales y regionales de poder contar con un territorio más limpio y saludable, lo que incide directamente sobre la calidad de vida de la población y potencia actividades económicas como el turismo y también la producción de envases alternativos sustentables y reutilizables, como las bolsas de tela", asegura Catalán.
A pesar de que el complemento del reciclaje y reutilización de las bolsas plásticas es fundamental, se ha seguido discutiendo sobre la prohibición y la Cámara de Diputados aprobó una iniciativaque establece que "podrán las Municipalidades, mediante la ordenanza respectiva, desarrollar un plan gradual tendiente a eliminar, restringir, limitar o establecer parámetros mínimos de calidad relativos a la entrega, a cualquier título, de bolsas plásticas sean estas biodegradables o no degradables, que tengan por objeto el transporte de mercaderías respecto de los establecimiento de comercio tales como, supermercados, farmacias, multitiendas, kioscos y otros análogos".
La iniciativa que modifica la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, se encuentra actualmente en estudio en el Senado por la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización.
Recientemente se formó una mesa técnica donde están participando las principales empresas del retail, junto a Asipla, otros productores de bolsas plásticas y el Ministerio del Medioambiente, donde se están discutiendo los próximos pasos a seguir con respecto a las bolsas plásticas en el país, que sin duda adquirirá mucha más fuerza en los años venideros.
La experiencia hasta la fecha en Punta Arenas, habla de que la medida es posible de masificar de distintas maneras a nivel país. Mario Pascual insiste en que debe ir de la mano de una política integral, donde se considere toda la cadena de los residuos. Así lo planean hoy en la ciudad, donde también buscan construir puntos limpios, rellenos sanitarios y contar con las herramientas que permitan reciclar correctamente los desechos.